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Full text of "ANTOINE ARTAUD"

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CARTAS A GENICA ATHANASIOU 




ANTONIN ARTAUD 


CARTAS A 
GENICA ATHANASIOU 


Con poemas dedicados a ella 



EDICIONES SIGLO VEINTE 
BUENOS AIRES 



Título del original francés 
LETRES A GENICA ATHANASIOU 

Edüions Gallimard — Parts 
Traducción de 

MARIA IRENE BORDABERRY 


Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723 
© by EDICIONES SIGLO VEINTE - Maza 177 - Buenos Aires 

Impreso en la Argentina — Printed in Argentina 



GÉNICA ATHANASIOU 


Génj ;a Athanasiou, cuyo verdadero nombre era Eugénie Ta- 
ñase, ració en Bucarest el 3 de enero de 1897. Acaso debía a 
su padre, de origen albanés, la belleza extraña y sorprendente que 
la caracterizaba. Quiso ser actriz y, apoyada por su hermana ma- 
yor, abandonó Rumania para trasladarse a París, ciudad a la que 
llegó en 1919. Desde 1920 fue alumna de Dullin. Formó parte 
del elenco del Atelier y participó del espectáculo presentado en 
la granja de Moret-sur-Loing durante el verano de 1921. 

A comienzos de la temporada 1921-1922, Dullin y su compa- 
ñía regresaron a París donde continuaron sus representaciones 
en la Salle Pasdeloup y en el Théátre du Vieux-Colombier, diri- 
gido por Jacques Copeau (recién en la temporada 1922-1923 Du- 
llin abrió su propio teatro en la Place Dancourt). Para esa mis- 
ma época, Antonin Artaud, recomendado por Gémier, fue some- 
tido a una prueba por Dullin e inmediatamente aceptado en su 
compañía. En consecuencia, puede datarse en el otoño de 1921 
su encuentro con Génica Athanasiou. Es la primera mujer en su 
vida y, sin duda, será la única con la que compartirá una exis- 
tencia cotidiana, así lo revela esta correspondencia. En ello re- 
side el valor de estas cartas que Antonin Artaud, desde 1922 a 
1927, remitirá casi ininterrumpidamente cada vez que distintas 
circunstancias los separen. Se trata de una experiencia única en 
su vida y que sólo pudo permitirla la dulzura contenida, la gra- 
cia poética, la sensibilidad natural y el raro encanto de Génica 
Athanasiou, que según testimonio de quienes la conocieron, era 
inolvidable. 

En el Atelier desempeñó el papel de dama joven. Sus trabajos 
con Antonin Artaud como compañero, fueron: Moriana, en Ma- 
riana et Galvan , de Alexandre Amoux (marzo de 1922); Isabelle 


7 



en Le Divorce, de Regnard (marzo de 1922); la Négresse en 
L’Hótellerie, de Francesco de Castro (abril de 1922); Estrelle en 
La vie est un songe , de Calderón (junio de 1922); Antigone 
en Antigone , de Jean Cocteau (diciembre de 1922); La Belle 
Pomponina en Monsieur de P y ¿mal ion y de Jacinto Grau (febre- 
ro de 1923) y Esclarmonde en Huon de Bordeaux , de Alexan- 
dre Amoux (marzo de 1923). En marzo de 1922 interpretó el 
papel de Doña Francisca en V Occasion, de Merimée, junto con 
otra debutante: Marguerite Jamois. También formó parte con 
Antonia Artaud del elenco que llevó a cabo la reposición de 
V Avare, en el Théátre de Montmartre, el 18 de octubre de 1922. 

La crítica subrayó su plasticidad, la fineza de su actuación, 
su acento seductor. Sus creaciones en VOccasion y en Moriana 
et Galvan le valieron alabanzas más que halagüeñas. Pero fue 
en Antigone donde obtuvo un verdadero triunfo. El 30 de diciem- 
bre de 1922, Marcel Raval escribe en Les Nouvelles Littéraires : 
Mlle . Athanasiou es Antígona. Nunca vt una identificación tan 
perfecta entre un artista y el personaje que representa . Debo de- 
cir que no imaginaba una Antígona tan bella . 

Después que Antonin Artaud abandona el Atelier, ella per- 
manece en la compañía hasta la temporada 1925-1926, donde 
consolida los papeles de su repertorio y crea el de la Princesse 
Tétragone en Petite Lumiére et VOurse, de Alexandre Arnoux 
(mayo de 1924). A partir de 1931, aparece en el programa con 
el nombre de Madame Génica. Sus principales interpretaciones 
son: la Danseuse en La Comédie da Bonheur , de Evreinoff (no- 
viembre de 1926); Wanda Zalewska en Le Joueur d } Eche es, me- 
lodrama según la novela de Dupuy-Mazuel por Marcel Achard 
(abril de 1927); Lady Juliet en La Femme Silencieuse (reposi- 
ción), de Ben Jonson, adaptación de Marcel Achard (noviem- 
bre de 1927); Alcyon e Iris en Les Oiseaux , de Aristófanes, adap- 
tación de Bemard , Zimmer (enero de 1928); Colomba en Voí- 
pone, de Ben Jonson, adaptación de Stefan Zweig y Jules Ro- 
mains (noviembre de 1928); Dina, la mujer de Bilora, en Bilora y 
de Ruzzante (noviembre de 1929); Doriorda en La Stratagéme 
des roués y de Farquhar, adaptación de Maurice Constantin-Weyer 
(marzo de 1930); Véra en Patchouíi o u Les Désordres de VAmour f 
dé Armand Salacrou (enero de 1930); Madame Ponza en Chacun 
sa verité (reposición), de Pirandello (mayo de 1930); Lioudmila 


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en La Quadrature du cercle, de Valentín Kataev (enero de 1931); 
Nadia Lénine en Tsar Lénine , de Frangois Porché (octubre de 
1931); e Inés en Le Médecin de son Honneur, de Calderón, adap- 
tación de Alexandre Amoux (febrero de 1933). La crítica le fue 
siempre favorable. Su interpretación de Nadia Lénine le valió los 
elogios de Gabriel Boissy : Entre los excelentes colaboradores de 
M . Dullin hay que destacar particularmente a Mme. Qénica Atha- 
nasiou —que figura en el programa con el nombre do Oénica — y 
que interpreta , renunciando a toda coquetería, la figura más exacta 
de la modesta , ferviente y desdibujada Nadia Lénine . ( Comoedia , 
29 de octubre de 1931). 

Su última interpretación en el Atelier fue Myrrhine en Plutus 
“l’Or”, adaptación de la obra de Aristófanes por Simone Jollivet 
(enero de 1938). En 1931 Génica Athanasiou obtuvo la naciona- 
lidad francesa. 

Entre tanto, con el consentimiento de Dullin, aceptó propues- 
tas de otros directores de teatro. Citamos al pasar su participa- 
ción en dos reposiciones en la Compañía de Pitoéff: el rol prin- 
cipal de L’Assoiffé, de Derera, en el Théátre des Arts (diciem- 
bre de 1925); en Faits-Divers , de Gobius en el Théátre de l’Ave- 
nue, al lado de Mme. Guermanova, Pitoéff y Louis Salou, y 
es, además, el único personaje femenino de la obra en un acto 
La Louise de Jean-Jacques Bernard, papel en el que fue parti- 
cularmente aplaudida (julio de 1932). También es la estrella 
de La Loi de YAmour de G. A. Bern anose, en el Théátre Fon- 
taine (enero de 1932). 

Hay que subrayar muy especialmente su participación el 4, 5, 
6 y 7 de junio de 1935, en el Théátre Montmartre, en la acción 
dramática de Jean-Louis Barrault, Autour d*une Mere, en el 
personaje de Dame du Phono. Y los tres espectáculos que pro- 
tagoniza bajo la dirección de Antonin Artaud: Au pied du mur, 
de Louis Aragón, que interpreta con él, a fines de mayo de 1925, 
en el Théátre du Vieux-Colombier; Les Mystéres de VAmour, 
de Roger Vitrac, en el Théátre de Grenelle, el 1 y 2 de junio de 
1927, donde interpreta el papel de Lea y por último su creación 
de Ysé en el acto de Partage de Midi, de Paul Claudel, que 
se dio una sola vez en la Comédie des Champs-Elysées, el 14 
de enero de 1928. 

Es indudable que Antonin Artaud apreciaba muchísimo sus po- 
sibilidades dramáticas. Así lo prueba la conferencia que dio sn 


9 



México diez años después de su ruptura con ella: Le Théátre 
aprés la guerre á París. Le rinde homenaje al trazar una especie 
de panorama del teatro en Francia y a propósito de Antigone : 
Si en esa pieza hubo un verdadero triunfo humano fue el de la 
actriz trágica Génica Athanasiou por su interpretación de Antí~ 
gona. Jamás olvidaré la voz dorada, llena de estremecimientos , 
misteriosa, de Génica Athanasiou-Antígona en la despedida. Su 
queja venía de más allá del tiempo y parecía traída por la espuma 
de una oía del Mediterráneo, un día inundado de sol ; era como 
si una música de carne se expandiera en las tinieblas heladas. 
Era la voz de la Grecia arcaica . . . 

También hay que recordar su carrera cinematográfica. En 
1925 filma, con Conrad Veidt, bajo la dirección de Jacques Ro- 
be rt, Le Comte Kostia, según la novela de Víctor Cherbuliez. Lu- 
cien Farnay saluda así su llegada a la pantalla: Muy delicado el 
papel de Stéphane. Génica Athanasiou lo hace maravillosamente, 
tan sincera y verdadera que a menudo nos recuerda a la gran 
artista Suzanne Després. . . No es el mínimo cumplido que po- 
demos hacerle. ( Cinémagazine , n° 8, 20 de febrero de 1925). En 
1927, con miriñaque y sombrero de plumas, sonriendo misterio- 
samente cerca de un confesionario en La Coquilíe et le Cíergy- 
man , el único guión realizado por Antonin Artaud. Jean Gré- 
millon le confía el papel principal de dos de sus películas: Mal - 
donne (1927), guión original de Alexandre Amoux (junto a Char- 
les Dullin, Roger Karl, Annabella) y Gardiens de Phare (1928- 
1929). En el mismo momento en que, en 1927, Dreyer realiza 
La Passion de Jeanne d’Arc , Marco de Gastyne realiza un vasto 
fresco histórico: Le Merveilleuse vie de Jeanne d f Arc , donde 
Génica Athanasiou personifica a una gitana. En 1934 es la he- 
roína de Colomba , según la novela de Merimóe, llevada a la pan- 
talla por Jacques Séverac y en 1935, cuando Pabst realiza con 
Chaliapine Don Quichotte , con un guión que Paul Morand y Ale- 
xandre Amoux extrajeron de la novela de Cervantes, le confía el 
rol de Criada. 

Después de la guerra Dullin se quedó sin teatro. Génica Atha- 
nasiou pierde la casa madre donde se sentía como en la propia. 
13u salud era mediocre y la combatividad no formaba parte de 
su naturaleza. Sin embargo, enfrenta valientemente la circunstan- 
cia. Intenta aquí y allá muchos papeles de composición: La Sur- 


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veillante, por ej., en La Grande et la Petite Manoeuvre , de Arthur 
Adamov, que Jean-Marie Serreau monta en noviembre de 1950 
en el Théátre des Noctambules. Dos jóvenes compañías solicitan 
su concurso en forma más regular. En marzo de 1951 con direc- 
ción de su padre, Sacha Pitoeff presenta Onde Vania de Chejov. 
Génica Athanasjou también forma parte del espectáculo del Stu- 
dio des Champs-Elysées, después en el Théátre de Poche y, por 
último, participa en las giras que la llevarán a Argelia. En 1954- 
1955 colabora en los espectáculos de la Compagnie Guy Suarés, 
primero en el Théátre de la Huchette: Yerma, de Lorca, Don Juan 
de Milosz y Le Temps est un Songe , de Lenormand; luego, en 
1956, en el Théátre Franklin, muestra todavía sus dotes de actriz 
interpretando el papel de la Tía Julie Tansman en Hedda Gabler 
de Ibsen. 

Muy pobre, debe aceptar para sobrevivir pequeños papeles en 
el cine, que por pudor, interpreta con seudónimo. Como no encuen- 
tra ningún remedio posible para su situación material y como 
no quiere continuar dependiendo de la generosidad de algunos 
amigos, solicita su admisión en la Fondation Coquelin de Pont- 
aux-Dames, donde ingresa el 16 de julio de 1963. El verano si- 
guiente logra realizar lo que deseaba desde hacía tantos años: 
viajar a Rumania para ver a su hermana. En 1966, pasa el prin- 
cipio del verano en casa de unos amigos, se siente bruscamente 
mal y pide que la lleven a la Fondation. De allí la conducen al 
hospital de Lagny donde muere el 13 de julio de 1966. 


11 




EL PALACIO ASEDIADO 


a Génica Atanasiou 1 


En el verde valle donde reinan los ángeles buenos 
Un hermoso palacio , un resplandeciente palacio en 

Se elevaba [otro tiempo 

El Rey Pensamiento tenía sus extraños asientos 

En ese palacio, 

Y la tierra no ofreció nunca a sus ángeles buenos 

Para desplegar su vuelo 
Un palacio más maravilloso. 

Estaba coronado de llamas, 
festaba todo iluminado. 

Ahora bien esto ocurría en el más allá de las épocas. 

Y cada vez qué el viento movía sus plantas 
Girando sobre sus piedras brillantes 

Ascendía un aroma que desafiaba al tiempo. 


1 Muy parecido por la forma y la inspiración a algunos poemas de 
juventud, como, por ejemplo, En songe (Oeuvres completes, tomo I, p. 327), 
este poema debió de haber sido escrito antes de su encuentro con G. A. 
y debió dedicárselo en los primeros tiempos de su relación. 

La primitiva dedicatoria, escrita en tinta negra, fue recubierta con una 
segunda dedicatoria escrita en tinta azul fuerte y que no debió satisfacer 
a A. A., porque está vigorosamente tachada y resulta imposible de leer. 
En consecuencia, sólo permaneció legible bajo las tachaduras la dedicatoria 
primitiva que es la que hemos reproducido. 


13 



Si vosotros hubiérais pasado, viajeros rezagados 
Oh caminantes perdidos en las rutas de la fábula 
Hubiérais visto a través de los vidrios inefables 
A las almas desplegarse al son de un laúd 

En un orden perfecto 
Alrededor del trono se encontraba 

En su pose fantomática 

El Maestro, el Porfirogeneta, el Rey 
Majestuoso del Palacio fantástico . 

Pero un día se desplegó el vuelo de los negros espíritus 

Pasaron como una oía de tinieblas 

Sobre el palacio . Ay la tempestad fúnebre 

Sólo dejó a su paso un largo grito 

De desesperación y el saqueo de la gloria 

Del monarca prestigioso cuya memoria 

No es más que el sueño de un sueño 

Y pasando a través del palacio desierto 

Veréis tras las ventanas moribundas 

Vastas sombras desplazándose sin fin 

En el atroz concierto de músicas estridentes 

Mientras que un pueblo loco se estrella contra las 

hacia la eternidad y se desplaza, [puertas 

Y ríe, — pero no puede sonreír . 


14 



CUANDO LLEGA LA HORA DEL 

CREPÚSCULO 



a m. i. c. G. A. 1 


Sobre la plaza negra de gente 
El campanario se melancoliza, 

Aparece ante la iglesia 

El vuelo de los viejos cuervos latentes, 

Gira la tarde, y la gente llora 
Sobre la plaza de ardientes baldosas . 

El vuelo de los viejos cuervos latentes 
Hacia las púrpuras nubes se encadena, 

Gira, gira , las viejas penas 
Sobre la plaza van a buen paso . 

Una lenta pena se idealiza 
En las nieves del firmamento . 

1 A. A. copió con cuidado este poema dedicado a G. A. en un pliego 
doble de un papel muy lujoso. Muy próximo a algunos poemas de Trie 
Trac du Cieí, debió haber sido escrito poco después de su encuentro con 
G. A., sin duda en 1922. 

Es posible que las letras que componen la dedicatoria de este poema 
signifiquen: a mon inspir atrice chérie Génica Atanasiou. 


t 


15 



El cielo de amatista viviente 
Llora a sus astros, 

La explosión de los viejos desastres 
Pesa sobre los corazones ancianos, 
Aparece la noche encantadora . 

Dulces esclusas desataos, 

Esclusas de lágrimas: 

Pasa el Ángel 

Y el cielo que viene hacia nosotros . 

En la ciudad de estalactitas 
Cuyas puertas son de lápiz 
Armonizan las espigas 
En granjas de lázuli, 

Espigas de hombres, granjas del cielo 

Que hacen ese murmullo real . 


16 



GÉNICA ATANASIOU 


La maravillosa noche piante de estrellas 
Que nos contempla desde el centro del Empíreo , 
No se iguala para nosotros a tu rostro de leche 
Ni a las flores lunarias de tus ojos de topacio / 


El Idiota 
burlado 

Antonin Artaud. 


1 G. A. nos confesó que los versos de esta cuarteta constituyen las pri- 
meras lineas que recibió de A. A. Deslizó la hoja de papel plegada en 
cuatro en su mano, sin decirle nada, cuando salía de un ensayo del Atelier. Es 
uno de los Madrigaux publicado en el número fuera de serie de Acíion 
que debió aparecer a principios de 1922 (cf. Oeuvres completes, tomo I, 
p. 333). Seguramente fue remitido a G. A. después de su redacción, que 
data aproximadamente del otoño de 1921. 


17 



1 1921.] 1 


Te quiero Génica MÍA, te quiero, piensa en ello an- 
tes de condenarme. Nunca terminaré de maldecirme. Mí 
actitud fue indignante. Pero estaba sofocado, petrifica- 
do, endurecido. El tiempo se escapaba, tenía muchas co- 
sas que decir. Mi espíritu no quería considerarlas. Si 
supieras cómo sufro. Tengo la sensación de algo irre- 
mediable. Y pensar que tuve el coraje de no sonreirte, 
de no volver la cabeza cuando pasaste, me sentía de 
mármol, A pesar mío. 

¿Podrás perdonarme? Cuando me preguntaste si que- 
ría estar allí a las 8 y 1 /2 y te contesté : No sé y fue por- 
que no tenía tiempo para explicarme contigo. Tenía 
miedo de que algo te impidiera llegar. No tengo nada 
contra ti. Sé que no eres libre. 

Perdón otra vez. 

Esta noche en el B. St-Michel a las 8 y 1/2. 

[Estaré] 2 allí sin falta . 

De buena gana te hubiera acompañado. 

El horror de dudar de nosotros, sin quererlo, me de- 
sespera. 


1 Fecha aproximada, indicada por G. A. Sin sobre. Sin firma. 

2 Omisión. 


18 



Tengo tanto miedo de que mi actitud te haya indig- 
nado . 3 

A medida que me hablabas, sentía que te estaba hi- 
riendo, el tiempo me apremiaba y el impulso que hu- 
biera querido hacia ti no aparecía. 

Tal vez pienses que otros hubieran tenido más pa- 
ciencia. 


3 Este párrafo fue agregado en el margen superior de la última pá- 
gina de la carta, reverso. Está escrito, como el resto, en tinta azul-negra, 
mientras que los dos párrafos siguientes fueron agregados en lápiz: el 
segundo transversalmente, en el margen izquierdo de la primera página (mi- 
tad superior), después en el margen superior, reverso; el tercero, transver- 
salmente en el margen derecho de esa misma página (mitad superior). 


19 



[Fines de 1921 -comienzos de 1922.] 1 


Querida, querida, querida Génica: 

♦ 

Te escribo para fijar mi pensamiento en el momento 
en que se produce. Pensarás que estoy un poco chocho 
pero me apenó lo que dijiste al despedirnos. Pequeña 
reflexión, pequeña observación que en tu espíritu sólo 
era úna palabra sin importancia, pero la más mínima 
cosa, por poco que se desvíe, por infinitesimalmente 
poco que se desvíe de la línea de un hermoso senti- 
miento, hiere * — si pudieras ver en mi corazón la pro- 
fundidad, la é ravedad de lo que experimento por ti, la 
solemnidad del sentimiento que me liga a ti para siem- 
pre — . No tengo miedo de pronunciar, palabras dema- 
siado graves. Estoy seguro de mi corazón, si pudieras 
verlo, comprenderías por qué me acosté tan inquieto 
el sábado a la noche. 

* Ya que entonces volví a pensar e imaginé cosas 
tristes 2 . 


1 Fecha aproximada indicada por G. A. Sin sobre. Sin firma. 

2 Frase escrita oblicuamente en el margen de la carta, frente al pasaje: 
al despedirnos ... de un hermoso sentimiento, pero como la locución ya 
que está seguida del pronombre ella, tachado, podemos conjeturar que esta 
frase se relaciona con la más mínima cosa, . . . hiere. 


20 



GÉNICA ATHANASIOU A ANTONIN ARTAUD 


Jueves a la noche 
20/VII/22 
París \ 

Mi muy querido, te digo adiós desde esta habitación 
en la que dejo una parte muy querida de mi vida, so- 
bre todo en los últimos tiempos. 

Así, pues, siempre en París, Dios sabe dónde en oto- 
ño, en qué lugar. 

Mientras tanto, te voy a escribir desde mi llegada a 
Cauterets y durante toda mi estadía. Con todo mi amor. 

Génica. 


1 Una de las pocas cartas conservadas de la correspondencia de G. A. 
a A. A. Se encontró entre una serie de documentos* (manuscritos, copias 
dactilográficas corregidas, etc.) en casa de G. A. Está dirigida a Monsietir 
Antonin Artaud / 35 Bd. de la Madeleme / Marseille / (Crapouillot) . La 
mención (CrapouMlot ) , subrayada por G. A., fue seguramente agregada debajo 
del domicilio para indicar que había enviado esa publicación a A. A. 



[Marsella, 20 de julio de 1922.] 1 


Querida. La noche del martes me desperté como si 
fuera el fin del mundo. Llegué a las 10 de la mañana 
y dormí hasta la noche. Cada vez que me despertaba 
pensaba en ti con una tristeza infinita. Y a la noche te 
lloraba como si ya no existieras. Estaba persuadido de 
que no te volvería a ver. Ayer también aparecieron 
muchas lágrimas en mis ojos, pero hoy recobro la es- 
peranza. Me acompañas en todos mis actos. Ella estaría 
allí. Ella me diría esto. Eso es lo que pienso. Nunca he 
deseado tanto tenerte siempre conmigo. 

Hoy es jueves. Recibí tu carta esta mañana. Son las 
nueve de la noche. Veo a través de mi ventana una 
gran masa de aire azul, casi negro. Recién hoy recupero 
mis pensamientos. Ayer y anteayer me sentí incapaz de 
escribir. Tenía imágenes vagas en mi cabeza, imágenes 
enfermas como de crepúsculo o de fin de otoño. Tú mis- 
ma, tu imagen era débil en mi cerebro y esto me oca- 
sionaba otro dolor más. Estaba abrumado de cansan- ' 
ció. Me parecía que iba a caer, sufrí mucho. Si hubieras 
estado cerca mío me hubieras calmado un poco. 

1 Procedencia facilitada por el sello de correos que lleva fecha 21 de 
julio de 1922. Sin embargo, el contenido de la carta nos informa que A. A. 
llegó a Marsella el martes 18 de julio de 1922 a la mañana y que fue 
escrita el jueves 20 de julio a la noche. 


22 



Visité la Exposición Colonial 2 . Me dio una impre- 
sión de desolación y también de calma y frescura. Sol, 
vestidos claros. 

Pensé en tus vestidos. 

Estoy muy cansado. Voy a despachar esta carta. Te 
la mando a la calle Racine porque no sé tu nueva di- 
rección 3 . Espero que te llegue. Pienso que puedo escri- 
birte esto incluso a la calle Racine. Dime si puedo es- 
cribirte as/. 

Desde el fondo del corazón, contigo. 

Todas mis lágrimas y mis pensamientos. 

Antonin Artaud. 


No olvides poner HIJO 4 . 

Te escribiré mejor cuando sepa 5 6 . 

Quisiera decir mucho más. Pero sé que tú me com- 
prendes € . 

2 En la Exposición colonial de Marsella A. A. tuvo su primer conoci- 
miento del teatro oriental. En un templo de Angkor reconstruido, se podía 
ver danzar a las bailarinas camboyanas. 

3 En efecto, la carta lleva la mención: priére de taire suivre, Mademoi- 
selle Génica Atanasiou / hotel de la faculté / 1 rué Racine 1 / París / Seina. 
Fue despachada por el servicio postal a 15, rué de la Raillére, Cauterets 
(Htes. Pyrénéees). Observamos que la ortografía del patronímico Athana- 
siou permaneció vacilante durante mucho tiempo e incluso varió muchas 
veces en los programas del Atelier. 

4 Las dos líneas que preceden a la firma, la firma y la frase que la sigue 
están escritas transversalmente en el margen de la cuarta página de la carta. 
La palabra hijo está subrayada 25 veces. 

3 Sobreentendido: tu nueva dirección. Esta frase está agregada al final 
de la tercera página de la carta, frente al pasaje: Te la mando a la calle 
Racine. . . Observamos que cuando A. A. escribe en un pliego doble, a 
menudo las páginas 1, 2, 3 y 4 de la carta ocupan respectivamente las 
páginas 1, 4, 2 y 3 del pliego. 

6 Agregado transversalmente en el margen de la carta: . . . pero hoy 
recobro la esperanza . . . imágenes vagas en nú cabeza . . . 


23 



[Marsella, 24 de julio de 1922.] 


Dulce Génica. Estoy muy triste. Tengo un DESEO 
loco de estar contigo. Siento cada vez más el vacío de 
tu ausencia. Quisiera acariciar tus cabellos. Tomar tu 
mano. ¿Estás viajando en este momento? ¿Llegarás 
pronto? 1 

Una cosa me inquieta. Escribes: “Te digo ahora has- 
ta el otoño, pero quién sabe dónde y cómo”. Sin embar- 
go, nada ha cambiado, en lo referente a Dullin creí que 
todo estaba arreglado. ¿Tienes otras intenciones? En 
lo que a mí respecta, el contacto de los dos últimos me- 
ses con ese hombre — a pesar de su amabilidad en el 
momento de la partida — y su elenco, me ha dejado 
la impresión de una verdadera pesadilla. Quisiera que 
todo estuviera igual que en noviembre, pero no, en mi 
espíritu algo ha cambiado. T e pido perdón por volver 
a hablar de ello , pero es como una verdadera enferme- 
dad de mi cerebro, me obsesiona. Y quiero hacerte com- 
prender que estoy muy poco decidido a volver a em- 
pezar. 

Encontré una buena reproducción de la Primavera 
de Botticelli. Es en colores y da una impresión bastante 


1 Antonin Artaud ignoraba todavía la dirección de G. A- en Cauterets. 
La carta fue enviada a la calle Racine con la mención: priére de iaire auivre , . 


24 



aproximada del original. Te la envío. Espero que te guste. 
Me parece que es un trabajo hecho con esmero. Dime 
sinceramente cómo la encuentras. Te envié algunos ci- 
garrillos que vienen directamente de Constantinopla. 
¿Qué te parecen? 

Me hace bien hablar contigo de otra manera que con 
el pensamiento . Encontré a la compañera de mi alma, 
con quien estaba perfectamente cómodo. Compren- 
día todos mis pensamientos. Puso dulzura en mi vidá. Y 
la pone todavía. Y sé que un día ella no me dejará más, 
LO CREO CON TODA MI ALMA. 

¿Qué te gustaría leer? ¿Quieres un libro de Lafcadio 
Hearn, el Japonés 2 ? Me dará mucho gusto y no me 

COSTARÁ MUY CARO. 

Todo tuyo, siempre. 

Antonin Artaud. 


2 Lafcadio Hearn (1850-1904). Nace en la isla de Léucade, de madre* 
griega. Cursa sus estudios en Dublin, a los 19 años viaja a Nueva York 
donde trabaja como periodista en un diario de Cincinatti, empleo que pierde 
al casarse con una mujer de sangre negra. Luego es enviado por el Harpeda 
Magazine a Martinica, donde permanece algo más de dos años, después 
viaja al Japón. Ese país lo seduce de tal forma que aprende su lengua, se 
casa con una japonesa y se nacionaliza. Da clases, obtiene la cátedra de 
literatura inglesa en la Universidad de Tokio que mantiene hasta fines de 
1903, Muere en esa misma ciudad al año siguiente. Escribió una docena de 
libros sobre el Japón y recogió gran número de leyendas que dio a conocer 
al público de lengua inglesa. A. A. había gustado tanto los relatos de Laf- 
cadio Hearn que se inspiró en uno de ellos: La lé gande de Mimi-Nashi- 
Hóichi (en Kwtdan o u Histoires et é tildes de choses ét rangas, traducido 
del inglés por Marc Logé, Mercure de France, 1910) de la que extrajo en una 
adaptación muy libre,' UEtonnante Aventure du pauvre musicien ( Oauvrea 
completes, tomo I, p. 170), texto que, por otra parte, nos fue transmitido^ 
por G. A. y que esta carta permite fechar alrededor de 1922. 


25 



[Marsella, 29 de julio de 1922.] 


Querida : 

Te envié dos cartas a la calle Racine. Pienso que te 
las habrán hecho llegar inmediatamente. Reclámalas. 
Tengo tanto miedo de que caigan en otras manos. Has 
hecho bien en contarme tu viaje etapa por etapa, así 
pude participar un poco de él. También te envié a la 
calle Racine algunos cigarrillos turcos auténticos. Estoy 
desolado. Vivo triste, en perpetua nostalgia. Génica, có- 
mo me hubiera gustado viajar contigo. Hace bien de- 
jar París e irse lejos a descansar; pero con su otra alma, 
la persona muy querida, muy amada. Tengo muchas 
esperanzas de que para octubre mi situación material 
cambie, lo que nos acercaría todavía más. En todo caso 
estoy trabajando para eso. Me gustaría contarte lo que 
hago. Comprendes tan bien mis intenciones. Compuse, 
casi en su totalidad, el personaje del viejo rey del Conde 
Alarcos 1 , con su actitud, sus preocupaciones interiores, 

1 £1 conde Alarcos es el personaje de una historia trágica que se en- 
cuentra en numerosos romances españoles de los siglos XV y xvi. Este tema 
inspiró muchos dramas españoles y extranjeros: La tuerza lastimosa, de 
Lope de Vega (1609), La Virtud perseguida y la traición, de Pérez de 
Montalbán, El Conde Alarcos, de Guillen de Castro (1621), El Conde Alar- 
cos, de Mira de Amescua (1625), El Conde Alarcos, de Fríedrich yon 
Schlegel (1801), y El Conde Alarcos de Jacinto Grau (1917). El drama 
de Jacinto Grau figuró durante mucho tiempo en el repertorio del Atelier, 
a partir de la temporada 1923-1924. 


26 



su gesto al unir las manos, sus sentimientos, GU VOZ, 
y hasta sus mínimas entonaciones. Pienso también com- 
poner una estética del espíritu, ya la comencé. Encon- 
tré uno o dos puntos de partida interesantes. 

En julio-agosto de 1918 estuve en Bagnéres-de-Bigo- 
rre y visité Cauterets 2 3 . Yo también tomé el pequeño 
tren eléctrico de Pierrefitte y recorrí el circo de Gavar- 
nie. Por lo tanto te veo muy bien con el pensamiento. 
En todo lo que hago, pienso en ti. Estás mezclada a 
toda mi vida. Eres mi médula. 

No te olvides de poner HIJO en las cartas. 

Te beso desde el fondo del corazón. 

Antonin Artaud. 


35 Magdeleine, Marsella. 

Dibujé ropas para el Conde de Alarcos. Pero son para 

3 

mi . 


2 Se sabe que de 1915 a 1920, A. A. fue obligado a someterse a algunas 
curas en diferentes ciudades termales para calmar los dolores de origen 
nervioso de los que sufría. Bagnéres-de-Bigorre fue posiblemente una de las 
estaciones termales en la que pasó una temporada. 

Esta carta y las siguientes están dirigidas a; M ademo iselle Génica Ata - 
naaiou / 15 rué de la Raillére 15 / Cauterets / Hautes-Pyrénées. 

3 Esta frase fue agregada transversalmente en el margen de la primera 
página de la carta. En el Atelier, durante la temporada anterior A. A. había 
diseñado los vestuarios para muchos espectáculos: Las Aceitunas , interme- 
dio de Lope de Rueda (2 de marzo de 1922), La Hostería , intermedio de 
Francesco de Castro ( 1 Q de abril de 1922) y La vida es sueño , de Calderón 
(20 de junio de 1922). Y, en efecto, no dibujará decorados ni vestuarios en 
la temporada siguiente. 


27 



[ Marsella , 31 de julio de 1922.] 1 


Lunes. 

Mi Génica amada. Tengo la impresión de que te 
preocupaste por causa mía. Pensé que las dos cartas 
enviadas a la calle Racine no te habían llegado, que 
alguien las había leído y que habías pasado por graves 
dificultades. Sería terrible. Tengo tanto miedo. Escrí- 
beme pronto para tranquilizarme. Reclámalas 2 en el 
hotel. No quiero causarte la más mínima pena. Te amo 
tanto. Ahora que no estás aquí, te necesito cada vez 
más. Me parece que estoy separado de mi propio cuerpo. 
Todo lo que hago, aún las cosas imprudentes (pero yo 
no lo sabía), es por tu amor. He vuelto a ser niño, como 
cuando mi madre 3 * era todo para mí y no podía sepa- 
rarme de ella. Ahora eres tan indispensable como ella 
y, delante tuyo, soy más cándido que en aquellos 
tiempos. 


1 Procedencia proporcionada por el sello de correos que lleva fecha l 9 
de agosto de 1922, pero el l 9 de agosto caía martes y la carta está fechada 
el lunes. Lunes, por otra parte, fue agregado en el margen, frente a la pri- 
mera línea, ligeramente por encima. 

> 

2 En el original figura la segunda persona del plural. 

3 Je suis redevenu petit enfant quand ma mere. . ídem con referencia 

a esa fórmula elíptica. 


28 



Me hace feliz pensar que estás en Cauterets, porque 
es un lugar que conozco y puedo seguirte un poco 
mejor. 

Voy a ir al mar, cerca de Tolón. ¿Y después??? 

Estos días me siento bastante cansado. Estoy tratan- 
do de hacer un gran esfuerzo para suprimir el opio. Y 
esto me ocasiona sufrimientos espantosos. Tomo nada 
más que un cuarto de vez en cuando. Siempre estás con- 
migo. Haga lo que haga tu imagen está allí y me con- 
templa. me juzga, participa de lo que hago. ¿Cómo es- 
tás? Espero con impaciencia otras novedades. 

De todo corazón contigo, todo mi amor. 

Antonin Artaud. 



[Marsella, 3 de agosto de 1922 .] 


Bien amada, se me ocurrió una idea con respecto a 
tus danzas. Componer ballets en los que tú fueses el 
centro y que representasen la lucha o la apoteosis, el 
triunfo de Elementos abstractos . Eres una de las pocas 
artistas capaces de representar lo abstracto. La Danza 
del Agua, del Fuego, del Deseo, de la Fiebre, de la Vo- 
luptuosidad, del hombre \ de la Vida, de la Muerte, de 
la Desesperación, de la Nostalgia, y las combinaciones 
humanas de estos elementos. Te envío el boceto de un 
traje inspirado por el Fuego 1 2 . Está compuesto por ban- 
das de género en forma de llamas separadas por un 
círculo negro más bajo que el talle. Estas bandas están 
atadas a los brazos, muñecas, suben alrededor del cue- 
llo, brotan de la cabeza, cosidas a otras bandas más pe- 
queñas que son las ramificaciones del fuego, y todo esto 
vuela, ondea, brilla, tiene reflejos tornasolados cuando 
tú bailas. No sé si los colores te gustarán. 

Pronto te enviaré un poema que compuse y en el 
que traté de encontrar las palabras que podría pronun- 


1 La h está escrita corrigiendo una J o una / mayúscula. Este detalle 
nos permite preguntamos si la coma colocada después de Voluptuosidad no 
habrá sido un cambio de A. A. en el momento en que escribía la carta y 
si no deberíamos entender: . . . del Deseo, de la Fiebre, de la Voluptuosidad 
del hombre , de la Vida, de la Muerte. . . 

2 La carta contenía la acuarela. 


30 



ciar San Francisco de Asís . Me siento muy místico en 
este momento. Mi cerebro desborda ideas sobre piezas,, 
decorados, poesías, vestuarios. No tengo imágenes exte- 
riores para describirte, sólo imágenes interiores. . . Re- 
cibí tus dos cartas. Encuentras imágenes sorprendentes 
para describir lo que quieres, no tengas miedo de no 
poder expresarte y no dudes de ti, expresa primero y 
cuando lo hayas hecho inconscientemente, te darás cuen- 
ta de que has expresado. También te enviaré algunos 
trajes preparados para el Conde de Alarcos. Quisiera 
representar papeles de joven, aparecer con mi verda- 
dero rostro. Haré una pieza para ti y para mí. Dime có- 
mo estás. ¿Sufres menos de tu nariz? (Esta palabra me 
resulta ridicula, me parece una broma. Pero no lo creas.) 
Escríbeme. ¿Recibiste las cartas de la calle Racine? Te 
amo. Cree en mí. Hasta pronto. . 


Antonin Artaud. 

Ninguna noticia de Dullin, ¿mejor o peor? 

Beso tus manos 3 . 


3 Frase agregada transversalmente en el margen de la tercera página 
de la carta. La frase precedente también está escrita transversalmente en 
el margen de la cuarta página. 


31 



[Marsella, hacia el 4 de agosto de 1922.] 1 

Génica. Éste es el poema del que te hablé. ¿Reci- 
biste las cartas, los cigarrillos, la Primavera de Botti- 
celli? Te escribí ayer. Volveré a escribirte más exten- 
samente mañana. Todo lo que te decía en un día qui- 
siera expresarlo en una carta. Tengo sed de verte. Bebo 
tu corazón. 

Nanaqui 2 * . 


1 Falta el sobre, pero en la carta precedente, enviada el 3 de agosto a 
las 9h 10, y que pudo haber sido escrita el 2 a la noche, A. A. anunciaba 
el envío del poema. La frase: Te escribí ayer. , . permite fechar esta carta 
el 3 o el 4 de agosto de 1922. 

Le Poeme de saint Frangois d’Assise que se encontraba, sin duda, en el 
mismo sobre, fue publicado más tarde en una pequeña revista marsellesa, 
La Críée (n 9 18, noviembre de 1922). La versión de La Criée es idéntica 
excepto alguna palabra, ligeras modificaciones en la puntuación y en las 
mayúsculas (cf. Oeuvres completes , tomo I, p. 336). 

2 Diminutivo, de consonancia griega, con el que la familia llamaba a 

A. A. cuando era niño. 


32 



EL POEMA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS 


Yo soy el santo, aquel que fue 
Un hombre pequeño entre los hombres; 

Sólo tengo algunos pensamientos que me coronan 

Y se exhalan de mi boca con un sonido confuso . 

Yo soy ese eterno ausente de sí mismo 
Caminando al borde de su propio camino . 

Y un día mis almas se fueron. Mañana 
Me despertaré en una ciudad antigua . 

Os lo digo, soy el Errante que llegó 

Para ofreceros la imagen de su ejemplo humilde . 

Así me despedí un viejo domingo 
Siguiendo el vuelo evangélico de los ángelus. 

Y advine al círculo de los Espíritus 
Cayendo de un circo de pequeñas colinas; 

Y las hierbas salmodiaban en sordina 

Al pie de los asnos portadores de Espíritus que me 

[sonríen. 

Ya no tengo vergüenza de mi traje y de mis manos 
Que me pertenecen y os pertenecen, mis hermanos. 

Y ese día me desligué de la tierra, 

Y pasaban ondas por mi cuerpo cristalino . 


33 



A mi alrededor se extiende una ciudad de aparejos 
Cuyas murallas son como el agua de los mares inmensos , 

Y encontré lo que comienza, 

La palabra que termina, y la tierra de después . 

Sólo tengo un rostro de cera, y soy huérfano, 

Y sin embargo adonde voy llegan los ángeles 
Que me descubren el camino del Padre extraño 
Cuyo corazón es más dulce que corazón de padre 

[humano. 

Buscadme . Vengo del Reino de paz 
De esa paz que penetra hasta las piedras, 

Y siento piedad por el incesante polvo, 

De huesos humanos volviendo a la tierra quemada. 

Soy aquel que puede disolver el espanto 
De ser un hombre y de retornar a los muertos, 

¿Acaso mi cuerpo no es la maravillosa ceniza 

De la cual la tierra es la voz por donde habla la muerte? 

Antonin ArtaucL 


34 



[Hyéres, 9 de agosto de 1922.] 1 


Mi alma. Ayer, martes por la mañana, abandoné 
Marsella. Te envié algunas postales para que te sientas 
conmigo. Voy a quedarme en Hyéres tres días. De aquí 
partiré hacia un pequeño lugar en la costa llamado Ca- 
valaire. Te enviaré mi dirección. Aún no la sé. Es un 
lugar a orillas del mar, con pinos inmensos — muy dul- 
ce, muy silencioso y bastante banal. 

Estarás conmigo en el silencio, mi mejor, mi único 
pensamiento humano. 

Tienes un alma deliciosa. Escribes como ningún fran- 
cés lo hace. Se diría que uno bebe tu alma, que uno 
absorbe tu médula. Es un suspiro que se exhala, en tus 
cartas se escucha suspirar a tu alma con el sonido de 
una antigua música muy' lánguida. Y porque te expre- 
sas TOTALMENTE tienes frases que un gran escritor 
desearía firmar. Cuando lanzas esas palabras audaces y 
temes que no te comprenda es cuando te comprendo 
mejor. No tengas miedo de usar palabras que no va- 
yan juntas, es así como en general se expresan más 
cosas. 

1 Sin sobre. Procedencia indicada por una frase de la carta. A. A, debió 
abandonar Marsella el martes 8 de agosto de 1922, y esta carta se puede 
fechar el 9. 


35 



Te soñé dos o tres noches seguidas. Pero los sueños 
eran muy malos, desoladores para mí. Fue durante estos 
últimos ocho días en los que no recibí nada de ti — y 
después llegó tu larga carta, buena y deliciosa, que me 
devolvió el corazón. 

Dame noticias de tu salud. Estuve indispuesto du- 
rante dos semanas pero ya estoy mejor. 

¿Viste el número de Comoedia illustré 2 del mes de ju- 
lio aparecido el l 9 de agosto? Puedes escribirme a 35 
Bd. de la Magdeleine , Marsella 3 . Me enviarán las car- 
tas. Luego recibirás mi dirección. (Ves, ahora escribo, 

2 Le Théátre et Comoedia illustré (n*? 7, julio de 1922) contiene una 
página con fotografías del último espectáculo del Atelier: La vie est un 
songe, comedia en tres jornadas de Calderón de la Barca, traducción de 
Alexandre Arnoux, representada por primera vez el 20 de junio de 1922 por 
la compañía del Atelier en el Théátre du Vieux-Colombier. Vestuarios dise- 
ñados por Antonin Artaud. Paneles decorativos de Andró Fraye. Génica Atha- 
nasiou y Francine Mars interpretaron los roles de Estrelle, infanta y Ro- 
saura, dama. Antonin Artaud y Charles Dullin, los de Bazile, rey de Polonia 
v de Segismundo, su hijo. Las fotografías reproducidas en Comoedia illus- 
tré son tres retratos de Francine Mars, Charles Dullin y Génica Athanasiou, 
dominando varias vistas del espectáculo donde figura Antonin Artaud. El 
artículo que las acompaña, firmado por René Bruyez, da un resumen de la 
obra, seguido de una crítica del espectáculo y de los intérpretes. Estos son 
los extractos que podían interesar a A. A. y G. A.: Una decena de llamados 
¿2 escena, recompensó a los intérpretes entre los cuales conviene felicitar, en 
forma particular, a Antonin Artaud, el rey Bazile, que pronunció en el 2 9 
acto un monólogo de terribles dificultades y en el que encontró la forma 
de estar incomparablemente simple y maravillosamente real. Tuvo inflexio- 
nes discretas que acompañaban gestos sutiles y que hacían valer singular- 
mente la majestad de su personaje. . . . Mlle. Génica Atanasiou, de quien 
criticamos anteriormente algunas imperfecciones de estilo, fue en esta opor- 
tunidad, tal vez porque permaneció fiel a ciertas tendencias, una Estrelle 
compenetrada de su carácter. Su acento ¿igero, un no sé qué exótico que se 

desprende de ella, le permitieron vestir el traje de la Infanta convirtiéndose 

* 

por completo en su personaje . 

Marsella fue agregado en el margen frente a la línea donde se en- 
cuentra $1 final de la dirección. 


36 



sin querer, con tu estilo, ¿no te parece?) No sé hasta 
cuándo me quedaré en Cavalaire. Mi porvenir es bas- 
tante negro en París. ¿Qué será de mí? 

Sobre mi corazón Mi Génica. 


A. A. 

Antonin Artaud 4 . 


4 Por falta de lugar, A. A. colocó primero sus iniciales en la esquina 
inferior izquierda de la última página. Después escribió su firma completa 
oblicuamente en la esquina superior izquierda de esa misma página, sobre 
el primer párrafo: Dame noticias. . . 


37 



[Cavalaire, 11 de agosto de 1922.] 


€ 

Mi querida Génica, podrás escribirme durante algún 
tiempo a esta dirección: 

hotel des bains 
á Cavalaire (Var.) 

Esta noche tuve un lindo sueño contigo, estabas muy 
dulce, como eres, y me facilitabas una situación un poco 
penosa, pero el sueño era muy dulce. Estuve pensando 
en ti mientras me dormía y antes. Tengo el mar a vein- 
te metros. Estoy en una playa bastante fresca. Pero el 
lugar es banal, con un verdor rugoso y seco, y el mar 
sin inmensidad. De todos modos el aire huele bien. Tal 
vez me sienta mejor. Ves, te digo cosas muy banales, 
sin interés. Siento que mi cerebro está muy perezoso. 
Los viajes, aunque sean cortos, me perturban, me hacen 
perder el alma. Y además él Mediodía me causa horror, 
[Ah! encontrarme contigo a orillas de uno de esos su- 
blimes lagos suizos, o en los Pirineos. De Bagnéres-de- 
Bigorre guardo una sensación de grandeza y nitidez que 
constituye un recuerdo muy dulce. Te digo todos mis 
pequeños pensamientos. No tengo más que pequeños 
pensamientos y un alma chiquitita. Otra vez seré más in- 
teresante. Pero tú sabes que en esta carta no estoy yo, 
sólo una parte de mí. Tenemos un espíritu hecho de 


38 



tal manera que pasa la vida buscándose a sí mismo, 
buscando no las palabras, sino el estado mental sensi- 
ble o sentido que corresponde a SU espíritu. Se des- 
dobla pensándose y, una vez que el estado existe, las 
palaíbras llegan siempre. Lo difícil es fijar el estado, 
mantenerlo, prolongarlo . Perdón, hago trabajar tu ca- 
beza y necesitas reposo. Pero contigo, aún fatigado, en- 
contraría siempre cosas nuevas que decirte. Espero re- 
cibir pronto algo de ti. Lo necesito tanto 1 . Te beso la 
palma de la mano. 

Tu muy cansado, cansado 

Antonin Artaud 

Hotel des bains, Cavalaire, var. 


1 Frase escrita en el margen, a la izquierda, ligeramente por encima de 
la última línea del párrafo. Está encerrada con un trazo de pluma circu- 
lar del que parte una flecha que la remite a las palabras: de ti. 


39 



[ Cavalaire , 17 de agosto de 1922.] 1 


No, Génica, no, no estoy enojado. Conozco demasia- 
do bien el esfuerzo que me veo obligado a hacer para 
ponerme en estado de escribir. El alma del hombre no 
está en las palabras. Y además tengo confianza. Tu car- 
ta, tus postales me revelan sentimientos de una inten- 
sidad, de una cualidad tan rara que me hacen por fin 
poseer el ideal del amor perfecto, celeste , que tanto soñé. 
Y esta clase de amor no se experimenta dos veces. En 
consecuencia, creo en ti. Hay en tu alma y en mi alma 
cosas que necesitan encontrarse. Y si alguna vez la vida 
nos separara, nuestras almas, con el tiempo, podrían ci- 
catrizarse, pero serían iníeriores. Sí, me haces gustar 
cosas que pocos hombres tienen el privilegio de gustar, 
que la mayoría ignora. Y después del alma de mi es- 
píritu, eres el alma de mi vida, tan diferente de ti mis- 
ma que ni siquiera puedes llegar a imaginarlo. Enton- 
ces tranquilízate, sé silenciosa, si el silencio te complace, 
nos amamos más cuando no escribimos porque todas las 
palabras son una mentira. Cuando hablamos, traiciona- 
mos a nuestra alma. Bastaría con mirarse. Sentimos co- 
sas, pero el solo esfuerzo que hacemos para expresarlas 
es ya una traición. 

1 Ultima carta enviada a Cauterets. 


40 



Esta mañana, un poco antes de recibir tu carta, una 
calma, una certidumbre, una dulzura me invadieron ; 
con los ojos en el aire, bajo un techo de paja, con el 
mar delante, vi tu rostro dentro mío y por sobre mí,, 
lo sentí con los ojos de mi alma, durante muchos se- 
gundos no se movió, veía la expresión de tu boca, el 
tinte mate de tu piel, y tus ojos como el agua a tra- 
vés de las hojas frescas, brillantes, por eso me sorprendí 
cuando descubrí en tus palabras que me veías de la mis- 
ma manera que tú me veías 2 . En general cuando se con- 
templa una visión desaparece enseguida, y tú, tú te 
quedaste. 

Una noche, el 14 de agosto, asistí a un anochecer 
maravilloso, muy japonés, sobre el mar, con pinos muy 
negros como en el Japón, la luna grande, triste, y dulce, 
un poco enferma, amarilla, sucia, la calma sobre las 
aguas oscuras y esa gran flor de luz enferma, otoñal, 
que había nacido sobre las aguas. Tuve el espíritu muy 
enfermo durante cinco días, un regreso a la neuropatía, 
en el que la expresión sensible de mi conciencia me 
fue arrancada, no podía leer, ni escribir, ni pensar, no 
tenía pensamientos materiales, por dentro yo era más 
profundo pero incapaz de expresarme, paralizado 3 , aho- 
ra mi alma material ha regresado, y pensar que la locura 
hace perder hasta el alma espiritual. Difícil problema. 

2 Posiblemente A. A. cometió un lapsus y debemos entender que yo te 
veía. . ., más lógico. 

3 Con la palabra paralizado termina la última página del pliego; . . . 
ahora. . . hace perder escrito transversalmente en el margen de la cuarta 
página; el final de este párrafo, transversalmente en el margen de la 
tercera página; Ninguna noticia de Duüin . . . ¿Cómo nos volveremos. . . 
transversalmente en el margen de la primera página; el final de la carta* 
en el margen superior de esa misma página, reverso. 


41 



Soy un poco obscuro, tal vez me comprendas con di- 
ficultad. 

Ninguna noticia de Dullin. Yo también pienso que 
el Atelier no va a seguir adelante. ¿Qué va a ser de mí? 
¿Encontraré algún trabajo en París? Pregunta angus- 
tiante. . . ¿Cómo nos volveremos a encontrar? De to- 
dos modos sabes mi dirección. 

Siempre. Contigo. 

Mi alma sobre tus labios. 


Nanaqui. 



[París, 6 de mayo de 1923.] 1 


Génica, muy querida. Quiero contestar enseguida tu 
carta. Esto no significa que la haya esperado para es- 
cribirte, no quiero hacerte esperar más tiempo. Quería 
decirte cosas elegidas, hermosas y quería estar en esta- 
do. Voy a escribirte más largamente, muy largamente 
mañana. Te siento más que nunca, encuentro la mis- 
ma calidad de atmósfera, la misma tibieza, los mismos 
pensamientos en el aire que cuando nos conocimos. 
Hace un año ya. Un año de amor entero, absoluto. Es 
hermoso. Soy feliz y es por ti. 

Hasta luego.. Te estrecho entre mis brazos. Te hago 
entrar en mí. 

NAKY 2 . 


Mi escritura se parece a la tuya. 


1 En mayo y junio de 1923, G. A. permaneció en Bretaña. Esta carta y 
¡as siguientes están dirigidas a: Mademoiselle Génica Atanasiou / Hotel de 
Ilretágne / Locquirec / par Lanmeur / Finistére. 

- A. A. utiliza una postal. El último párrafo de la carta está escrito 
-en el margen superior, reverso. La firma, en mayúsculas, fue ubicada obli- 
cuamente, arriba, a la izquierda, frente al comienzo de la carta. La frase 
que sigue está agregada transversalmente en el margen. 


43 



[París, 6 de mayo de 1923.] 1 


Querida y buena Génica — acabo de escribirte unas 
pocas líneas porque sufrí un día de calor aplastante y 
estoy extremadamente cansado, pero tengo remordi- 
mientos, tengo miedo de que veas en eso una señal de 
indiferencia o de poco interés, y por nada del mundo 
quiero darte motivos de descontento o de satisfacción 
disminuida, quiero darte siempre la máxima satisfac- 
ción que te corresponde, que te pertenece por» tu amor 
y por tu alma, y por todo lo que te debo, y por todo 
lo que te mereces en nombre de la belleza, de la bondad 
de tu alma, por el valor del afecto que me das. Encuen- 
tro tu pensamiento, la forma de tu ser, la dulzura que 
emana de ti en cada átomo del aire; el verano me trae 
una riqueza infinita de recuerdos. 

Escribo esto que es una emanación lejana de mi pen- 
sar y que no traduce lo que siento sino que indica lo 
que siento del mismo modo que, por ejemplo, se deja 
una piedra en una comarca poco transitada para mar- 
car el paso de una misión, ella evoca lo que es sin plas- 
marlo. 


1 Esta carta, como la precedente, fue despachada en Paris-Gare du Nord. 
Las dos fueron recogidas el 6 a las 7h 30. Pero es posible que la primera 
haya sido despachada temprano, y la última en la noche del 5 al 6. 


44 



Puse tu fotografía encima de mi mesa de luz, contra 
la pared. La encuentro cada noche cuando regreso. 

. Si no estás satisfecha con esta carta no te enojes. 
Hago lo que puedo. Y no puedo demasiado, pero siento 
y pienso mucho en ti, lo sabes. Sabemos muy bien que 
estamos más allá de las palabras, más allá de los gestos, 
más allá de todas 2 * esas figuraciones furtivas del pen- 
samiento. 

Las rocas no están en Locquirec, sino mucho más 
lejos, sobre la costa, a 4, tal vez a 8 kilómetros de allí. 

Hace algunos meses envié dos poemas cortos a la 
Nouvelle Revue Frangaise. Jacques Riviére (el direc- 
tor) acaba de contestarme que no puede publicarlos 
pero que le interesaron lo suficiente como para desear 
conocerme :{ . Tal vez se trate de una nueva puerta pron- 
ta a abrirse. Los dos retratos que comencé son inmun- 
dicias innobles 4 * * * * . 

Liliom se representará el 3 1 de este mes r> . Los Pitoéff 

2 Tous en el original, A. A. debió querer escribir primitivamente un 
sustantivo masculino. Olvidó corregir el adjetivo. Por otra parte, el sustan- 
tivo está tachado: debajo de figurations, se puede leer figures. 

En efecto, la carta que abre la Correspondance avec Jacques Riviére 
está fechada el l 9 de mayo de 1923 (cf. Oeuvres completes, tomo I, p. 19). 

4 Aproximadamente en esta época A. A. comenzó los retratos de Mlle. 

Yvonne Gilíes, joven pintora que conoció en Dinonne-les-Bains, y de su 
nadre. Muy posiblemente se trate de estos dos retratos. 

•* A. A, parecía no querer formar parte de la compañía del Atelier en 
la temporada 1922-1923. Sin embargo participará en muchos espectáculos 
al comenzar la temporada: 

El 18 de octubre de 1922, el Atelier monta UAvare, de Moliere; inter- 
preta el papel de Anselme, G. A. el de Dame Claude, criada de Harpagon. 

El 3 de noviembre de 1922, crea el papel de Apoplexie, G. A. el de 
Colique, en La Mort de Souper, moralidad en un acto en verso de Nicole 
de la Chesnaye, según “La Condamnation de Banquet” (siglo XVI), adap- 
tación de Roger Sémichon, Vestuarios y decorados de Andró Eoy. Música 
de Mme. J. Herscher-Clément. 

El 20 de diciembre de 1922, crea el papel de Marc Fongi en La Voíupté 
de VHormeur, comedia en tres actos de Luigi Pirandello, traducción de Ca- 


45 



son verdaderamente encantadores. Como se puede so- 
ñar que deben ser cuando los vemos en el escenario, 
tan dulces e interesantes como uno espera que sean. 
Y no sé si me equivoco pero me parece que Pitoéff tie- 
ne cierta estima por mí e incluso algo que podría lla- 
marse deferencia, no por lo que hago con él sino por 
lo que puedo ser. Si cree que no hago exactamente lo 
que él imaginó, dice: En realidad no sé, habrá que ver 
lo que usted hace con la iluminación, tal vez resulte 
muy bien. 

Kouchita 6 me dijo que te había encontrado asom- 
brosamente delgada. 


mille Maílarmé. Decorados de Guy Dollian. En el mismo espectáculo, una 
de las más célebres creaciones del Atelier: Antigone , tragedia de Sófocles, 
adaptación libre de Jean Cocteau. Música de Honegger. Decorados de 
Picasso. Vestuario de Gabrielle Chanel. G. A. fue Antígone, papel en el que 
obtuvo un éxito muy grande; Charles Dullin fue Créon y A. A. el adivino 
Tirésias. 

El 13 de febrero de 1923, G. A. y A. A. crean los papeles de la Belle 
Pomponina y de Pedro Urdemalas en Monsieur de PygmeSion, farsa tragi- 
cómica de hombres y marionetas en tres actos y un prólogo de Jacinto Grau, 
traducción de Francis de Miomandre. Decorados de Touchagues. 

El 20 de marzo de 1924, aparece por última vez en el Atelier interpre- 
tando el papel de Charlemagne, G. A, el de Esclarmonde, en Huon de 
Bordeaux, melodrama mágico en nueve cuadros de Alexandre Arnoux. Mú- 
sica de Alexandre Tansman. Decorados Touchagues. Vestuario de Guy Dollian. 

La partida de G. A. a Bretaña precipitó, sin duda, su ruptura con el 
Atelier. Entonces fue contratado por Jacques Hébertot que dirigía el con- 
junto de teatros de los Champs-Elysées. Esta carta permite fechar este acon- 
tecimiento en abril-mayo de 1923. Antes del fin de la temporada 1922-1923 
y al comienzo de la temporada 1923-1924, A. A. trabajará en la compañía 
de Pitoeff y en los espectáculos montados por Komisarjevsky y por Jouvet. 

El ensayo general de Liliom, obra en siete cuadros y un prólogo de Fran- 
<¿ois Molnar, traducción de Mme. de Comminges y M. Adorjan, música de 
Henri Breitenstein, dirección de Pitoéff, tuvo lugar finalmente en la Co- 
médíe des Champs-Elysées el 8 de junio de 1923. A. A. interpretó el papel 
de uno de los Dos Detectives y de uno de los Cuatro Policías. 

6 Igual que G. A., Vassili Koushitachvili (o Kouchitachwili o Kouchita- 
chvida o Kouchitachvilli) formaba parte de aquel primer equipo del Ate- 
lier que en julio de 1921 abandonó París para instalarse en Néronville, y 
en una granja en Moret-sur-Loing representó, sin ningún éxito, su primer 


46 



Anteayer fui a ver el primer espectáculo de la Chi- 
mére 7 . Me pareció insignificante e insoportable, una 
puesta en escena grotesca. (Por ejemplo, la llegada de 
un carro precedido de un ruido increíble de globos pin- 
chados, sillas dadas vuelta y gente pegándose en el tras- 
te, que me hizo reventar de risa 8 ) . Los actores, sin em- 
bargo, son buenos y sólidos. La pared blanca en círculo 
e iluminada es de un efecto sorprendente. La escena 
da la sensación de infinito. Parece que uno palpa toda 
la extensión del cielo. 

Te dejo porque es muy tarde, besándote y dicién- 
dote hasta pronto, mi querido amor. Con todo mi co- 
razón. 


Antonin Artaud. 


espectáculo. La segunda representación de ese espectáculo (cuatro piezas 
cortas) tuvo lugar en Cháteau-Landon y tuvo un éxito triunfal. Como A. A., 
Kouchita sabía dibujar y el vestuario de Divorce, de Regnard, una de las 
obras de este primer espectáculo, fue firmado por él. En 1923, igual que 
A. A., trabaja en la Comedie des Champs-Elysées. El 10 de abril de 1923, 
es el régisseur de Six personnages en quete d’auteur, de Luigi Pirandello, 
y el 22 de noviembre, crea el papel del autor en La Petite B ataque, de 
Alexandre Block. Luego lo volvemos a encontrar en el Atelier donde se 
convierte en uno de los colaboradores más próximos de Dullin. Continúa 
dibujando los decorados y el vestuario de muchos espectáculos y Dullin le 
confía también algunas puestas en escena. En la temporada de 1924-1925, 
es nombrado régissevr general del Atelier y cambia entonces su nombre por 
el de Kouchita. Dullin le confía, durante su ausencia en la temporada de 
1925-1926, la dirección del Atelier. 

7 Baty inauguró la Baraque de la Chimére, el 2 de mayo de 1923, con 
Le Voyageur, un acto de Denys Amiel, y Je veux revoir zna Normandie . . 
tres actos de Lucien Besnard. 

8 Nosotros cerramos el paréntesis abierto por A. A. y que él olvidó cerrar. 


47 



[París, 8 de mayo de 1923.] 


Corderito, no te enojes porque no te escribí en estos 
dos días. Sentí mi espíritu en ebullición. Imposible sa- 
car nada de él. 

Esta noche, a la salida del último ensayo de Liliom, 
Hébertot, después de haberme hecho algunos cumplidos, 
me preguntó si me encontraba a gusto con él y si quería 
volver a trabajar el año que viene. Le contesté que no 
pedía otra cosa. Discutiremos las condiciones un día de 
estos. Hoy recibí un expreso de Tristan Tzara para re- 
presentar una pieza suya \ Pasé un día desagradable. 
Ahora son las cinco de la mañana. Imposible dormir. He 
adelgazado muy visiblemente en tres días. Observé que 
hay una extraña relación entre mis disposiciones men- 
tales y la consistencia de mi carne. En este momento 
mi vida es lenta, inmóvil, el cerebro muerto, el alma 
que se busca, aguja enloquecida y fuera de sí misma, sin 
sustancia. Todo esto se traduce físicamente. 

Te estrecho con todas las fuerzas de mis brazos. 

pobre N A K Y. 


1 Esto parecería significar que Tristan Tzara habría pensado en A. A. 
rara confiarle o bien la puesta en escena de Mouchoir de Ntiages o bien un 
rapel en esta pieza que fue representada el 17 de mayo de 1924 en el 
Théátre de la Cigale, siendo su director Marcel Herj-and. 


48 



[París, 9 de mayo de 1923.] 


\ 


Querida alma mía, mi única amiga, mi querida. 

Durante todo el día estuve pensando en ti, hoy y siem- 
pre, tu pensamiento llena cada vez más los mínimos in- 
tervalos de mi vida, me eres necesaria al doblar cada 
esquina. Estoy celoso de cada pareja que veo pasar, es 
cierto, es una quemadura real. Tengo tanto miedo de 
que mi última carta no te haya gustado. Acabo de salir 
del Atelier donde vi el nuevo espectáculo *, me siento 
desamparado. 

Dullin causa un efecto mágico en la pieza de Achard 
Lo encuentro como nunca lo había visto, como me lo 
Imaginaba — como se lo puede ver en la fotografía que 
robé (El vendedor de sombras 1 2 ) : enfermo, pequeño, 

1 El nuevo espectáculo del Atelier del 8 de mayo de 1923 comprendía 
La Promenade du prisonnier, comedia en dos actos de Jean Blanchon y 
Celui qui vivait sa mort, un acto de Marcel Achard. Vestuarios y decorados 
de Touchagues. En la obra de Achard, Dullin representaba el papel de 
Charles VI y, el de Lucien Chotard, en la comedia de Blanchon. Vital 
Geymond, Lucien Arnaud y Mme. Mars (llamada Mme. Dullin en el pro- 
grama) sólo actuaban en la pieza de Achard en la que representaban los 
papeles de Jacques Gringonneur, le Fou du Roi y la Reine Isabeau de 
3a viere respectivamente. 

2 En 1910-1920, Gémier se instaló en el Cirque d’Hiver para realizar 
'as Fiestas del Pueblo, suerte de tramoyas de gran espectáculo. El 9 de 
marzo de 1920, en el marco de Spectacles de la Vieille France, presentados 
por M. Gémier, se representó La Grande Psstorale > Misterio Provenzal en 
tres actos y seis cuadros de MM. Charles Hellem y Pol d’Estoc, viejos vi- 
llancicos y aires populares adaptados por M. H.-M. Jacquet por autorización 


49 



agudo, menudo y grandioso, alucinante con nada, con una 
grandeza estridente, maravillosa. 

El resto no existe. Vital aparece como un alumno tor- 
pe. Es apagado y desmañado, sin acento, nada. Amaud 3 , 
sin embargo, hace un bufón colorido, la vida desborda. 
Mme. Mars, ¡ay!!!! La decoración es lamentable: una 
cortina de fondo cubista, el trono de La Vida es sueño 
sobre las escaleras de Carlomagno y en un costado el 
tapiz del Emir 4 , todo entre repugnantes 5 cortinas gri- 
ses. Puedes imaginarte el aspecto que tiene. La primera 
pieza es insignificante y mal representada. Dullin está 
tan mal como bueno en la siguiente. La claque espiaba 
las ocasiones para aplaudir 6 . No encontró muchas a pe- 
sar de su deseo. 

Antes que Liliom, Pitoéff va a reponer una obra de 


especial de Mme. Frédéric Mistral. Decorados de Emile Bertin. Dirección 
Gastón Baty, Participaban en el espectáculo además de un número impresio- 
nante de actores, tamborileros y faranduleros de Provence, cantantes, bailari- 
nes, atletas, extras, osos, asnos, perros y otros animales amaestrados. Este 
espectáculo de inspiración folklórica era, según las declaraciones de Gémier, 
la primera de las fiestas de la patria chica. Las ropas estaban imitadas de 
las estampas de nacimiento. Dullin representaba el doble rol de Colpor- 
teur y de Marchand d’Ombres, personaje satánico, maquillado en blanco, 
provisto de una larga cola visible bajo la capa corta, que circulaba en la 
sala en medio de los espectadores. 

3 A. A. cometió un lapsus curioso: Amaud está escrito sobre Artaud. 

4 Para La vie est un songe , cf. nota 2, carta del 9 de agosto de 1922. En 
Huon de Bordéame (cf. nota 5, carta del 6 de mayo de 1923) se encontraban 
las escaleras de Carlomagno, así como el tapiz del Emir, ya que la acción 
se desarrollaba en parte en un Oriente fabuloso, en el palacio del Emir de 
Babilonia y en el palacio del enano Augeron en el bosque de Palestina. 

6 En el original encontramos dégouttants y no dégoutants. Como no se 
trata de una falta habitual en A. A. hay que admitir que esta ortografía es 
aquí deliberada y probablemente irónica. 

6 Los miembros del Atelier estaban asociados a su destino y eran los 
primeros accionistas de la compañía. Pero, a su vez, el público podía con- 
vertirse también en accionista. Una acción de 200 francos daba derecho a 
una platea por cada espectáculo representado. 


50 



Bernard Shaw que se dio el año pasado T . Tengo un pa- 
pel insignificante. Por otra parte, todos los actores tra- 
bajaron ya en la representación anterior. 

Permite que te abandone un instante, me duele mu- 
cho la cabeza. Me voy a acostar. Escríbeme, amiga mía, 
hasta pronto. Te beso desde el fondo del alma. 

Tu 


Antonin Artaud. 


" Androclés et Je Lion, fábula dramática de Bemard Shaw en un prólogo 
y dos actos, traducción de Agustín y Henriette Hamon, decorados y vestua- 
rios de Franz Masereel, fue representada en la Comedie des Champs-Elysées 
el 3 de marzo de 1922, con Michel Simón en el papel de César. Cuando se 
la repuso, el 18 de mayo de 1923, Georges Pitoéff se desempeñó en ese 
papel y A. A. en el de Retiarius. 


51 



[París, 11 de mayo de 1923.] 1 


Mi ángel, mi querida, Dulce mujer. 

Hoy tuve ganas de colgarme. Digo GANAS. Quiero de- 
cir que estaría dispuesto a desaparecer si ello pudiera 
hacerse sin pena ni molestia. Hace un tiempo lamenta- 
ble. Pero mis malas disposiciones de espíritu me afligen 
mucho más que el tiempo. Lamento mucho haber acep- 
tado este compromiso con la . Comédie des Champs- 
Elysées. No puedo más. Creo que mi familia me dejaría 
ir con bastante buena voluntad a donde yo quisiera. 
Sólo pienso en encontrarme contigo en alguna parte, en 
el campo. Comienzo a sentir una terrible sed de tu ter- 
nura. La gozaría más violentamente que nunca. 

Di un vistazo a las críticas del Atelier. Todos los dia- 
rios exaltan a la madre Mars, a Vital, a Longuet, cuya 
nulidad era tan flagrante 2 Es una constatación precio- 

1 Papel y sobre con membrete: CAFE DE LA REGENCE. Un pequeño 
rectángulo de 6 por 6,8 cm fue arrancado con cuidado en la parte inferior 
izquierda de la carta. 

2 En La Promenade du prisonnier (cf. nota 1, carta del 9 de mayo de 
1923), Eve Longuet representaba el papel de Marguerite Boudier. En 
efecto, la prensa fue muy favorable. Henri Jeanson: . . .aprecié la gracia 
tierna, la emotividad sincera y sobrecogedora de una actriz muy inteligente , 
Mlle. Eve Longuet que está en ¡a escuela, la buena escuela del Maestro. 
Noziére (L* Avenir) : Mlle. Eve Longuet tiene inteligencia y sensibilidad ; 
es una actriz de porvenir. Eugene Marsan (París- Journal ) : Entre los que 


52 



sa. Es desopilante. Y, por otra parte, resulta alentador. 
Es asqueroso 3 . 

Hace mucho que pensaba escribirte, pero me siento 
tan deprimido que, por hoy, no puedo seguir más ade- 
lante. Beso tus labios. 


Antonin Artaud. 


la rodean hay que elogiar a Geymond Vital y Luden Arnaud. Mme. Dulliñ 
es una Isabel de Barriera que tiene mucha gracia y autoridad . Mlíe. Eve 
Longuet es lina, novelesca, ingenua. No se comprende cómo una Parisina 
como ella puede volverse tan provinciana y seguir siendo encantadora. 
Podrían multiplicarse los ejemplos. 

3 Cf. nota 5, carta del 9 de mayo de 1923. El hecho de que en esta 
misma carta gouterais, un poco más arriba, tiene una ortografía normal, 
nos confirma que la ortografía de dégouttant debe ser intencional. 


53 



[París, 13 de mayo de 1923.\ 


Mi dulce rumana, mi bella mujer, mi amiga. Me 
muero de aburrimiento. Me siento solo. Escríbeme a 
menudo. Sin embargo, esto no basta. Eres el centro, el 
comienzo y el fin de mi vida. Me parece que estoy ausen- 
te de mí mismo. Las últimas horas del día son horribles. 

Pensar que voy a regresar a casa y que no encon- 
traré a nadie. Tu presencia ligaba el comienzo y el fin 
de mis días. Tenemos que combinar para no pasar el 
verano separados. Y volver juntos a París. 

Hace un frío terrible después de dos días de calor 
sofocante. Durante estos últimos días pasé por el Quar- 
tier Latín. Me recuerda mucho a ti, mucho más que 
Montmartre. Se diría que tu nombre está escrito en el 
aire. Hueles bien. Eres suntuosa y dulce. Eres inacce- 
sible y muy próxima y muy menuda. Eres una hermosa 
mujer que se desea y una niña que uno se asombra de 
encontrar entre los brazos. Te amo. 

Por fin pude ver Martina en la Chimére ayer a la 
noche \ Jamois está verdaderamente muy bien. Lo que 


1 El 6 de mayo de 1923, Baty repuso en la Bara^ue de la Chimére 
el espectáculo presentado el 10 de mayo de 1922 en el Théátre des Mathu- 
rins: Martine, cinco cuadros de Jean-Jacques Bemard, decorados de Char- 
les Salanville e Intimité , un acto de Víctor Pellerin. Vestuario de Boris 
Mestchersky. Dirección de Gastón Baty. En la obra de Jean-Jacques Ber- 
nard, Marguerite Jamois desempeñaba el papel de Martine, el campesino 
fue representado por Gabriel Vierge y la abuela por Gemíame Michel. 


54 



ella hace es extremada y asombrosamente justo y sen- 
tido pero no tan conmovedor, aunque incontestablemen- 
te muy bello. La pieza es bastante anodina. Tiene cierto 
encanto. El campesino está muy bien. La abuela exce- 
lente. La puesta en escena del último acto es bárbara. 
Todo tiene un sentido, desde el tic tac del reloj hasta 
la ventana que se cierra. Es, por otra parte, lo mejor 
de la pieza. Los árboles pintados son innobles, sobre 
todo el primero. Al segundo no le falta cierto estilo. Con 
el juego de luces, evoca bastante bien el otoño. Hay allí 
una indicación interesante desde el punto de vista de 
la iluminación y la importancia de dos o tres elemen- 
tos X 2 . Todo eso da una impresión de solidez que Du- 
llin, por más que busque, nunca encontrará. Si el teatro 
francés da un paso adelante, Baty podría servirle de 
algo, pero Dullin nunca. La segunda pieza, bastante po- 
co profunda, da también la impresión de un paso ade- 
lante. Por lo menos se nota un esfuerzo, una búsqueda 
que no se percibe en el Atelier. Mi querida, estoy exce- 
sivamente apurado de dinero en este momento. No pude 
cobrar lo que me debían del Atelier 3 . Quisiera escribirte 
todos los días pero delante de la hoja de papel no en- 
cuentro nada, aunque mi cabeza está llena de pensa- 
mientos. 

Escríbeme pronto cualquier cosa, te amo, te amo, ami- 
ga, amiga, amiga, amiga . . . 


Antonin Artaud 4 . 


2 La explicación de este signo se encuentra en la carta del 23 de mayo 
de 1923. 

3 Probablemente por las representaciones de Monsieur de Pygmalion y 
Huon de Bordeaux (cf. nota 5, carta del 6 de mayo de 1923). 

4 El último párrafo y la firma están escritos trans versalmente en el 
margen de la segunda página de la carta. 


55 



[París, 14 de mayo de 1923 .} 1 


Mi querida, 

No sé qué encargo me hiciste ni a qué haces alusión 2 . 
Te ruego me digas dónde dejaste las dos cartas y quien 
debía remitírmelas. 

Nadie me ha dado nada. 

Ayer te envié un número de Comoedia Illustré. Me 
ocuparé de enviarte los caramelos que me pides. 

Si se trata de la caja de maquillajes, el portero del 
Atelier habló conmigo, pero en este momento trabajo 
casi todas las noches. Iré en la primera ocasión que se 
me presente. 

¿Por qué me hablas en ese tono? Me has causado 

pena. Te amo. Por fin anoche fui 

a ver a los Fratellini 3 . Te hablaré de ello más exten- 
samente, pero lo menos que puedo decirte es que me 
decepcionaron Sen hábiles, por cierto, pero no tienen 
verdadera comicidad. Lo que hacen no tiene sal y es 


1 El sobre fue desgarrado y el sello de correo arrancado en parte. Sólo 
se ve que la carta fue despachada en la calle Hallu. Como está dirigida al 
hotel de Bre tagne Loequirec, tiene fecha de 1923. Por otra parte, trata, 
como las siguientes, del asunto de los caramelos. Todavía no han sido en- 
viados y como lo serán el 15 de mayo, se la puede fechar el día 14. 

2 Cf. al respecto la carta del 20 de mayo de 1923. 

3 En mayo de 1923, los tres Fratellini actuaron en el Cirque Medrana. 


56 



del mismo nivel que las estupideces de Arnaud. Piensa 
en las farsas que se podrían crear lindando el borde de 
lo siniestro, algo de loco donde incluso el tono de voz 
tuviera un sentido, con oposiciones entre lo burlesco y 
lo humano y real, lo humano de todos los días. 


Con todo mi corazón. 

NAKY. 


Voy a escribirte muy extensamente 4 . En este mo- 
mento mi espíritu se mejora un poco. Escríbeme lo- 
más pronto posible. 

Muchos cariños, mi hermoso ángel. 


NAKY. 


4 Estas líneas se encontraban en el mismo sobre que la carta prece- 
dente. Con la misma tinta negra. Pliego doble del mismo papel de carta 
blanco de 11,1 por 17,4 cm. Sólo se utilizaron las páginas exteriores. En 
la mitad superior de la cuarta página se encuentra el primer párrafo 
escrito er forma oblicua y ascendente; en la primera página, utilizada 
en sentido transversal, la última frase está escrita debajo de un trazo hori- 
zontal bastante largo, después la firma. 


57 



[París, 15 de mayo de 1923 . ] 1 


Mi querida, 

No hacen más caramelos en Lutecia, parece que por 
«1 calor. Los busqué fuera pero por temor de que no 
te gustaran te envío un cuarto en lugar de una libra. 
Todas mis caricias. 

Antonin Artaud. 


1 Postal do P.T.T. 


58 



[París, 19 de mayo de 1923.] 


Mi querida, mi ángel, 


No me escribas más así. Sabes bien que te envié me- 
nos caramelos porque no sabía' si habría de gustarte. 
Con respecto al embalaje, no tengo nada que ver. Es 
una falla del vendedor. ¿Por qué insistes en eso? Es 
penoso para mí. No te imaginas la importancia que to- 
man semejantes cosas cuando se las ve escritas. 

Será necesario que te las arregles para estar aquí el 
13 en lugar del 15 de junio, así podremos vernos más 
tiempo. Mi familia vendrá alrededor del 21 de junio. 
Estoy en libertad de ir a Cauterets o a otra parte. Ha- 
bría un solo impedimento, que mi familia decidiera ir 
también. 

Acabo de ver la Nouvelle Revue Frangaise \ Jacques 
Riviére me dijo que había verdaderos hallazgos en mis 
poemas, que lo habían impactado, pero también oscu- 
ridad de sentido y expresiones poco acertadas. Es, en 

1 A. A. no quiere decir que acaba de ver un número de la revista, sino 
que la Nouvelle Revue Franca ise designa, en este caso, a los escritores que 
la componen. 



resumen, mi propia opinión. ¿Te convences, ahora, de 
la debilidad de mi pensamiento? 

Te dejo porque estoy en un café y ya cierran: son 
las dos. Hasta pronto, mi bello ángel a quien no pueda 
besar y que me hace estremecer. 

NAKY. 


60 



[París, 20 de mayo de 1923.] 


Mi querida, mi adorada, 

Por fin acabo de encontrar tus dos cartas en los li- 
bros que me habías traído 1 . Trataré de ocuparme de 
tu encargo lo más pronto posible. Si pudieras escribir- 
me todos los días. No sabes lo bien que me hacen tus 
cartas. Te adoro. 

Esta tarde estuve con Lugné-Poe. Ayer lo encontré 
por casualidad y me invitó a presenciar un ensayo de 
su nuevo espectáculo. La pieza es muy curiosa: una 
mezcla de Strindberg y D’Annunzio o, si lo prefieres, de 
Strindberg con cierto sabor a sensualidad italiana 2 . Tie- 
ne una atmósfera espectral y enfermiza muy bella. El 
ensayo transcurrió en calma. Pero hubo un minuto ma- 
ravilloso. Fue cuando Lugné-Poe subió a escena para 
darle una indicación a un actor. Representó un fragmen- 
to en forma conmovedora y grandiosa. La emoción de 
la pieza es cerebral e interior. Le bastaron dos o tres fra- 

1 Esta es la explicación del malentendido (cf. carta del 14 de mayo). 

2 Passions de fantoches, obra en tres actos de Rosso di San Secondo, 
traducción de Alfred Mortier, que debió ser representada el 24 de mayo 
de 1923 en el Théátre de l’Oeuvre; Lugné-Poe interpretaba el papel de 
Celui qui ne devait pas survenir. Respecto de él, la crítica evocaba los 
-.'ombre de Ibsen y Pirandello. En el mismo espectáculo reposición de On 
flnit souvent par ou on devait c ommencer. Sinfonía doméstica en tres jor- 
radas de Frangois Turpin, representada por el Théátre d’Art Athéna. 


61 



ses para hacer subir lágrimas a mis ojos. Por otra parte, 
está dotado de un aspecto imponente, tan alto y con 
sus cabellos blancos. Recuerda en algo a Stanislawsky, 
un poco más agudo y menos delumbrante 3 . Es un gran 
actor. A la salida del ensayo lo encontré en su camarín. 
Me preguntó cuándo le llevaría una pieza que, según 
dijo, montaría inmediatamente. Qué lástima que no pue- 
da trabajar. Me preguntó también cuáles eran mis in- 
tenciones respecto al teatro. Y prometió darme un pa- 
pel muy importante para noviembre en la Sonata de 
los Espectros de Strindberg — donde todas mis cuali- 
dades e incluso mis excesos (así dijo) podrían encon- 
trar material para expandirse. Parece que es el rol de 
un viejo chocho sentado en un pequeño coche. Me lo 
dijo así como así, sin que yo le pidiera nada. Estuvo 
encantador. Me pidió mi pequeño libro de versos que le 
regalaré como homenaje 4 . Y también hizo alusión a un 
papel: un tal Fuldall en Jean-Gabriel Borkmann de 
Ibsen. Debo ir a copiarlo una de estas tardes. Me pidió 
que' trabajara sobre él este verano con el objeto de 
aprenderlo para la próxima temporada. Cree que será 
un éxito para mí, que me llenará de satisfacciones y 
hará, también, honor a la obra 5 . 


3 El director Stanislawsky estuvo con el Teatro Artístico de Moscú, 
dando una serie de representaciones en el Theátre des Champs-Elysées, 
del 5 al 13 de diciembre de 1922, además de una función suplementaria 
de despedida el 24 de diciembre, antes de embarcarse para Norteamérica. 

4 Trie Trac du Cieí (Editions de la Galerie Simón), ilustrado con gra- 
bados sobre madera de Elie Lascaux, se acabó de imprimir el 9 de mayo 
de 1923. Se tiraron cien ejemplares en papel de Arches, diez copias de 
chapelle y dos ejemplares destinados al depósito legal. 

K A. A. hizo su debut como actor en L’Oeuvre, el 17 de febrero de 
1921, en Les Scrupules de Sganareíle , de Henri de Régnier, en la que hizo 
el papel de un burgués trasnochado. 

Más tarde recordará: 


62 



Todo esto es muy hermoso y una ganga inesperada- 
Acabo de regresar del teatro en el automóvil de Jim Gé- 
ralds que me invitó muy amablemente 6 . 

Te espero el 13 de junio. Tengo hambre de verte- 
Me muero de aburrimiento. ¿Te dije que mi libro había 
aparecido? Te enviaré un ejemplar la semana próxima, 
cuando Kahnweiler me dé los tres que me corresponden. 

Uno de mis primeros papeles en el teatro fue el de un hombre que • 
aparecía en la última escena de un acto insípido , beato , inerte, vacío, dra- 
mático y sobrecargado y que decía en dos tonos desfasados: 

¿Se puede entrar? “¿Se puede entrar?” 

¿SE PUEDE “ENTRAR”? 

Luego caía el telón. ( LTntempestive Mort et “ VAveu ” de Arthur Ada- 
mor, Les Cahiers de la Pléiade , n? 2, abril de 1947.) 

Lugné-Poe estimaba mucho a A. A., prueba es la crítica que escribió 
para L’Eclair (18 de diciembre de 1922) a propósito de La vie est un 
songe: Un detalle me regocija más que nada en el éxito del Atelier, 
es la personalidad naciente y resplandeciente de su mejor colabora- 
dor; Antonin Artaud. Yo ya lo había adivinado. Antonin Artaud actuó 
en L*Oeuvre : innumerables dificultades me impidieron hacer lo que yo 
hubiera querido por Antonin Artaud. Esto no es una razón para que no 
me sienta feliz del lugar que Dullin supo, con inteligencia, crearle. Antonin 
Artaud es un as. Tiene luz, lo que es muy raro en los jóvenes comediantes 
que sueñan con el oficio como si fuera una profesión de resultados rápidos 
y lucrativos. Había señalado ya la llama poética del espíritu de Antonin 
Artaud a mis camaradas , pero su dicción, difícil , hizo tropezar sus pri- 
meros intentos, necesitaba la ocasión sagrada que encontró en el Atelier. 
Con Henri de Régnier, cuando se representó Les Scrupules de Sganarelle, 
quedamos encantados con la silueta que este asombroso artista, entonces un 
extra, compuso de un burgués despertado en medio de la noche. Su ma- 
quillaje y sus actitudes eran las de un pintor perdido en un ambiente de 
comediante. Extremadamente sensible, inteligente, exasperado de belleza, 
Antonin Artaud podrá ser la llave del éxito del Atelier ; sólo necesita crear 
a su alrededor su ritmo. Es una pena para mí no haberlo podido ayudar 
tan bien como Dullin lo ha hecho. 

En 1897 Lugné-Poe presentó Jean-G abriel Borkman, de Henrik Ibsen, 
traducción del conde Prozor. La reposición que soñaba se realizó recién el 
10 de noviembre de 1926, oportunidad en que volvió a representar el papel 
principal. El que proponía a A. A. era el de Wilhem Foldal. 

e O Jim-Géralds, actor de la compañía de Georges Pitoeff, donde in- 
terpretaba los rondeurs cómicos. En Liliom hacía el papel de Linzmann y 
además era uno de los Trois Athlétes del prólogo. 


63 



No quiero que nos separemos más. Donde vayas ire- 
mos juntos. 

Puse tu fotografía contra la pared. Hace algo más 
que recordarme tu imagen. Me recuerda el olor y la 
densidad de tu carne. Es suave y firme, dulce y pe- 
netrante como tú, y llena de poesía. 

Escríbeme todos los días . Aunque sea una carta bre- 
ve; y no me hagas reproches, sobre todo injustificados. 
Por otra parte, casi todos tus reproches son injustos y 
crueles —te adoro. Siento que mi vida cambiará mu- 
cho el año que viene. Esta tarde 7 pensaba qué bien po- 
dría estar contigo si estuviera sano. 

Todo mi corazón, dulce Génica. 


Antonin Artaud. 


7 Cette apres-midi : en femenino, como al comienzo del segundo párrafo 
<lel original; mientras que un poco más arriba emplea el masculino. 


64 



[París, 20 de mayo de 1923.] 1 


ESCAPARATE CAPRICHOSO 

Mercancías de cabezas y cuerpos 
ridículos, escaparate desenfrenado 
Que se lanza sobre nuestro pensamiento 

Pulgares divinos socorredme 

Para esculpir esas frentes que reculan 

Esas orejas tensas de metal 

Esas mejillas que las rosas abotagan 

Y esas bocas que se reúnen 
Bajo el contacto de mis dedos 

El escaparate danza y se agranda 
Asombroso juego de masacre 

“Los cabellos lucientes y grasos 
Cubren con hierba negra y pesada 2 
El rojo de la oreja sorda 

Y los cuellos bardados de grasas 


1 Este poema se encontraba en un sobre separado, despachado el mismo 
día," a la misma hora: 17h30 y en la misma oficina de correos: Paris-Gare 
du Nord, que la carta precedente. 

2 El verso era primitivamente así: 

Couvrent d’un herbe grasse et lotirde 


65 



Los labios detienen a los perros 
Con sus chasquidos intensos 
La abundancia del silencio 
Se recubre de ladridos 

Tended inmutables 3 cejas 
La indulgencia de vuestras ramas 
Sobre la piedra tenaz y dura 
De los rostros que sorprendí” 

Inalcanzable solidez 

Flujo y reflujo. Desapareced 

Con vuestros cráneos de rocas 

Sed rocas, sed la frase 

Que tiembla en la boca de un hombre 

Que tropieza en su pensamiento. 


NAKY. 


pero frente al margen Antonin Artaud escribió noire y un trazo de pluma 
que va de un adjetivo a otro indica que noire debe ocupar el lugar de grasae. 
Substitución hecha, sin duda, para evitar una repetición, graa termina el 
verso anterior. 

3 Immuabf.es en el original está en singular, pero se trata de una dis- 
tracción de A. A.; en efecto, una versión corregida de $ste poema apareció, 
con el título de Boutique de J’áme, en la revista CAP (n^ 1, abril de 1924), 
y nos proporciona el verso así reformado limmuables aourcils. 


66 



[París, 23 de mayo de 1923 .] 


Mi querida, hace tres días que no tengo noticias tu- 
yas. Tengo tanto miedo de que estés enferma. Te lo 
suplico, escríbeme pronto. No puedo arreglármelas sin 
ti. Me siento como un gato perdido cuando no estás con- 
migo. Cuento los días. Me parece que tu silencio te aleja 
aun más de mí. Es desolador. Te escribo esto, a la no- 
che, muy tarde, en Edén Chope, donde me refugio to- 
das las noches para escribir, leer y pensar en ti. ¿Qué 
quieres que haga? X Te vuelvo a poner este signo 
porque sigo apurado de dinero. No puedo vivir con lo 
que tengo. Mis gastos aumentaron, tengo que despla- 
zarme bastante y, como estoy solo, voy más al café. Leí 
a Kahnweiler la poesía que te envié. Le pareció que era 
lo más hermoso que yo había hecho, que señalaba un 
paso adelante en mí y que le asombraría mucho que 
Jacques Riviére, a pesar de lo que me dijo, no la acep- 
tara. Porque representa un estado de ánimo auténtico 
de nuestra época. ¿Qué piensas? 

Yo, yo quiero creer que es hermosa. 

Supe que todos los artistas de Pitoéff ganan entre 
900 y 1000 francos y muchos no hacen más que yo. 
El año que viene me pondré fuerte y exigiré otras con- 
diciones o me retiraré, tengo Lugné-Poe, y el resto. . . 


67 



Escríbeme. Escríbeme. Mañana por la mañana te en- 
viaré mi libro. Lo recibirás el jueves o viernes. Te lo 
enviaré por certificado. Le puse una dedicatoria 1 . 

Tu amigo que te adora, 
mi ángel. 


NAK Y. 


ESCRÍBEME. 


1 G. A. no pudo conservar su ejemplar de Tríe Trac du Cieí, necesi- 
dades materiales la obligaron a deshacerse de él. Sin embargo arrancó la 
hoja de la dedicatoria y la agregó, luego, al sobre que lleva fecha del 22 
de octubre de 1923. Dice así: 

Al ángel verdadero y real 
no ácido , sino dulce 
y más alto que las montanas 
a Génica Atanasio. 


68 



[París, 30 de mayo de 1923.] 


Mi muy querida. Sólo tengo conmigo esta hoja de 
papel, pero no quiero dejar pasar más tiempo sin escri- 
birte. Estuve enfermo todo el día pero esta noche me 
siento mejor. Lo que dices sobre mi libro me conmueve 
infinitamente. Has comprendido a la perfección; has 
comprendido demasiado. Me parece que esos versos no 
valen gran cosa. Espero una última respuesta de Riviére, 
después de lo cual veré si puedo seguir escribiendo. Des- 
pués de nuestra conversación, en la que me dijo sobre 
mis obras lo que ya te conté, le escribí una carta bas- 
tante larga, de la que verás una copia a tu regreso; en 
ella le explicaba mis condiciones de trabajo y el difícil 
estado de mi pensamiento \ Alcancé a ser lo suficiente- 
mente explícito como para interesarlo. 

Parece que esa carta lo ha conmovido y asombrado. 
Lo fui a ver el viernes pasado y me recibió excepcional- 
mente, con mucha deferencia y simpatía. Me dijo que 
la carta le había interesado y que planteaba un proble- 

1 En la Correspondance avec Jacques Riviére $ la carta que correspon- 
de a lo que A. A. escribe aquí está fechada el 5 de junio de 1923 (cf. 
Oeuvres completes, tomo I, p. 19). Parece haber sido escrita antes del 30 
de mayo. Es de suponer que, según su costumbre, A. A. no la haya fechado, 
y que Jacques Riviére haya elegido una fecha aproximada cuando decidió 
publicarlas. 


69 



ma muy sutil y palpitante. Te explicaré por qué. Ahora, 
al margen de nuestra nueva conversación, debe contes- 
tarme. Es una prenda preciosa. Acabo de enviarle mi 
última poesía. Y sé que le concederá una atención muy 
particular. Veré entonces si tengo el derecho de expre- 
sarme, aun de manera restringida, o si esa manera res- 
tringida es definitivamente insuficiente, después de lo 
cual enviaré el ejercicio de escribir al día en que mi alma 
me sea devuelta. 

Te escribiré largamente mañana, mi dulce ángel — que 
es lo que pienso de ti. 

Tu 


NAKY. 

/ 

Esta es mi verdadera letra 2 . 


2 Esta frase está escrita en una sola línea, en parte en el margen, frente 
a la firma. En verdad, la letra no es diferente, tal vez un poco más 
redonda. 


70 



[París, 31 de mayo de 1923.] 


Mi dulce querida, mi buen ángel, cómo me gustaría 
estar ahora contigo. Desde hace uno o dos días me siento 
más feliz. He vuelto a encontrar algunas satisfacciones 
interiores, algún gusto por la vida. Es un hecho simple 
que nada motiva ni traduce. 

Me gustaría saborear contigo esta fuerza pasajera de 
felicidad. No sé encontrar las palabras que te calmen. 
Pero sabría encontrarlas si pudiera. Observa la diferen- 
cia de letra entre el primer párrafo de la carta y és- 
te. Fueron escritos con algunas horas de intervalo pe- 
ro marcan muy bien las oscilaciones de mi estado ner- 
vioso. ¿No te parece? La letra de arriba es más tem- 
bleque, más filiforme y menos segura. Pienso que no me 
harás esperar mucho más allá de mediados de junio la 
satisfacción de encontrarme contigo. 

Pitoéff logró una puesta en escena deliciosa para Li- 
liom \ sobre todo para el prólogo, que es una especie de 
pantomima improvisada. Había que representar el mo- 
vimiento de una feria. Y todo parece dar vueltas en 
el decorado. La iluminación es una maravilla. Parece 
que uno estuviera en un acuario. Se tiene, en verdad, la 
sensación del mundo fantástico del teatro. Es la prime- 
ra vez que tengo la evidencia de ser un actor, de verme, 


1 Cf. nota 5, carta del 6 de mayo de 1923. 



de sentirme en la sala. ¿Comprendes? Tienes que venir 
a verla. 

Cómo debes aburrirte. La falta de alimento interior es 
causa de enervamiento, lo concibo. Tal vez si te impu- 
sieras la obligación de leer algo, aun sin ganas, termina- 
rías, cuando llegaran las ganas, por provocar una pe- 
queña pasión, eso te calmaría. 

Las cosas del espíritu son extrañas. Me siento pobre 
de ideas y sin alimento interior; sin embargo, guardo la 
impresión de ser rico y con ello me siento más feliz. 
¿Comprendes? Quería escribirte más extensamente. Pero 
una vez ante el papel, siento el espíritu horriblemente 
congelado. 

Te envío una carta que encontré en el Ateüer para ti. 
El portero me la entregó. 

Leí lo que me escribiste sobre Dullin. Qué idiotas si- 
niestros; incluso los términos que emplean parecen es- 
túpidos en sus manos, siempre utilizan los mismos. Pien- 
so, por otra parte, que no es conveniente que los aban- 
dones. Me parece difícil que encuentres en otro lado una 
ubicación semejante. En cuanto a mí, creo que Pitoéff 
se encariña conmigo — acaso me ofrezca buenas condi- 
ciones para la temporada próxima. Hoy me dijo que al- 
guien (no sé quién) de la Nouvelle Revue Francaise le 
había hablado de mí y parece que muy bien. 

Desde tu partida hasta anteayer no ha dejado de llo- 
ver. Ahora el tiempo es bueno. Se huele el verano. Ayer 
pasé por el Grill Room con un sol análogo al que tu- 
vimos cuando fuimos allí por primera vez, mi corderito 
vivo y sensible, mi ángel negro y azul. 

Te beso de todo corazón. 

Antonin Artaud. 


72 



[París, 2 de junio de 1923.] 1 


Mi ángel querido. Recibí tus líneas. Estoy desolado 
por saberte desolada. Te escribí ayer y anteayer. Pienso 
que las habrás recibido, que esta carta te hallará con- 
solada. ¿Cuándo vuelves? Estamos ya a dos de junio. Mi 
tiempo de prueba terminó ¿verdad? Llegarás justo para 
asistir a las primeras representaciones de Liliom, que co- 
mienzan el 8 de junio. En lo de Pitoéff encuentro una 
atmósfera fabulosa, soy bien visto y simpatizo con todo 
el mundo. Es un ambiente distinto al del Atelier; Pitoéff 
es, en verdad, de una dulzura asombrosa, y su mujer un 
ángel. Hago tres o cuatro papeles diferentes en Liliom 2 . 
Estoy en escena casi todo el tiempo pero, por primera 
vez, lo haré sin fastidio y casi con placer. No veo, sin 
embargo, qué podrías hacer aquí. Los roles que podrías 
asumir son, naturalmente, para Mme. Pitoéff. Además 
es un tipo de teatro que no encaja con tus medios. Ha- 
brías hecho maravillas en el papel de Isabel de Ba- 
viera en El que vivía su muerte 3 . En consecuencia te 


1 Falta el sobre. La fecha está indicada en una frase de la carta. 

2 En el programa sólo se encuentran dos (cf. nota 5, carta del 6 de- 
mayo de 1923), Es cierto que en la escena del cielo los personajes sufrían 
tal mutación que se puede hablar de otro papel. 

8 Ese papel lo interpretó Mme. Dullin (cf. nota 1, carta del 9 de mayo^ 
de 1923). 


73 



conviene, por el momento, permanecer en el Atelier, po- 
niendo, no obstante, tus condiciones. 

Escríbeme en cuanto hayas recibido esta carta para 
saber que estás tranquila. Y hazme saber el día exacto 
de tu llegada. 

Hoy volví del teatro más tarde que de costumbre. Es 
el único momento en que puedo escribirte en paz, en 
él que me reencuentro un poco con mi alma. Es el mo- 
mento en que trabajo mejor. Soy incapaz de escribir du- 
rante el día. Últimamente me encuentro siempre con al- 
guien: Georges Gabory, Hadji Stéphan, y eso me impi- 
de escribirte 4 . Estoy en Edén Chope. Lo sospechabas. 
Siento horror de volver solo a casa. Me quedo fuera la 
mayor parte del tiempo posible. Stéphan vino a hacer 
una prueba al teatro de los Champs-Elysées. Trabaja- 
mos 5 * * * juntos: un monólogo muy hermoso de un papel 
que me iría a maravilla en Los Bandidos de Schiller. 
Creo haberle dado indicaciones bastante justas sobre las 


4 Georges Gabory fue secretario de la revista Action donde llevaba la 

columna Faits divers. Gracias a él muchos poemas de A. A. fueron publi- 

cados en esa revista. 

El comediante rumano Hadji Stéphan o Hadj-Stephan o Stephen par- 
ticipó en los últimos espectáculos del Atelier: Mortsieur de Pygmalion y 
Huon de Bordeaux. Fue efectivamente contratado en los Champs-Elysées 
ya que su nombre figura en el programa correspondiente a R , U. R., come- 

dia utopista en tres actos y un prólogo de Karel Tchapek, traducida por 
H. Jelinek, dirección de Komisarjevsky, representada en la Comédie des 
Champs-Elysées el 26 de marzo de 1924. Stéphan era Badius, Robot y 
Antonin Artaud, Marius, Robot. Ambos se hicieron notar: Entre el abun- 
dante elenco hay que citar especialmente a M. Ben Danou, el inventor 
Domin, de una sobria distinción , M. Jean-Hort , un ingeniero muy politéc- 
nico , M. M. Fabert, Evséeft , Héraut , Gaultier , Artaud, Hadj Stephen, estos 
dos últimos en una escena de terrorífico efecto que supone la rebelión de los 
robots en la revolución bolchevique. (Crítica de Robert de Beauplan en 
Le Théátre et Comoedia i Ilustré , n Q 33, l 9 de mayo de 1924.) 

c A partir de aquí, el final de la carta está escrito transversalmente en 
el margen de la segunda página. 


74 



intenciones, los tiempos, el plano de cada sentimiento, la 
actitud — creo que se ha moderado bastante. Escríbe- 
me pronto para tranquilizarme. 

Con lo mejor de mi alma, mi linda mujer. 

NAKY. 


75 



[París, 4 de junio de 1923.] 


Mi querida, ¿por qué no me escribes? Me haces creer 
que estás disgustada por mi silencio involuntario. Esperé 
durante tres días noticias tuyas, me sentía muy mal para 
escribirte. Hoy pasé un día de sufrimiento atroz, por eso 
te pido que no te enojes si abrevio mi carta. Mañana te 
compensaré. Me dormí a las cinco, al volver del teatro, 
voy a acostarme de inmediato. Escríbeme. PERDO- 
NAME y hasta pronto. 

Antonin Artaud. 


76 



[París, 5 de junio de 1923.] 


Mi muy querida, mi ángel gentil, te suplico que no 
te canses de esta expresión. ¡Corresponde tan bien con 
mi pensamiento! ¡Hasta tal punto la idea que tengo de 
ti es la de algo más dulce que la vida! 

¿Sabes a quién acabo de dejar? A Francis de Mio- 
mandre y su mujer que vinieron a ver los Seis persona- 
jes 1 , y que al final de la representación treparon los ocho 
pisos de la Comédie des Champs-Elysées para venir a 
buscarme. Me llevaron a un grill-room de la plaza del 
Alma donde conversamos hasta las doce y media de la 
noche. Me preguntaron por qué había dejado a Dullin. 
Están muy disgustados con él porque los clavó 2 . Se han 


1 Six personnages en quéte d'auteur, obra de Luigi Pirandello, versión 
francesa de Benjamín Crémieux, se representó por primera vez en la Co- 
médie des Champs-Elysées por la compañía de Georges Pitoeff. Los papeles 
principales fueron interpretados por Ludmilla y Georges Pitoeff, Marie 
Kalff y Michel Simón. Jim-Géralds hacía de Grand Premier Role. No se 
encuentra el nombre de A. A. en el programa correspondiente al estreno, 
pero sí en la reposición, 4 de marzo de 1924, en el papel de Souffleur. En 
su libro: Antonin Artaud, le suicidé de la société (Editions Connaítre, 
Ginebra, 1960), Jean Hort cuenta que comprometido A. A. para interpre- 
tar ese papel, desapareció antes de terminar los ensayos y regresó algunos 
días después del estreno. 

2 Francis de Miomandre hizo para Dullin la traducción de Monsieur 
de Pygmalion (cf. nota 5, carta del 6 de mayo de 1923). Sin duda se le 
hicieron promesas, tal vez para Le Comte Alarcos , del mismo Jacinto Grau 
<cf. nota 1, carta del 29 de julio de 1922) que no fueron cumplidas. 


77 



dado muy bien cuenta a de su inconsciencia y de su ra- 
pacidad. Le llevaron una pieza a Hébertot y me pidie- 
ron que hiciera algo por ella, pero les contesté que to- 
davía no tenía suficiente influencia. Me preguntaron por 
ti. Parece que querían invitarnos, a los dos, a cenar al 
Boeuf Sur Le To'it, pero Dullin se opuso. 

Francis de Miomandre me dijo que había estado su- 
blime en Carlomagno 4 y que tú y yo éramos únicos. 
Esto me divirtió. Sospecho que no es muy competente 
en el asunto, no obstante ser un gran literato. Juzga 
con su corazón más que con su espíritu; de todos mo- 
dos, es curioso comparar la opinión de un hombre como 
él y oponerla al parecer de un montón de gente que no 
me quiere. Agradeció que le hubiera enviado mi libro y 
me dijo que había encontrado cosas encantadoras. Me 
prometió escribir un artículo en un periódico o en una 
revista s . También dijo, cuando se iba, que me escribiría 
y que nos volveríamos a ver. Todavía tengo muchas co- 
sas que contarte pero las reservo para mañana porque 
es tarde. Que te baste saber que Pitoéff me felicitó por 
mi seguidilla de pequeños papeles en Liliom, así como 
todos los actores, me dijeron que había estado bárbaro. 
Me ayuda mucho la puesta en escena que es genial. Pi- 
toéff túvo hallazgos asombrosos, sobre todo en el mo- 
mento de mi aparición. 

Ya lo verás. 

Sobre mi corazón, mi tierna mujer. 

NAK Y. 

3 Aquí se termina la primera página de la carta. En la mitad inferior 
del margen lateral y en el margen inferior, a la izquierda, A. A. planteó una 
serie de operaciones que deben corresponder a entradas o salidas de dinero. 

* Cf. nota 5, carta del 6 de mayo de 1923. 

6 Cf. carta del 28 de noviembre de 1923. 


78 



[París, 6 de junio de 1923.] 


Querida, no te enojes si esta noche te escribo 1 poco. 
Vuelvo del teatro completamente agotado. Te recom- 
pensaré mañana. Siento mi espíritu como vacío, abso- 
lutamente perdido. No puedo atrapar ninguna idea, ni 
siquiera dar cuerpo a las reflexiones que se presentan. 
Sin embargo, tengo muchas cosas que contarte. Me sien- 
to terriblemente cansado. 

Hasta mañana, mi bello ángel y perdóname. 

Antonin Artaud. 


1 A. A. cometió aquí un fapsus. En el original se lee: de ne pas d’írerire, 


79 



[París, 10 de junio de 1923.] 


Mi querida. Te espero sin falta y a más tardar el 16. 
Me enojaría si te demoraras más tiempo; observé, por 
el tono de tus cartas, que no estabas demasiado decidida 
y muchas veces parece que fueras a retractarte. El en- 
sayo general de Liliom ya se hizo y bastante bien. Nue- 
vos cumplidos calurosos e incluso emocionados de Jou- 
vet. Los Pitoéff parecen quererme mucho. Atravieso una 
mala etapa. Mi espíritu está en un estado de apoltro- 
namiento lamentable. Tenía muchas cosas que decirte. 
Pero no encuentro nada más. Probablemente deje París 
el 30 de este mes. ¿Ves que debes apurarte si quieres 
que nos veamos un poco de tiempo? Después, ¿quién 
sabe cómo nos volveremos a encontrar y cuándo? 

Creo que me ofrecerán condiciones pecuniarias más 
favorables para el año que viene X \ me propusieron re- 
novar el contrato. Lo necesitaré porque a pesar de mis 
cálculos no consigo equilibrar mi presupuesto. No creo 
que pueda llegar hasta el quince. No sé cómo haré X \ 
Siempre hay algo indispensable que comprar, siempre 
hay un gasto imprevisto. Por otra parte, tú sabes bas- 
tante de esto. 

Siento curiosidad por ver qué impresión me causará 
tu acento. Si te encontraré más gruesa, más serena. Esta 

1 Para la explicación de este signo, cf. carta del 23 de mayo de 1923. 


80 


I 



noche recorrí contigo el boulevard des Batignolles a pie 
porque la obra termina a las doce y media. Es molesto. 
Te veía como el año pasado en esta misma época. Un 
año que estamos juntos, ¿pensaste en ello? 

Mi alma. 


NAK Y. 



[París, 12 de junio de 1923 .] 


Mi ángel querido, qué apuro tengo de que vuelvas. 
Te amaré mejor que antes. Seré tan dulce como pueda. 
En este momento me siento tan miserable. Mi alma está 
enterrada. En los Champs-Elysées las cosas no andan 
bien. La pieza, que es espléndida, no tiene éxito 1 . Los 
Pitoéff están desconsolados y furiosos. Se había hecho 
un esfuerzo genial. Cuando actúo tengo la sensación de 
encontrarme en una caballeriza. En fin, pronto verás la 
pieza y la puesta en escena, que es extraordinaria. No pue- 
do escribirte más, me siento demasiado mal. Debes ha- 
ber recibido mi carta de ayer en la que te pedía algo 
para llegar hasta el quince. Ven pronto, mi angelito. 

Antonin Artaud. 


1 Evidentemente se trata de Liliom. 



[París, 13 de junio de 1923.] 1 


En este momento estoy tan mal como es posible es- 
tarlo. Me siento completamente perdido. El día ha sido 
espantoso. Mi alma está comida, partida. He adelgazado 
horriblemente en tres días. El mal me vacía el cuerpo y 
el espíritu, me roba la noción de mí, del ser, la vida. 
Debes haber recibido mis dos cartas en las que te decía 
que estoy apurado de dinero. Eso me deprime aun más. 

Vuelve pronto. 


NAK Y. 


1 Esta es la última carta dirigida al Hotel de Bretagne, Locquirec. 


83 



[París, alrededor del 17 de junio de 1923*] 1 


Por fin, buenos días, ángel, buenos días para siem- 
pre. Ven a buscarme al teatro. Quiero verte lo antes po- 
sible. Entro en escena a las 10 y 1/2. Si puedes estar 
allí a las nueve y media tendremos una hora para ver- 
nos. Hago una pequeña aparición al principio, por eso 
no puedo ir a buscarte. La pieza termina tarde : pasada 
la medianoche. Volveremos juntos, pero ven al teatro y 
si no puedes, déjame una cita aqui, pero VEN : no 
puedo esperar. 

NAK Y. 


1 Falta el sobre. Es probable que la carta haya sido depositada en el 
domicilio de G. A. con el objeto de que ella la encontrara a su regreso. 
Si, como está indicado en la carta del 10 de junio, ella volvió a París 
a más tardar el 16, esta carta se puede fechar entre el 16 y 17 de junio, 
según haya llegado en el tren de la mañana o de la noche. 


84 



[ París, fines de junio de 1923.] 1 


Génica, 

Estoy desolado . Pero no pienses mal de mí. Escuché 
un silencio particular en las calles, pero no pensé que 
sería tan tarde. Hoy me desperté a las cuatro. Estoy 
desconsolado por haberte hecho esperar bajo la lluvia. 
Desolado. 

Artaud. 


1 Falta el sobre. Seguramente la carta fue despachada después del 
plantón; debió haber sido escrita entre el regreso de ‘G. A. de Bretagne y 
su partida para Cauterets, que debe situarse en los primeros días de julio, 
ya que el 6 de julio de 1923 (cf. carta del 6 de julio de 1923) A. A. 
recibió una carta de Cauterets. En consecuencia, estas líneas pueden fe- 
charse a fines de junio de 1923. 


85 



[Marsella, 6 de julio de 1923,] 1 


Querida. Acabo de recibir tu carta que es de una ni- 
tidez y una vida asombrosas. Dejaré Marsella el pró- 
ximo sábado 14 de julio a las 7 de la tarde para llegar 
a Cauterets el domingo 15 de julio a las 9 de la ma- 
ñana. No puedo tomar un tren de día porque me obli- 
garía a pasar la noche en Lourdes y quiero reducir mis 
gastos al mínimo. Por otra parte, no quiero dejar a mi 
familia demasiado bruscamente. Tengo, además, un pe- 
queño negocio que arreglar aquí el sábado durante el 
día. No puedo contar con recibir ni un céntimo de mi 
familia. Viéndome hacer este viaje se imaginan que ten- 
go con qué pagarlo. Puede ser que a último momento 
me den dinero, pero no puedo contar con ello y debo 
hacer como si no debiera recibir nada. En caso de con- 
seguir algo (espero conseguirlo 2 , lo espero) te reem- 
bolsaré el precio del pasaje (90 francos), cuando lle- 
gue, pero ten la gentileza de enviármelo porque si no 
tal vez no pueda partir. Perdóname la libertad con que 
te hablo. Es un asunto que me molesta pero que ne- 

1 Esta carta y las siguientes están dirigidas a: Mademoiseííe Gértica 
Atanasioti / 15 rué de la Raillére 15 / Cauterets . 

2 A. A. escribió primero: (et je Vespére ); j’espére y arriver fue agragado 
parte en el margen, parte entre líneas sobre je V espere . 


86 



cesita ser solucionado. Y compréndeme también cuan- 
do me excuso. 

Mi ángel, tendré algunas novedades para ti. Marse- 
lla me da una impresión extraña. Te escribiré mucho 
mañana pero me apuro para echar ésta en el correo. 

NAKY. 

Ant. Artaud 3 . 


3 Para escribir esta carta A. A. desdobló el pliego de papel blanco de 
10,5 por ló cm. haciendo, así, una sola página de las páginas 4 y 1, luego 
las páginas 2 y 3 del pliego también fueron empleadas a lo largo. Las dos 
firmas están escritas una debajo de la otra, descendiendo oblicuamente, en 
la esquina inferior de la segunda página. 


87 



[Marsella, alrededor del 9 de julio de 1923.] 1 


Querida mujer, 

Estamos tan mal uno como el otro. En estos días me 
creí morir, en el sentido exacto de la palabra. Imagina 
esto: un sentimiento de embotamiento general y de de- 
bilidad intensa que fuese al mismo tiempo un dolor. Co- 
mo si mis brazos estuvieran pesados como el plomo, como 
si mis piernas no supieran adonde va mi cuerpo. Y que 
eso sea cierto, que sea tan verdadero como un dolor 
localizado, o un shock, el encuentro de un obstáculo. 
Algo espantoso. Esto fue lo que me impidió escribirte 
durante los tres últimos días. Me pregunto si podré via- 
jar en estas condiciones y cómo estaré allá. De todos 
modos, como hoy me siento un poco mejor, no cambio 
en nada mi decisión de partir el sábado. Saldré de aquí 
a las 7 de la tarde. Cambiaré de tren en Tolosa, Lour- 
des, Pierrefitte y estaré en Cauterets el domingo a las 
9 ó 9 y 1/4. 

El tren de la mañana me obligaría a pasar la noche 
en Lourdes 2 . 

Como si mis piernas estuvieran adormecidas, tengo 
la sensación de mover un par de zancos, pesados y que 

1 Falta el sobre. No obstante, como la última carta era del 6 y A. A., 
aclara aquí que no ha podido escribir durante los tres últimos días, ésta 
se puede fechar el día 9 de julio. 

2 Esta frase parece haber sido escrita después, en el margen superior de 
la segunda página, encima del párrafo siguiente. Por otra parte, comienza 
más a la izquierda que el resto de la página. 


88 



pesasen, como si la misma sensación de embotamiento» 
existiera en el pecho, en la cabeza, sobre mi cara — la 
misma sensación de embotamiento — , de separación de 
cada uno de mis miembros de mí mismo, de mis órga- 
nos; como si mi mandíbula colgara como una mandí- 
bula atada, y como si al tocarme no tuviera el senti- 
miento de tocarME a mí mismo sino de encontrar un 
obstáculo consciente, como si tuviera la sensación de ser 
un esqueleto sin piel ni carne, o más bien, un vacío vi- 
viente y del cual, sin embargo, pudiera conservar la 
dirección y que todo esto fuera al mismo tiempo una 
debilidad y un dolor atroz — así podría caracterizar las 
molestias profundas de la sensibilidad que me afectan 
desde hace algún tiempo. 

Perdóname por escribir esto que puede impresionar- 
te. Estoy tan afectado que me pregunto si volveré a Pa- 
rís en octubre. 

Como te lo dije, no se trata de recibir algo de mi fa- 
milia para el viaje. Salgo a último momento, pero ne- 
cesitaré tener ya la cantidad mínima para poder estar 
seguro de irme. 

La caja de bombones, que intrigó a todo el mundo, 
llegó. 

El comienzo de tu carta me asustó seriamente, la con- 
tinuación me tranquilizó, ya que los esguinces, si bien 
son dolorosos, no afectan el estado general. 

Entonces, estamos de acuerdo, el domingo que viene 
a las 9 de la mañana. Te escribiré hasta entonces. Es- 
pero que me vayan mejor las cosas. 

Beso tus manos, dulce persona venerada. 

Ant. Artaud. 


89 



[Marsella, 10 de julio de 1923.] 


Génica, ¿no recibiste mis dos cartas? Contéstame lo 
más pronto posible, estoy muy inquieto» Como ya te 
dije, me veo obligado a esperar tu respuesta para po- 
der partir. Felizmente ando un poco mejor. Pero sufrí 
de una manera inimaginable. - 

¡Qué vida! 

.No puedo escribir mucho en este momento. Discúl- 
pame entonces y hasta muy pronto — mi único consuelo, 
mi bien amada. 

Ant. Artaud. 


90 



[Marsella, alrededor del 11 de julio de 1923.] 1 


Angel, Angel. Nada más alejado de mí que el pensa- 
miento de causarte la menor pena. Estaba en un es- 
tado de aplastamiento espantoso mientras te escribía. 
El tiempo se me aparecía tan largo después de mi par- 
tida de París, me 2 sentía tan enfermo que tuve el por- 
venir por imposible, irrealizable, mi espíritu fatigado lo 
sentía así y escribí (eso de cuándo y cómo ) casi ma- 
quinalmente y también para comprometerte con el ob- 
jeto de que no tardaras. No dudé de ti o de mí, sólo 
dudé de las circunstancias. Perdóname. Te adoro. Pero 
estoy tan cansado. 

Angel, mi alma. 

NAK Y. 


Me apuro para echar ésta en el correo 8 . 


1 G. A. agregó esta carta en el sobre de la carta enviada desde París 
el 13 de junio de 1923. A. A. aclara después de mi partida de París, en 
consecuencia no pudo haber sido escrita en París. Es más verosímil pensar 
<jue fue escrita antes de la partida de A. A. de Marsella para Cauterets. 
Ahora bien, el 10 de julio todavía no había recibido una respuesta de G. A. 
y esperaba de ella el dinero para viajar. Es poco probable que habiéndose 
fijado la partida el día 14 de julio, ella hubiera esperado hasta último 
momento para enviarle la suma necesaria. Ella la debe haber enviado, pro- 
bablemente, al recibir la larga carta escrita alrededor del 9 de julio, y fue 
rín duda esa carta el motivo de su inquietud. A. A. habría recibido su 
respuesta y el dinero para el viaje alrededor del 11 de julio y escribió 
estas líneas el mismo día para tranquilizarla antes de su llegada. 

2 A. A. escribió primero: (et je Y espere ); / espere y arriver fue agregado 

3 Esta frase está escrita oblicuamente descendiendo hacia el pie de la 
página, a la izquierda. 


91 



[Tolosa, agosto de 1923.] 1 


Angel querido, 


Podrás procurarte algo que comer en el buffet de 
Tarbes. Inútil hacerlo en Lourdes donde la aglomera- 
ción de la estación con la multitud de peregrinos te di- 
ficultará el desplazamiento. En el momento en que te 
escribo corremos hacia Tolosa. El viaje de Guéthary a 
Pau fue terrible por la hora. Sufrí como un condenado. 
Podrás beber un café en el buffet de Montrejeau. Voy 
a echar estas líneas en la estación de Tolosa antes de 
tomar el tren, cuando sepa a qué atenerme sobre el fin 
de mi viaje hacia Marsella. Pensé en ti todo el tiempo. 
Me hace feliz recordar que la última noche que pasa- 
mos juntos fue buena para ti. Quisiera tanto volverte la 
vida adorable. 

En la estación de Tolosa: 


Te escribo estas últimas 
líneas en el andén de To- 
losa 2 . 


En Tolosa no tienes más que 
esperar el rápido de Burdeos 
que te conducirá directamente 
a Marsella. 


Caricias tiernas 


Nanaqui. 


1 Falta el sobre. Muy posiblemente fue despachado en la estación de 
Tolosa. Como la estadía de G. A. en Marsella terminó el 31 de agosto (cf. 
carta del 31 de agosto de 1923) parece difícil que haya hecho semejante 
viaje por una permanencia menor de quince días, esta carta se puede fechar 
a mediados de agosto de 1923. 

2 Esta frase fue agregada en el margen, frente al párrafo escrito en¡ 
la estación de Tolosa. 


92 



[ Marsella , 31 de agosto de 1923.] 1 


Mi bella alma, 

Al día . siguiente de tu partida comencé a sufrir otra 
vez como un condenado. Parecería que la atmósfera de 
Marsella me es nefasta. En este momento estoy como 
fuera de la vida. Escríbeme a menudo; tus cartas me 
hacen bien. Si la habitación de 180 no es demasiado pe- 
queña ni oscura, quiero que me la reserves provisoria- 
mente. Me remito a tu juicio. No hago más que estar 
acostado y sufrir. Ahora pienso continuamente en ti. 
Deseo volver a verte lo más pronto posible. ¿Cómo va 
tu orejita? 

Cuéntame qué haces con la mayor cantidad de de- 
talles posible. 

Disculpa lo deshilvanado de esta carta y su breve- 
dad, pero no puedo más. No te enojes y sobre todo no 
me castigues escribiéndome poco. 


NAKY. 


1 Esta carta y las siguientes están dirigidas a: Mademoiselle Génica 
Atanasiou / Pensión Lamy-Mary (las dos primeras veces la ortografía es 
Lamit-Mary) / 132 rué de Poissy 132 / Saint-Germain-en-Laye / prés París . 


93 



[ Marsella , 1? de setiembre de 1923.] 


Mi querida, 

Será mejor que me alquiles la habitación de 230 en 
el hotel Vintimille, por 30 francos no voy a imponer- 
me el esfuerzo de subir tres pisos. Una vez en París, 
siempre estaré a tiempo de cambiar cuando haya visto 
otras habitaciones. 

Acabo de pasar un día horrible entre llantos y gritos. 
Discúlpame, no puedo escribir más. 

Mi alma y mi miseria. 


Antonin Artaud. 


94 



[Marsella, 2 de setiembre de 1923.] 7 


Mi ángel querido, aprovecho un momento de calma 
para escribirte. Desde mi regreso no hago más que su- 
frir. Los sufrimientos son tan agudos que me parece que 
mi alma va a romperse, que voy a desvanecerme de do- 
lor. Ayer, después de cuatro días y medio de paciencia, 
me resigné a tomar algo 1 2 . Lo que me permitió dormir 
y pasar, hoy, un día menos terrible. Soñé que Lugné- 
Poe me prestaba no sé qué servicio y me pedía que ac- 
tuara en la comedia. El sueño era límpido y tenso, como 
si las imágenes hubieran llegado al punto extremo de 
su elucidación, era doloroso a fuerza 3e pureza y niti- 
dez. Incluso en mi sueño tenía el recuerdo de lo sufrido 
y de la pesadilla vivida durante el día. Sentía que todo 
eso no era cierto. 

Me siento demasiado enfermo para llegar a París, a 
una casa desconocida y trepar de golpe cinco pisos; en 
otras circunstancias hubiera elegido la habitación de la 
calle Nouvelle, pero' será mejor reservarme una habi- 


1 Falta el sobre, pero G. A. tuvo la precaución de anotar en lápiz la 
fecha de recepción de la carta: 4 de setiembre de 1923. Como hizo esta 
indicación en todas las cartas que recibió en Saint-Germain-en-Laye, se 
puede observar, cuando los sobres se conservaron, que las cartas tardaban 
dos días en llegarle. Luego, se puede fechar esta carta el 2 de setiembre. 

2 Se refiere al opio, del que hace alusión al final de la carta. 


95 



tación en el hotel Vintimille de 230. Una vez en París, 
me ocuparé de cambiar. 

¿Cómo estás? Yo, yo pienso en ti sin cesar, cada ges- 
to que hago siento que tú lp condicionas, que le das un 
sentido. ¿Comprendes? Estoy en una posición horrible. 
Con la voluntad sincera y formal de no tomar más nada 
y de llevar una vida formal y la permanente sensación 
de que el mal me obligará a recaer en ello. Mi ángel 
querido, ¿no has conservado un recuerdo demasiado ma- 
lo del verano pasado conmigo? ¡Cómo te hago sufrir!!! 
Sé que no te enojas, pero para mí es un remordimiento 
que aumenta cuando pienso que no soy dueño de mí y 
que todo esto podría renovarse en el futuro. 

¿Qué piensas de Dostoiewsky 3 ? Es un libro inteli- 
gente pero estrecho y, a mi entender, deja la figura de 
Dostoiewsky como una cosa muerta. 

Con todo mi corazón y mis más preciosos pensa- 
mientos. 


Ant. Artaud. 


3 Seguramente Dostoievsky, de André Gide, que acababa de aparecer 

<Plon-Nourrit et Cié). 

* 


96 



[Marsella, 4 de setiembre de 1923.] 1 


Mi amiga querida. Creo que todavía no te has hecho 
una situación lo suficientemente estable en el teatrp 
como para arriesgarle todo alejándote por mucho tiem- 
po. Es necesario pensar en tu porvenir. Si no sufres de- 
masiado, quédate, trata de hacer algo; puede que una 
vez en París, te sientas mejor, que aparezca allí el pro- 
vecho de tu largo reposo. En todo caso, espérame, no 
te vayas sin haberme visto otra vez 2 . Piensa también 
un poco en mí. Sólo si ves que al cabo de un mes tu 
estado se agrava, entonces sí puedes pensar en volver a 
tu casa. Espera hasta fines de noviembre. Descansa. Este 
verano tu salud sufrió muchos embates. Aprovecha tu 
viaje a Saint-Germain. En cuanto a mí, mi salud se agra- ' 
vó, hoy comencé a darme otra vez las inyecciones de 
Quinby que debían aplicarse en París, en el asilo Sainte- 
Anne 3 — cuando volviera. Como ves, tomo decisiones 
rápidas. 

1 El sello de correos indica 5 de setiembre de 1923, 9h 20. Pero, a 
lo largo de la carta A. A. hace alusión a su cumpleaños y da como fecha 
el 4 de setiembre. 

2 G. A., que tenía problemas de salud, habría manifestado desde el 
verano su intención de regresar a Rumania. Este proyecto no le gustaba 
para nada a A. A.; a lo largo de esta carta, intenta muchas veces disuadirla. 

3 Toda su vida, con obstinación, A. A. escribirá equivocadamente Sainí- 
Anne. 


97 



Ninguna novedad de la vidente, tengo miedo de que 
sea una farsante. Mi padre me dio los 100 francos pro- 
metidos, desde mi regreso envié 30 francos a esa mujer 
sin resultado — eso fue hace ocho días. Lo cual hace 
que me haya quedado en este momento casi sin nada y 
es probable que siga así hasta el momento de mi partida. 

Tampoco tengo noticias de Hébertot. Comienzo a in- 
quietarme. 

Quise escribirte en seguida para disuadirte de tomar 
una decisión definitiva. Espera mi regreso. 

El traje se pudó arreglar. Había tela debajo. No tiene 
nada de maravilloso pero me parece usable ( estoy obli- 
gado a no mostrarme difícil ya que el sastre le hizo un 
precio especial a mi padre). En ninguna parte conse- 
guiré nada extraordinario por el precio que cuesta, 300 
ó 350 francos. Y necesito alguna cosa de inmediato. 

No me abandones. ¿Qué haré solo en París en el es- 
tado en que estoy? Espera algunos meses. También yo 
estoy decidido a irme. Nos iremos juntos. Te hablo se- 
riamente. 

Sobre mi corazón, mi ángel querido. 

N A K Y 4 A. Artaud. 


4 de setiembre. 

hace 27 años en este mismo día nacía yo 5 6 . 

El doctor que me da las inyecciones y que es un neu- 
rólogo distinguido me recetó una fórmula fortificante. 

4 El diminutivo N A K Y parece haber sido escrito después, justo delante 
de la firma que A. A. debió juzgar demasiado oficial para una carta tan 

íntima. 

6 El final de la carta, a partir de: . . .¿Qué haré solo en París. . ocupa 
unas pocas líneas de la tercera página del pliego. La alusión relativa al 


98 



Podrías probarla, aunque, según mi opinión, es bastante 
anodina; pero si no actúa en mí que estoy muy afectado, 
podría hacerte algo a ti que lo estás menos. En todo 
caso, viendo mi estado , ésta es su fórmula : 


Arrhénal 
Fosfato de soda 
jarabe de cacao a 
la vainilla 
agua 


un gr 

diez gramos 

100 gr 
gr 300 


una cucharada sopera antes de cada comida. 


cumpleaños está escrita oblicuamente en forma descendente, debajo y a la 
derecha de la firma. La información terapéutica que sigue está escrita en 
frente, en la segunda página del pliego que ocupa casi totalmente. 


99 



[Marsella, 8 de setiembre de 1923.] 1 


No te enojes si no te escribo a menudo. No puedo 
más. Estoy en un estado desesperante. Desde hace al- 
gún tiempo tus cartas me parecen menos tiernas. No 
hay que enojarse conmigo porque no soy tierno, ya no 
tengo fuerzas para serlo. 

Ayer vi en familia un film bastante bueno de Grif- 
fith, La Caída de Babilonia 2 , pero todavía queda mu- 
cho por hacer. 

No me dices nada con respecto a tu oreja. ¿Llevas 
siempre ese enorme apósito? 

Continúo esperando noticias de Hébertot para fijar 
la fecha de mi regreso. Te dije que estaba casi sin di- 
nero. Si pudieras enviarme lo que me ofreces me sería 
útil. Espero no llegar a París a las 2 de la tarde. Lie- 

* ® 

1 Falta el sobre. Fecha de recepción anotada en lápiz por G. A.: 
10 de setiembre de 1923. 

2 En realidad se trata de la primera parte de Intolerancia (1915-1916). 
El film de Griffith estaba construido como una sinfonía y constaba de 
cinco partes: la caída de Babilonia, la pasión de Cristo, la masacre de San 
Bartolomé y un episodio moderno donde se exponían los perjuicios del 
puritanismo y los peligros de obras sociales cuyas reglas intransigentes te- 
nían a veces consecuencias dramáticas. Intolerancia fue presentada al pú- 
blico francés en 1920-1921, pero, por razones comerciales, cada parte se 
presentó separadamente como si fuera un todo y no un fragmento de una 
obra de vastas proporciones. 


100 



garé entre las 9 y tas 10 de la mañana. Salgo y apro- 
vecho para echar esta carta. Paso casi todo el tiempo 
en mi cama. No quise dejar pasar un día más sin es- 
cribirte. 

Mi ángel bien amado. 

NAKY. 


101 



[Marsella, 10 de setiembre de 1923.] 


Querida, estas pocas líneas para no dejarte sin noti- 
cias, pero no puedo más, me siento al borde de toda re- 
sistencia. 

Como pienso que no tienes nada más que leer, me 
permito indicarte algunos títulos: 

Vidas imaginarias, de Marcel Schwob 1 , 

Retratos imaginarios, de Walter Pater, 

La Locura de Almayer, de J. Conrad, 

Jude el oscuro, de Thomas Hardy. 

Estaré en París entre el 20 y el 23 de setiembre. No 
puedo darte datos más precisos. Escríbeme mucho. Me 
veo obligado a acortar mis cartas, pero sé que me com- 
prendes y que no te enojas. Continúo con las inyec- 
ciones. 

Tu desolado 


A. Artaud. 


. 1 Vies imaginaires, de Marcel Schwob, apareció en la Librairie Galli- 
mard en 1921. Se sabe que Paolo Uccello inspiró a A. A. Paul les Oiseaux 
ou la Place de l’Amour, en L’Otribilic des Limbes (cf. Oeuvres completes, 
tomo I, p. 55). 


102 



[Marsella, 14 de setiembre de 1923.] 1 


Hace varios días que no te escribo. Sin embargo, tu 
carta de hoy no indica que hayas recibido mis dos úl- 
timas cartas. Estos días he sufrido todo lo que se puede 
sufrir, la muerte y bastante más allá. Si tuviera los me- 
dios me iría al fin del mundo. Estoy poco decidido a 
reiniciar la vida de teatro que ha dejado de interesar- 
me por completo. Regreso a París porque la vida se me 
hace insoportable aquí. Pero no insistiré más en hacer- 
me una situación. Dejaré correr los acontecimientos y 
buscaré una ocasión para irme. Además, estoy persua- 
dido de que mi salud no podrá resistir mucho todos es- 
tos golpes. Soy un harapo viviente, un martirizado mon- 
tón de inmundicias. No puedes imaginar lo que es mi 
vida. Más vale la muerte inmediata. Mi última espe- 
ranza reside en el tratamiento actual. Voy a tratar de 
terminar mi cura aquí, para no tener que correr todas 
las mañanas al asilo Saint-Anne. Esto me llevará hasta 
el 22 ó tal vez el 25 de setiembre. Me iré de aquí el 
sábado 22 ó el lunes 24 de setiembre, a más tardar. To- 
davía tendrás tiempo para escribirme, te ruego no de- 

1 Falta el sobre. Fecha de recepción anotada en lápiz por G. A.: 16 
de setiembre de 1923. 


103 



jes de hacerlo. Espero tus cartas con impaciencia. Mi 
querido amor, hazme saber lo que haces día a día. 

Te beso con toda mi alma. 


NAKY. 


¿Recibiste n*is dos últimas cartas, una en que te re- 
comendaba algunos libros y la precedente ? Necesito sa- 
berlo. 


104 



[Marsella, 16 de setiembre de 2923.] 1 


Mi querida. Estoy a sólo 7 días de mi regreso. ¿Po- 
drá efectuarse tal como lo deseo y en el día indicado? 
Ayer tuve un comienzo de gripe con fiebre y dolores, 
que unido a mi estado actual, me hizo sufrir de una ma- 
nera atroz. Hoy estoy extenuado. Pero la fiebre bajó. 
Además tengo palpitaciones violentas y continuas. Re- 
cibí tu carta. Escuchándote hablar de teatro creía oír 
las voces de un pasado abolido hace mucho. 

Me apuro por echar estas pocas líneas en el correo. 
No puedo más. Todavía tienes tiempo para volver a es- 
cribirme. Yo también te escribiré. Pero ven a buscarme 
a la estación. Piensa en mí y hasta pronto, mi querida 
mujer. Tu 


A. Artaud. 


1 Falta el sobre. Fecha de recepción anotada en* lápiz por G. A.: 18 
de setiembre de 1923. 


105 



[ Marsella , 18 de setiembre de 1923.] 


No te preocupes. Primero vamos a encontrarnos y 
luego decidiremos juntos lo que se puede hacer. Me iré 
de aquí el sábado 22 ó, a más tardar, el domingo 23. 
Dime si el domingo puedes venir a buscarme a la es- 
tación. No estoy demasiado mal en este momento. En 
cuanto a las inyecciones, es necesario esperar, la serie 
no está terminada. Todavía tengo hasta el 5 ó 6 de oc- 
tubre. Si después de eso no estoy mejor, fio insistiré 
más. Tus cartas son adorables, llenas de ternura y amor. 
Tú eres mi mujer. No llores. Todo esto no puede durar 
eternamente. Por otra parte, me repuse por completo de 
mi gripe, era una falsa gripe. 

Todavía no puedo escribirte mucho. Te haré saber 
la fecha exacta de mi llegada en la próxima carta. 

Hasta pronto, Angel de Dios. 


A. Artaud. 


106 



[Marsella, 19 de setiembre de 1923.] 1 * 


Querida. Tomo el tren el sábado a las 7 de la tarde 
y estaré en París el domingo entre las 9 y 1/2 y las 10. 
Espero que te las arregles para venir a buscarme. No 
quiero regresar solo a París. Hay tres trenes que llegan 
con media hora de intervalo. Probablemente tome el 
segundo. No ando demasiado mal. Continúo dándo- 
me inyecciones activamente. Acabo de saber que los 
Champs-Elysées abren sus puertas el l 9 de octubre y 
no tengo ninguna noticia. Es desconsolador. Hasta el 
domingo a la mañana en la estación de Lyon a las 10. 
No te escribiré más hasta entonces, sería inútil. La carta 
llegaría después que yo. 

Hasta verte y encontrarme otra vez contigo. 

Te beso de todo corazón. 


A. Artaud. 


1 Falta el sobre. Fecha de recepción anotada en lápiz por G. A.: 21 

setiembre de 1923. 


107 



TELEGRAMA 

enviado desde Marsella el 22 de setiembre de 1923. 

GÉNICA ATANASIOU PENSIÓN MARY 132 RUE POISSY 
ST-GERMAIN-EN-LAYE 

MARSEILLE 45507 13 22 10 H 40 

MAÑANA NUEVE HORAS ESTACIÓN LYON. 


108 



[París, 12 de octubre de 1923,] 1 


Querido Angel. Es posible que hayas llegado. No bas- 
ta decir que pienso en ti, que te sigo. Pienso en ti acti- 
vamente: Te evoco con un sentimiento que es a la vez 
de admiración y de amor. Una admiración que tiene su 
raíz fuera de mí, en el sentimiento de todas tus vir- 
tudes. 

¿Cómo encontrarás a tu madre? No puedo imaginar- 
me la impresión que ese país, en el que viviste y al cual 
regresas en tan penosas circunstancias 2 , puede cau- 
sarte. ¿Cómo te encontrarás allí? Escríbeme sobre eso. 
Estoy contigo todos los días. Dejando de lado las cir- 
cunstancias, creo que no debes desesperarte. Algunos 
meses de retiro pueden hacerte mucho bien, a ti, que 
dispones de tu espíritu y eres todavía capaz de tener 
sensaciones penosas, sentimientos dolorosos. Ya pensé 
en algunos libros, te los enviaré en los primeros días de 
Ja semana próxima: algunas novelas, un pequeño libro 

1 Papel y sobre con membrete: CAFE DE LA REGENCE. Esta carta 
y las siguientes están dirigidas a: Mademoiselle Génica Atanastou / 12 rué 
Jtxstinian 12 / Bucarest / Rotxmanie. 

2 G. A. debió partir antes de lo previsto porque su madre estaba gra- 
vemente enferma. 


109 



de pensamientos de un escritor que tú conoces y que 
quiero sea una sorpresa 3 . 

Yo, yo me inundo la espalda de tintura de iodo, su- 

3 Muy probablemente se trate del segundo número de Bilboquet. En 
efecto, un pequeño libro de pensamientos de un escritor que tú conoces 
designa con toda seguridad una obrita escrita por A. A. No puede ser Trie 
Trac du Ciel porque G. A. lo recibió en Bretaña (cf. carta del 23 de 
mayo de 1923); L’Ombilic des Limbes y Le Pése-Nerfs aparecerán re- 
cién en 1925. 

Bilboquet es una pequeña revista enteramente hecha por A. A. El 
número 1 está impreso en un pliego doble de papel gris (formato: 10,8 
por 13,6 cm). Consta de una introducción firmada Eno Dailor y dos poe- 
mas: Extase y Féte nocturne. A. A. ya había usado el seudónimo Eno para 
firmar un poema publicado en la revista del doctor Toulouse ( Demain 
n^ 81, agosto-setiembre de 1920). El manuscrito de este peema, En songe, 
nos llegó, y no hay ninguna duda al respecto. Además, G. A., que conservó 
los dos números de Bilboquet, nos dijo que habían sido enteramente redac- 
tados por A. A. Esta afirmación se confirma por el hecho de que, entre 
los papeles de A. A. conservados por Mme. Anie Faure, se encontró tam- 
bién un ejemplar del número 1 de Bilboquet. 

Debajo de la última página de este primer número, figura esta indi- 
cación : 


BILBOQUET — 5, rué de Vintimille 
1 — 2 février 1923. 

seguida del nombre del impresor: Levacher, 2, rué de La Vrilliére, París . 

Las cartas del 1 y 2 de setiembre de 1923 nos indican que A. A. le 
había pedido a G. A, que le reservara una habitación en el hotel de Vin- 
timille, que todavía existe en el n p 5 de la misma calle. Este documento 
señala que en febrero de 1923 ya había vivido allí. 

El segundo número de Bilboquet está impreso en el mismo papel gris 
y es del mismo formato. La mención: Número 2 no figura en el opúsculo 
que se presenta “en feulUes” y consta de dieciséis páginas. Ni fecha, ni 
dirección, ni nombre del impresor. Se encuentran los siguientes textos: 

Una introducción: Nous écrivons rarement. . .; 

Rimbaud & les Modemes; 

Un peintre mental ; 

Le íleuve de feu; 

Dos poemas: Musicien y Baraque; 

Niveau; 

Le Petii Romancier; 

A propos d f une polémique — Cocteau & Alfred Poizant. 

El conjunto de estos dos números fue publicado en el tomo I de las 
Oeuvres completes (p. 189 a p. 204). 


no 



fro, gimo, siento que no puedo tenerme en pie \ vuelvo 
a caminar, me acuésto, me levanto, estoy excitado, no 
estoy más excitado, velo, duermo, temo el reposo, temo 
la fatiga, temo el ruido, temo el silencio, mis miembros 
se van, mis miembros regresan y permanezco así en una 
inestabilidad espantosa, despojado de mí mismo, des- 
pojado de la vida, desesperando no poder salir de todo 
esto, y continúo cuidándome. 

Estoy en la Régence. Es el único lugar donde me en- 
cuentro un poco conmigo mismo, ahora que ya no estás 
aquí. Es aquí donde tuve mis primeras sensaciones de 
París. 

Hasta pronto. 

Sobre mi alma. 


Antonin Artaud. 


4 A. A. cometió un lapsus; en el original encontramos: je ne'sensque 
je ne peux plus me porter. 


111 



[París, 22 de octubre de 1923.] 1 


Querida Génica, 

Todavía nada, ninguna noticia tuya. Al menos: ¿re- 
cibiste mi carta? Espero, en todo caso, que me hayas 
escrito; si no, escríbeme pronto. En cuanto a mí, nada 
de nuevo, pero estoy algo mejor desde hace tres o cua- 
tro días. Desde el punto de vista material no tengo que 
inquietarme demasiado: ayer cobré mi quincena y to- 
do ha marchado perfectamente. Todas las noches haré 
de extra durante cinco minutos al comienzo de la fun- 
ción. Por el momento es todo lo que han podido con- 
seguirme. Asistí a un ensayo del espectáculo de aper- 
tura del Studio 2 . Qué actores lamentables. El director 
hace las indicaciones necesarias, capaces de dar a la pie- 
za su existencia escénica, pero ellos la transforman en 
un esquema sin color y sobre todo sin forma, es para 
vomitar. En esas condiciones el espectáculo no existe y 
la pieza permanece en potencia. Yo habría podido ha- 
cerlo mejor. Prefirieron dárselo a cualquiera, tanto me- 

1 Papel y sobre con membrete: CAFE DE LA REGENCE. 

2 Se trata de una comedia en tres actos de Henri Duvernois y Pascal 
Forthuny: Le Club des Cañarás Mandarina. Música inédita de Voldemar 
Eetnardi. Dirección, decorados y vestuario de Théodore Komisarjevski. En 
esta pieza A. A. hacía de extra durante CINCO minutos en el pape! de 
uno de los Deux Gardes. 


112 



jor y tanto peor. No hay que ver en ello un desprecio 
sino una actitud de utilización de sus elementos. Así 
tendré la libertad de descansar un poco más de tiempo, 
ya que mi actual empleo es provisorio y, como te dije, 
no dura más de cinco minutos. 

Quién sabe cómo te encontrará esta carta. En qué es- 
tado de salud, y sobre todo, en qué situación material, 
en qué estado moral. Tenme al corriente de todo lo 
que te ocurre. Escríbeme lo más pronto posible. 

Con todos mis pensamientos y mis mejores mimos. 

Naky. 


123 



[París,] 22 de octubre de 1923 1 2 . 


Querida Génica, mi muy querida, 

Sólo puedo contestarte esto: 

Cuando se ama de verdad a alguien, se lo acepta en- 
tero, con sus vicios, sus defectos, sus miserias, sin can- 
sarse. Nunca consentiré en separarme de ti, nunca. No 
se regatea con el amor, o todo o nada. Yo necesito todo. 
Ya que eres implacable conmigo, ya que no consientes 
en dejarme descansar, ya que no te decides a ser razo- 
nable, también yo seré cruel y te diré: sufres, muy bien, 
continúa sufriendo. Yo. yo sufro como un condenado, 
he sobrepasado todo sufrimiento y sin embargo vivo y 
tengo paciencia. Ten paciencia tú taiñbién, haz como 
yo. Conmigo no tienes más que sinsabores. Pero tam- 
bién vives momentos buenos. En cuanto a mí, ya no hay 
más buenos momentos en mi vida. Cada segundo es una 
eternidad de infierno, sin salida, sin esperanza. Es ex- 
tráñe, extraño que no te lamentes de mi enfermedad y 
que* persistas, pese a todo, en quejarte de los medios 
que uso para aliviar esa enfermedad : En cuanto a las 

1 Papel (dos pliegos) y sobre con membrete: CAFE DE LA REGENCE. 

2 Es una referencia al opio. G. A. quería que A. A. abandonara su 
consumo. 


114 



deducciones que haces sobre las consecuencias de ese ali- 
vio, hace tiempo que renuncié a discutirlas. No se trata 
aquí de medicina. Comprende por fin y de una vez por 
todas que considero que mi vida está perdida, que los 
dolores que me hacen gritar son tan espantosos que ya, 
ya mismo renunciaría a vivir sólo para desembarazar- 
me de ellos; una hora de alivio no tiene precio para mí. 
Todo lo demás me importa poco. Escucha todavía esto: 

Tenía buenas noticias para ti, pero el cansancio in- 
finito en el que me sumergió tu carta las hizo pasar a 
un segundo plano. Tuve una consulta en casa del doc- 
tor Toulouse, hablé con uno de sus médicos; creo que 
es una consulta muy importante 3 . Es el neurólogo del 
servicio. Al describirle las primeras sensaciones tuve al 
fin, por primera vez, la impresión de encontrarme ante 
un hombre que comprendía la naturaleza especial de 
mi mal. Me hizo preguntas tan precisas, tan relaciona- 
das con lo que me pasa, que comprendí que él, por fin, 
había visto algo. Por otra parte, después de haber revi- 
sado mis reflejos, dio un grito y me dijo: Ah ya en- 
contré la clave de! problema . Debo volver a verlo ma- 
ñana para saber de qué se trata, pero por fin hay una 
esperanza. Tranquilízate entonces. Esto se arreglará 
nronto; escríbeme una carta más calma, más llena de 
amor. Quédate en Rumania el mayor tiempo posible, 
será mejor para ti. 

Con mis mejores pensamientos, con todo mi cariño. 

Antonin Artaud. 


3 En esta época A. A. consultó al doctor Dupouy. 


115 



Una palabra más 4 : 


Realmente es necesario que estés muy enferma, que 
la soledad, la tristeza, el hecho de estar lejos te hayan 
desequilibrado el espíritu para ser capaz de escribirme, 
después de quince días de silencio, una carta semejante 
y para que, después de todo ese tiempo, sean las prime- 
ras noticias que me llegan de ti. Eres criminal porque 
no tienes piedad de mi extravío, de mi dolor, de mi su- 
plicio y por agregar, encima, tus quejas miserables. 

Antes que nada debo decirte esto: 

No me separaré del veneno hasta que mi estado de 
salud me lo permita y durante todo ese tiempo estare- 
mos juntos , porque no tendrás la crueldad de abando- 
narme en mi desgracia. 

Comprende por fin que me COMES el cerebro. No 
quiero que hablemos más de esto. Cuando leo tu carta 
me dan ganas de aullar, no por lo que me dices sino por- 
que eres irremediablemente porfiada. 

Socórreme en lugar de aumentar mi mal; y, para 
terminar, comprende que todas tus razones no pueden 
encontrar eco en mí porque mi espantoso destino me ha 


4 La segunda parte de esta carta está redactada en un tercer pliego 
que también tiene membrete del Café de la Régénce. Sin embargo, debió 
haber sido escrita algunas horas después: la tinta es muy negra, mientras 
que la tinta de los dos pliegos precedentes es más bien pálida; la pluma es 
mucho menos fina. 

Se puede comparar el tono de esta carta con el de las Lettres de ménage, 
en Le Pése-Nerfs, destinadas, por otra parte, a G. A. ( Oeuvres completes, 
tomo I, p. 98 a p. 103). 


116 



colocado, desde hace mucho tiempo, fuera de la razón 
humana, fuera de la vida. Comprende que daría mi vi- 
da por UNA SOLA hora de verdadera paz. Piensa 
en la intensidad del sufrimiento que ha podido dejar 
mi espíritu en este estado de ánimo en lugar de pensar 
en mi estado de ánimo. Medita esto, medita estas últi- 
mas frases, medítalas seriamente, sinceramente, con tu 
alma. Tendrás la clave de mi conducta . 

Y sobre todo no hables de abandonarme. Estoy solo 
en el mundo, puedo decirlo. Estoy rodeado de abismos, 
cercado de dolores. Toda tu carta es una locura. No con- 
testaré a tus preguntas. No acepto que NADA, pero 
nada, absolutamente nada cambie entre nosotros. Tú 
entiendes. 

Ya mismo vas a escribirme. Me suicidaré 5 inmedia- 
tamente si me escribes una sola vez más en los mis- 
mos términos. Piensa G en la angustia horrible en que 
acabas de hundirme, demonio implacable que sabes tan 
bien ser un ángel cuando así lo quieres. Necesito án- 
geles. Bastante infierno me envuelve desde hace tantoy 
años. He quemado ya cien mil vidas humanas a fuerza 
de dolores, compréndelo por fin. 

Escribe pronto y perdóname. Amame. Y cálmate. Mi- 
ra cómo escribo. Ves que estoy mejor. Ten paciencia. 

Tu desdichado. 


A. Artaud. 


5 La grafía de A. A. es casi siempre muy rápida y a veces omite por 
descuido la s final del condicional. Pero aquí el futuro del original tiene un 
valor afirmativo que está más de acuerdo con su estado de ánimo que el 
clásico condicional. 

0 El comienzo de este párrafo está escrito transversalmente en el 
margen de la segunda página del pliego; el final, transversalmente en el 
margen de la primera página. Los dos últimos párrafos de la carta y la 
firma están escritos en el margen superior de la primera página, vuelta. 


117 



Veinticuatro — 24 de octubre de 1923. 


Tienes que calmarte, querida, ángel. Ya estoy me- 
jor. Mi espíritu se recupera. Estoy siempre vivo. Si uno 
de nosotros está enfermo, ésa eres tú y no yo. Con toda 
mi alma, con todo lo que hay de más puro en mí, te 
juro por última vez que has exagerado mi enfermedad. 
Si conoces a mi madre, preguntáselo. Te dirá que siem- 
pre, aun antes del opio, he sido despiadado con mis se- 
mejantes, que nunca pude soportar contradicciones. Hu- 
biera querido que me conocieras hace tres, cinco, diez 
años, era un demonio desencadenado a causa del mal 
que incubaba en mí y que no era el del opio. No im- 
porta lo que pienses, no he vuelto a tomar opio desde 
mi regreso. Tus deducciones son falsas. Es cierto, tomo 
opio de vez en cuando, pero no por hábito, te lo juro 
sobre la existencia de lo que va a venir, sobre la reali- 
dad superior de mi espíritu que es lo que más estimo 
en el mundo. Estás obsesionada, Génica, decídete, tienes 
que curarte. Y tú, felizmente, sólo tienes que quererlo 
y reflexionar. Te amo. Nunca pudiste, nunca quisiste 
creerme porque TU obsesión era más fuerte que la 
verdad. ¿De qué se trata, Génica? Nunca quisiste con- 
siderar el verdadero problema. Comprende, por fin, que 
el asunto primordial, el asunto que se plantea es la in- 
tensidad del sufrimiento. Siempre me hablas de mi 


118 



vida, de futura curación, pero comprende que la idea 
del sufrimiento es más fuerte que la idea de curación, 
que la idea de vida. Y para mí el asunto estriba en 
aliviar ese sufrimiento, la intensidad misma de ese su- 
frimiento me impide pensar en otra cosa. Nunca sope- 
saste la intensidad de este sufrimiento. Me hablas de 
esperar, de tener paciencia, como si el horror de mi vida 
pudiera permitirme esperar. Tu cerebro sano, tu cuerpo 
que no siente mi dolor te dejan creer que podría es- 
perar, pero mi cuerpo torcido, mi cuerpo cortado, mi ce- 
rebro cercenado no me dan tiempo para esperar. No 
vuelvas siempre sobre los mismos argumentos. Me de- 
sesperas desde hace dos días. Vuelve en ti. Ves bien 
por esta carta que estoy mucho más lúcido que tú. 

Alma querida. 


Naky. 



[París, 12 de noviembre de 1923.] 1 


¿Por qué todavía sin ninguna noticia? ¿Qué te pasa, 
Génica? Necesito una respuesta inmediatamente. No le 
des demasiada importancia a mis furores. 

¿Qué te ocurrió? ¿Qué haces? ¿Qué decidiste? Escrí- 
beme, al menos. Mi soledad es espantosa. Siento que 

1 La carta que comienza: ¿Por qué todavía sin ninguna noticia? como 
la que comienza: Génica querida , p. 123, están escritas en tinta negra en 
papel con membrete del CAFE DE LA REGENCE, ambas incluidas en 
un sobre del mismo establecimiento. 

Ahora bien, la carta: Génica querida , se encontraba en un sobre con 
sello de correos de fecha 12 de noviembre de 1923 y la carta: ¿Por qué 
todavía. . .? en un sobre con sello de correos del 22 de noviembre de 1923. 

Esto suponía el siguiente trayecto: 

El 12, A. A. indica: Me decidí por Un a cambiar de barrio. Vivo en un 
pequeño hotel frente a. 1 , teatro. 

El 22: No vivo más en la calle Nouvelle n° 10. No tengo habitación . 

Y en la carta del 28 de noviembre del mismo año: Cambié de barrio, 
ahora vivo en la avenida Montaigne casi frente al teatro. 

Esto resulta incomprensible. Según nuestro parecer, G. A., al releer 
cierto día las cartas, debió equivocarse al guardarlas, ínvirtiendo cartas y 
sobres. 

Si se coloca la carta: ¿Por qué todavía. . .? en el sobre del 12 y la 
carta: Génica querida, en el del 22, obtenemos un itinerario más lógico: el 
12, A. A. advierte a G, A. que dejó la calle Nouvelle y que se encuentra sin 
alojamiento, el 22, le anuncia que vive en un hotel frente al teatro, hecho 
que le vuelve a confirmar el 28. 

En el sobre del 12 de noviembre se habían agregado: 

l 9 ) Dos retratos a lápiz ejecutados por A. A. en dos pliegos de un azul 
bastante vivo de 13,5 por 21 cm. Uno era el retrato de G. A., el otro su 
propio autorretrato. 

2 9 ) Un fragmento manuscrito a propósito de la adaptación de la Anti- 
gone de Sófocles por Jean Cocteau. En realidad, ese fragmento debió haber 


120 



he llegado al fin de mi vida. Por lo menos, ten la pie- 
dad de escribirme algunas líneas. 


Tu 


Antonin Artaud. 


No vivo más en la calle Nouvelle n 9 10. No tengo 
habitación. Escríbeme al teatro de los Champs-Elysées 2 . 


sido redactado un año antes, ya que fue en diciembre de 1922 cuando 
Dullin montó Antigone (cf. nota 5, carta del 6 de mayo de 1923), y, 
posteriormente, G. A. debió haberlo colocado en este sobre. 

2 Jean Hort confirma el hecho (op. citada): 

Como estaba obligado a dormir en su camarín o en la sala, la dirección 
comunicó este hecho a los Pitoéii , que lo ignoraban. Esta historia los ai li- 
gio ya que estimaban mucho a Artaud, aunque tuvieran poco contacto con 
ese ser cerrado y distante. 

— Es absolutamente necesario descubrir un alojamiento para M. Artaud, 
dijo Pitoeii a sus colaboradores más próximos. , 

Se buscó. No sé quién encontró una habitación, bella y espaciosa, en 
un inmueble situado detrás de la avenida Montaigne. Artaud se instaló allí, 
él y su pesado equipaje intelectual. La única valija de cartón que llevaba 
sólo contenía un poco de ropa, libros y un montón de papeles en desorden. 
Le prestaron una valija vacía para tranquilizar al dueño . Más tarde, reci- 
bió su equipaje que había sido olvidado o dejado en consignación no sé 
dónde. 


121 



TELEGRAMA 

enviado desde París el 18 de noviembre de 1923. 

EUGÉNIE ATANASIOU 12 STRADA JUSTINIAN A 
BUCAREST 

PARÍS 48271 9 18 16 H 30 

RECIBÍ TELEGRAMA 1 BESOS. 


1 Al recibir las últimas cartas que testimoniaban tanta inquietud y ma- 
lestar, G; A. debió haber enviado un telegrama para tranquilizarlo. 


122 



[París, 22 de noviembre de 1923.] 1 


Génica querida, 

Hace mucho tiempo que no tengo noticias tuyas. ¡Vi- 
vo ahora tan solo! Me decidí por fin a cambiar de ba- 
rrio. Vivo en un pequeño hotel 2 , frente al teatro. Tam- 
poco yo te escribo desde hace mucho. Quería dejar pa- 
sar algún tiempo para que te calmaras 3 . Todas tus car- 
tas, incluso la última, me habían puesto en un estado ' 
de furor que hubiese empapado las mías; aun calma- 
da, aun vuelta en ti, no te fue posible abandonar el te- 
ma con el que me cansas 4 desde hace mucho. Bastante 
f engo con mi sinrazón y mi desvarío para poder sopor- 
tar la sinrazón de quienquiera que sea. Ya me has tor- 
turado durante un año entero, por pura locura, ya que 
todo te demostraba que tenías más motivos para es- 

1 Cf. nota 1, carta del 12 de noviembre de 1923. 

2 En una carta dirigida a Mlle. Ivonne Gilíes se encuentra esta Acla- 
ración suplementaria: Vivo por algún tiempo en Ja avenida Montaigne en 
el hotel situado antes del que está frente al Théátre des Champs-Elysées 
cuando se mira el Alma. 

3 El original dice: de te calmer ( para que te calmaras). No parece un 
lapsus ya que más abajo leemos: . . .meme calmee , meme revenue a toi. . . 

( aun calmada, aun vuelta en ti). 

4 Aquí sí cometió un lapsus. El original dice: le sujet du tú me lasses. . . 
(el tema con el que me cansas. . . ) Es posible que A. A. haya querido es- 
cribir: le sujet du laudanum (el tema del láudano), lo que explicaría el 
lapsus. 


123 



perar que para temer. Hice lo imposible para demostrar- 
te tu error. Viste por ti misma que lo mío no era una 
manía. 

I 9 No tenía una manía, 

mi moderación lo prueba y sobre todo mis interrup- 
ciones. 

2 9 Con respecto al uso de aquello que tanto te in- 
quieta, es ínfimo. 

3 9 Pasará con la enfermedad. 

Tienes pruebas de que tocio esto es cierto, esas prue- 
bas no las invento yo; sin embargo, insistes con lo mismo. 

Si meditas razonablemente sobre estos tres puntos 
te darás cuenta de una vez por todas que tus inquie- 
tudes están fuera de lugar. ¿Preferirías que me convir- 
tiéra en un verdadero opiómano con 5 ó 600 gotas por 
día? Al menos tendrías la certeza. En lugar de pensar 
en el coraje que necesité en tres años para no caer en 
eso y encontrar en ese coraje una razón para esperar, 
tú todavía razonas y desvarías. Y bien, te confieso que 
no lo soportaré más. A la primera palabra, a la primera 
alusión, aunque sea lejana, en tu próxima carta, la rom- 
peré 5 y no seguiré leyendo. No tendrás ninguna noti- 
cia de mí. Es necesario que termine esta pesadilla inso- 
portable. No puedo tolerar que la compañera de mi vida 
sea, continuamente, mi principal enemiga. Entonces, sé 

s A. A. utilizó primero el anverso del pliego, luego el recto. Aquí ter- 
mina la segunda página de la carta . . .la romperé. . . enemiga está escrito 
transversalmente en el margen de esta segunda página; el final de la carta 
se encuentra en el anverso, transversalmente, en el margen de la primera 
página. 


124 



razonable. Todavía podemos tener días hermosos. Todo 
es como en el pasado. Tengo siempre la misma nece- 
sidad de ti. Te amo siempre tanto y de la misma ma- 
nera. Escríbeme. Envíame noticias tuyas enseguida. 

Te beso con todas mis fuerzas. 

Naky. 


125 



[París, 28 de noviembre de 1923 .] 


No, Génica querida, no, nada ha cambiado entre nos- 
otros. Siento siempre el mismo amor por ti, y aun más, 
porque estás enferma y sufres. Por otra parte, creo que 
me ocultas algo. No comprendo nada de esa serie de 
males que te asaltan por todas partes : el vientre, el pe- 
cho. Tendrías que haberme advertido desde el principio. 
Me cuentas las cosas como si yo estuviera al corriente 
de todo lo que te ha ocurrido. Es raro que el vientre y 

el pecho te hayan atacado al mismo tiempo. ¿Qué te 

* 

duele exactamente? ¿Es consecuencia uno del otro? En 
cuanto a mí, se ha producido un gran cambio. Ya no 
siento más ese aplastamiento inmenso que me quitaba 
la sensación de existir; el trabajo se me ha vuelto más 
fácil. Siempre tengo pocos pensamientos, pero ya no ten- 
go ese sentimiento de horror intenso en el centro de 
mi cerebro. Espero que no sea un cambio pasajero y 
es de creer que las inyecciones, con el tiempo, han actua- 
do como lo esperaba. 

Aquí hace un frío atroz, nieve, lluvia, viento. 

Cambié de barrio, ahora vivo en la avenida Montaig- 
ne casi frente al teatro. Se repone El que recibe las bo- 
fetadas 1 en la Comédie des Champs-Elysées y me ha- 

1 Celui quí reqoit les gilíes, drama en cuatro actos de Leónidas Andreiev, 
traducción de Georges y Ludmilla Pitoeff, fue representado en Suiza por los 
Pitoeff el 22 de enero de 1918. El estreno en París tuvo lugar el 24 de 



blaron para un papel importante, por fin tendré oca- 
sión de hacer algo si mi estado mental me lo permite* 
Incluyo en esta carta un artículo de Francis de Mio- 
mandre sobre mí 2 . Me invitó a cenar a su casa hace algu- 

marzo de 1921 en el Théátrc Moncey. La primera reposición se hizo en 
la Comédie des Champs-Elysées el 24 de febrero de 1922. A. A. alude a 
la que tuvo lugar el 26 de diciembre de 1923. Música de Henri Breitens- 
tein. Vestuario y decorados de Jean Lurgat. Dirección: Georges Pitoéff. 
A. A. hacía el papel de Jackson que anteriormente había sido interpretado 
por Michel Simón. A su lado, Ludmilla Pitoéff era Consuelo y Georges 
Pitoéff, Celui. También se encontraban en el reparto Jim-Géralds (le 
Barón) y Máxime Fabert (Briquet). 

2 El artículo sobre Trie Trac du Ciel prometido en junio (cf. carta 
del 5 de junio de 1923). El recorte de la prensa no se encontraba en el 
sobre pero G. A. lo conservó con otros papeles y documentos. 

Antonia Artaud 
Trie Trac du Ciel 

(Galerie Simón, 29 bis rué d’Astorg) 

I 

Todo París vio actuar a Antonio Artaud, primero junto a Dutlin (re- 
cordemos su magnífica participación en Urdemalas de Jacinto Grau y en 
Charlemagne de Alexandrc Arnoux luego, en el Théátre des Champs-Ely- 
sées. Este joven es un actor de raza . 

Sobresale “componiendo” un rol, extrayéndole la máscara, la actitud , la 
plástica, dándole un estilo. Lo vi por primera vez en el admirable drama 
de Calderón : La vie est un songe, en el “Atelier”. Encarnaba al viejo rey 
astrólogo con una amplitud y una inteligencia rara en un comediante . 

Todo eso se cemprende cuando uno se entera de que Antonin Artaud 
es un poeta. El que puede lo más puede lo menos. Un poeta lo puede todo: 
él sabe, por intuición, lo esencial ; entonces, aunque haga otra cosa además 
de versos, manifiesta en ella esas aptitudes que sólo fracasan cuando chocan 
con pretendidos espíritus positivos, es decir, con los hombres más irreales. 

Trie Trac du Ciel, hasta donde yo conozco su primer ensayo en poesía, 
es una obra extraña, compuesta, incluso caótica y que no hace el menor 
esfuerzo por tirarnos una tabla. Antonin Artaud se comprende, juega un 
juego que le es personal, sonriendo ante los dados que lanza. Toma, ver- 
daderamente, el cielo como una mesa, el cielo, o más bien el espacio, lo 
ilimitado. 

Artaud ve el universo desde arriba, bajo todos los sesgos posibles, con 
toda libertad; como algunos pintores contemporáneos los paisajes: 

La vieille foire borde le ciel 
Aux marges de la ville en pointe 

(La yieja feria bordea el cielo / En los márgenes de la ciudad en punta). 

Agita y sacude el viejo mundo, lo coloca bajo toda clase de luces, pero 

127 



nos días. Es un hombre divino, un corazón encantador, 
un espíritu muy noble, me demostró gran estima. Las- 
tima que no estés conmigo. Viviríamos estas cosas jun- 
tos. Me arrancarías de mi soledad y de mi abandono. 

Esta es mi cabeza en un pequeño papel 3 . 

Toda mi alma, mujer muy querida. 


Naky. 


sobre todo, sobre todo, lo baña en algo muy vasto, en el mismo éter fluido. 
Busca lo que es poderoso, lo que es perturbador . Sueña con amplificar sus 
Sensaciones multiplicándolas por todo el universo. 

Rássasie-nous nous avons faim 
De commotions inter-sidérales 
Ah verse-nous des laves astrales 
A la place de notre sang 

Détache-nous. Divise-nous 
Avec tes mairts de braises coupantes 
Ouvre-nous ces routes brillantes 
Oü Ton meurt plus loin que la mort 

(Sacíanos tenemos hambre / De conmociones intersiderales / Ah de- 
rrámanos lavas astrales / En el lugar de nuestra sangre / Libéranos. / Di- 
vídenos / Con tus manos de brasas cortantes / Abrenos esas rutas ardien- 
tes / Donde se muere más lejos que la muerte). 

Un estremecimiento cósmico atraviesa sus versos ardientes, sacudidos de 
exaltación, a los que, sin embargo, no íes falta un no sé qué de ternura, de 
intimidad breve y conmovedora, como la confesión de una boca habituada 
al grito trágico: 


La minute est bonne pour Torgue 
Que les vents sément dans la nuit 

(El minuto es propicio para el órgano / que los vientos siembran en la 
noche). 

M. Antonin Artaud es un verdadero poeta. 

Vigorosos grabados sobre madera de Elie Lascaux ilustran estos versos 
subrayando su carácter quimérico . 

Francis de Miomandre 

(La Vie, 15 de noviembre de 1923.) 

3 En frente, en la página 2 del pliego doble, un dibujo a la pluma de 
A. A. el pequeño papel es, sin duda, el de Premier Mystique, interpretado 


128 



por A. A. el 22 de noviembre de 1923 en la Comedie des Chanips-Elysées 
en La Petite Baraque, fantasía en dos cuadros de Alexandre Block. Tra- 
ducción de Georges y Ludmilla Pitoeff. Música inédita de Kouxmins, arre- 
glada por Henri Breitenstein. Dirección, decorados y vestuario de Pitoeff. 
Figuraban también en el reparto: Jim-Géralds, Máxime Fabert y Kouchi- 
tachvili. En el mismo espectáculo: Toutes les qualités viennent cf'e/le. co- 
media en dos actos de León Tolstoy y un acto de Charles Vildroc: L’Indigent . 


/ 


129 



[París, 8 de diciembre de 1923.] 1 


Querido amor. Tranquilízate con respecto a mí. Vivo 
siempre frente al teatro. Decidí establecerme aquí por 
algún tiempo, a pesar del precio elevado de la habita- 
ción, por cansancio, porque estaba harto de buscar, ade- 
más salgo muy poco. Casi no tengo que tomar ningún 
medio de comunicación. No me siento demasiado mal. 
Mi salud ha hecho grandes progresos desde el mes de 
octubre y después de las inyecciones. Malakhoff me in- 
vita tres o cuatro veces por semana. Incluso me propu- 
sieron alojamiento gratis. Pero no me gustan demasia- 
do. No puedo sentirme cómodo en casa de ellos. Es mi 
modo de ver las cosas. Eres el único ser con quien pue- 
do ser yo mismo. Hombre o mujer. Vivo en una soledad 
esparitosa. Voy con uno y otro al café. Toda esta gente 
es bastante simpática y me demuestra estima. Tengo un 
papel muy hermoso con Pitóéff : el t clown en El que 
recibe la^s bcíetrdac 2 . Todo lo que se puede soñar al 
pronunciar la palabra clown está en el papel. También 
tengo el papel de un viejo Chino que forma parte del coro 
y comenta la acción en una pequeña pieza bastante 

1 Papel con membrete del grill-room Francis: las tres iniciales G. R. F. r 
una sobre la otra en el interior de un sello. Sobre con el siguiente membrete: 
Restaurant Francis / 7, place de VAlma, 7 / París. 

2 Cf. con nota 1, carta del 28 de noviembre de 1923. 


130 



insignificante en el Studio *. Pero es apenas una su- 
plencia. 

Nada más por el momento. 

Escribe lo más pronto [posible] 3 4 y si puede enviar- 
me algo, lo que me envíes será siempre bienvenido por- 
que tengo perpetuos problemas de dinero. 

Pronto te mandaré el libro del que ya te hablé. Es 
curioso y muy actual. Por otra parte conoces al autor 5 . 

¿Cuándo vuelves? Escríbeme. Pienso siempre en ti 
y te beso desde el fondo del corazón. 

Antonin Artaud. 


3 Se trata del Club des Cañarás Mandarías (cf. nata 2, carta del 22 
de octubre de 1923); el papel del viejo Chino fue representado en el estreno 
por Henri Gaultier. Así lo describe Henry Bidou en su folletín Journal des 
Débats (3 de diciembre de 1923): Cerca de esa ventana, en el fondo , cara 
a los jardines , hay un extraño personaje . Es una especie de monigote , sen - 
fado en un zócalo pintado de violeta . Es prodigiosamente viejo. Los hilos 
blancos de su barba descienden hasta su vientre. Su cráneo amarillo y des- 
nudo está abollado por la sabiduría. Asiste a la pieza , inmóvil y mudo. A 
intervalos toma la palabra y se diría que es un reloj que habla. Recita un 
proverbio o cita una anécdota. Luego vuelve a su reposo. 

4 Falta la palabra. 

5 La frase: Es curioso y muy actual nos confirma el hecho de que se 
trata del segundo número de BILBOQUET (cf. nota 3, carta del 12 de 
octubre de 1923). 


131 



[París, 13 de diciembre de 1923.] 1 


Génica, 

Puesto que tu situación no cambia 2 , no puedes eter- 
nizarte lejos de lo que es tu vida. 

Prepárate para regresar lo antes posible. Debes estar 
aquí en la primera semana del mes próximo. Estás arrui- 
nando tu vida. No es bueno dejarse olvidar demasiado 
tiempo. Aplastas y desde muy alto a cualquier mujer 
del Atelier. Pero los acontecimientos y el tiempo te 
aplastan a ti. Hay pocas posibilidades de que el Atelier 
reabra el año que viene. ¿Estás tan enferma que no 
puedes hacer un pequeño esfuerzo? Ven a asegurar tu 
situación aquí con un papel o dos. Luego te será más 
fácil conseguir trabajo. Yo, yo veo con desesperación 
que no consigues ponerte en mi estado de ánimo. Siem- 
bre me envías los mismos consuelos sobre mi salud, al- 
gunas gotas de agua bendita. Lo que me importa no es 
el dolor sino el estado de ánimo en el que me encuen- 
tro. Y nada ha cambiado por ese lado. Sin embargo, 
es preciso que mi vida cambie. El trabajo y las circuns- 
tancias nada significarán hasta tanto mi ánimo no haya 

1 Papel con membrete: G. R. F. Sobre con membrete: Restaurant Fran- 
cia / 7, place de l'Alma, 7 / Paria. 

2 Posible referencia al estado de salud de G. A. y de su madre. 


132 



cambiado. Si no se produce un milagro estoy decidido 
a abandonarlo todo. Por esta razón, vuelve , vuelve pron- 
to. Debemos hablar de todo esto, pero juntos. 

Recibí todas las cartas y también el dinero que gasté 
hace mucho. 

Toma una decisión. Dime lo que piensas hacer. 

Te espero. 

Tu Naky. 


133 



[París, 26 de diciembre de 1923.] 1 * * 


Génica querida. Tu silencio me desespera. ¿Te ha 
ocurrido algo malo? Escríbeme en seguida. No tienes 
ninguna razón para no escribirme. Discutimos un po- 
co, pero eso ya pasó. No hay que volver sobre lo mis- 
mo. Por otra parte : ¿Qué enfermedad espantosa te im- 
pide darme noticias tuyas? Paso aquí unas fiestas muy 
tristes 4 , en soledad, enfermo, . abandonado. Algunas lí- 
neas tuyas me hubieran traído alegría. No le doy mu- 
cha importancia a las fiestas, pero el sentimiento de la 
alegría ajena me hace volver los ojos a mi actual mi- 
seria. Por primera vez siento que estoy mal en un pa- 
pel. Por poco seguro que estuviese de mí, siempre tuve 

1 Esta carta y las dos siguientes están escritas en papel con membrete 
del G. R. F,; se encontraban en el mismo sobre también con membrete : 
Restaurant Francia (26 de diciembre de 1923, a las 8 h 30, en París - Gare 
Saint-Lazare). Fueron enviadas al mismo tiempo, aunque no fueron escritas 
el mismo día. El tono sube sensiblemente de la primera a la tercera. La 
primera, como indica la mención: La Navidad, debe datar del 24 de di- 
ciembre. A. A., sin noticias de Génica, sólo manifiesta tristeza. Sin duda 
espera recibir, al día siguiente, unas líneas con motivo de la Navidad. 
Como no recibe nada, escribe la segunda carta, mucho más seca, luego la 

a gr e ga si sobre. Por fin, el 25 a la noche, o tal vez el 26 muy temprano, 
agrega en el mismo sobre la tercera, muy corta y llena de rabia. Es posible 
que para que la correspondencia tuviese más rápido despacho la llevase 
él mismo a la Gare Saint-Lazare, cosa de abreviar el trámite (las cartas 

precedentes llevan sello de la Oficina de Correos de París, 47, R. La Boétie, 

oficina del barrio donde vivía). Estas son las últimas cartas dirigidas a 
Bucarest. 


134 



la sensación de hacer algo, de dar forma a mi perso- 
naje, un pensamiento, pero ahora nada totalmente. Se 
trata del papel de clown. No obstante, en un acto, el 
último, en el que puedo representar el interior del clown, 
estoy muy bien. Pero toda la situación exterior y física 
está mal hecha. Además, es la opinión general. Todos o 
casi todos mis camaradas son muy buenos conmigo. Hay 
una atmósfera verdaderamente deliciosa en ese teatro, 
sobre todo en la compañía Pitoeff. Esta es mi cabeza 
jn el clown 2 . 

Escríbeme pronto. Te beso desde el fondo del corazón. 

La Navidad 3 . 


NAK Y. 


2 Sobre la página 3 del pliego doble, un dibujo a la pluma de A. A.: 
t'í clown Jackson de Celui qui regoit les gilíes. 

a La Navidad está agregado al margen, frente a la última línea de la 
carta. 


135 



Génica. No me escribes bastante, bastante. Quisiera 
recibir al menos dos cartas tuyas por semana. A pesar 
de todo, cuando recibo noticias tuyas, me siento menos 
lejos de ti. Pienso que si tus cosas no cambian debes 
decidirte a volver. No hay razones para que tu espera 
se prolongue por años. Y el tiempo apura, apura para 
ti, si es que quieres encontrar tu lugar más o menos co- 
mo lo dejaste. 

En el Atelier se está haciendo un trabajo muy sinies- 
tro. La pieza de Jean Variot es completamente 4 ridi- 
cula. Es un gran melodrama pretencioso que patina so- 
bre el propio terreno, sin psicología y sin acción. Ba- 
ranger y una banda de advenedizos la representan de 
manera absolutamente puerca . 

No es un problema de valor. Longuet y Hopstein, que 
te reemplazan, son soportables, pero no tienen talento ni 
encanto 5 . Y toda esa gente salmodia y mastica sus pa- 
labras con rapidez y a la manera del propio Dullin. Es 
verdaderamente curioso. 

Beauchamp comienza recién ahora a mostrar talento 
e incluso un poco de estilo. 

4 El 23 de noviembre de 1923 el Atelier montó Le Chevalier sana nom, 
drama en cinco actos de Jean Variot. Decorados de Georges Jeanniot. Alain 
Baranger interpretaba el papel del Olympius y el de un Notable Sarraceno, 
Jacqueline Hopstein el de Euryale y Edmond Beauchamp era el Segundo 
Campesino, el Maestro del Navio y el Emir de Damas. 

5 En ausencia de G. A. los primeros papeles eran interpretados por Eve 
Longuet o Jacqueline Hopstein. En la obra de Marcel Achard de la que 
se habla más abajo, Eve Longuet interpretaba el rol principal. 


136 



El famoso Achard se instaló cómodamente en el Ate- 
lier con una comedia de una estupidez profunda y éxito 
triunfal 6 . Llena la sala por completo. Está plagada de 
palabras efectistas, de virajes mecánicos a los que su pú- 
blico es incapaz de resistirse. Me doy cuenta por la 
nueva pieza de Jules Romains que se da en los Champs- 
Elysées 7 . Todo lo que está a flor de piel, todo lo que 
es inesperado, todas las palabras, las simples palabras 
que no se dicen en público (culo, excrementos), todos 
los manotazos que no se esperan, las puertas que se 
abren cuando uno las cree cerradas, todo lo fácil y exte- 
rior, los trucos a la manera de Arnaud y Fratellini, pero 
peores, transpuestos a un texto, hacen reír y logran éxi- 
to; así está hecha la obra de Achard, en ello reside la 
comicidad de Jules Romains. Es repugnante 8 . 

Espero tus noticias con impaciencia. 


Naky. 


6 El 18 de diciembre de 1923, el Atelier presentó UHomme rouge ou 
Monsieur Bergerat hors de Parts, un acto de Antonin Carriére, y Voulez- 
vous jouer avec moa?, tres actos de Marcel Achard. El propio Achard in- 
terpretaba el rol de Auguste. 

7 El 14 de diciembre de 1923, en la Comédie des Champs-Elysées, Louis 
Jouvet presentó Knock ou le Triomphe de la Medécine , comedia en tres 
actos de Jules Romains. En el mismo espectáculo, Amédée et les Messieurs 
en rang, misterio en un acto del mismo autor, decorados de Louis Jouvet. 
Más tarde, cuando actúa en R.TJ.R . (cf. nota 4, carta del 2 de junio de 
1923) A. A. figurará en el reparto de Amédée (cf. carta a Mlle. Yvonne 
Gilíes, Oeuvres Completes, tomo III, p. 126), pero no encontramos en nin- 
gún diario de esa época indicación alguna sobre el papel que interpretaba. 
Es más que probable que fuera uno de los seis clientes del lustrador de 
botas Amédée. 

8 En el original dégouttant (cf. nota 5, carta del 9 de mayo de 1923, 
y nota 3, carta del 11 de mayo). 


137 



Te ruego me adviertas tu llegada de inmediato, el 
mismo día, sin esperar un minuto, y no importa por 
qué medio: ven a buscarme, o, si te has quedado sin 
fuerzas, envíame un expreso, un mensaje o una palabra 
a tríavés de alguien. Paso por el teatro TODAS las tar- 
des, TODAS las noches cuando no actúo, y represento 
dos o tres veces por semana El que recibe las bofetadas. 

En consecuencia, no tienes excusas. Muy asombrado 
de estar desde hace un mes entero sin noticias y de no 
haber sido advertido de la fecha exacta y hora de tu 
llegada. En cuanto estés en París, no me hagas, enton- 
ces, esperar más tiempo. Ven a buscarme en seguida o 
fija una cita para el mismo día. 

Cuento con ello. 


Naky. 



[París, 31 de enero de 1924.] 1 


Génica, lee por lo menos esta carta, 
léela cuando [te] 2 sientas más tranquila. 


1 Carta dirigida a: 

Mademoiselíe Génica Atanasiou 

(Tanasescu) 

(n? 60) hotel Gamier place du 

Havre en /ace de la Gare Saint-Lazare. 

Sobre y papel con membrete: Cié. P.L.M. / BUFFET DE PARIS / 
Téléph. du Buffet’. Diderot 09-06. La carta fue despachada en París-Gare 
P. L. M. el 31 de enero de 1924 a las 19 h 20. Muy posiblemente haya sido 
despachada justo antes de que A. A. tomara el tren para Marsella. La exhor- 
tación: Génica, lee por lo menos. . . está escrita en una mitad de pliego 
doble cortado a lo largo. Probablemente fue escrita después, aunque está 
destinada a ser leída antes que la carta. 

2 Omisión. 


139 



Génica, Génica querida, 


No sé qué resolviste, pero pensé mucho en ti y en 
mí y si sientes tu espíritu más calmo, trata de pensar 
un poco que lo que tanto te aflige de mí no son mis 
formas de actuar, sino lo que tú crees que ocasiona esas 
formas 3 . En la vida hay muchas nubes, pero si éstas 
se te figuran tan terribles es sólo a causa de las circuns- 
tancias. Piensa un poco en mí, busca fuera de eso qué 
puedes reprocharme. Hago todo por ti. Te doy mi alma. 
Soy tan bueno como puedo. Acepto todo de ti. Qué mu- 
jer no se hubiera dejado conmover al ver a un hom- 
bre palpitante y sumiso como lo estuve ayer frente a ti. 

Nunca he sido duro contigo, mi corazón siempre se 
ha fundido delante tuyo 4 . 

Recuerda la* gran noche de Cauterets, cuando caí en 
tus brazos apenas me miraste. No hay que ser, Génica, 
más despiadado que la vida. Si quieres, para calmar tu 
alma, nos veremos menos seguido, pero siempre sere- 
mos dos almas que se aman a pesar de todo, 
más allá de la vida , 
más allá de las circunstancias , 

3 Se trata siempre del mismo diferendo con respecto al opio. 

4 Esta frase, en relación directa con lo que precede, debió haber sido 
agregada después en el margen superior de la tercera página (algunas pa- 
labras desbordan la página y se inscriben en lo alto de la cuarta página), 
justo sobre el párrafo que sigue. 


140 



más allá de las cosas que suceden, 
y esto, Génica, no puedes, no tienes derecho a qui- 
tármelo, 

no tienes derecho a pensar que debo dejarte, 

tu alma no puede abandonarme, 

arreglaremos, entre nosotros dos, otra vida material. 

Naky. 


141 



[Marsella, 1? de febrero de 1924 .] 1 


Génica, 

No puedo vivir pensando que debo vivir sin tí. Siento 
que mi espíritu se va* el delirio me gana, van a venir 
a encerrarme en una casa de locos. Déjame verte al me- 
nos de vez en cuando. En el vagón, lloré a lágrima viva 
delante de todo el mundo. Sálvame. Voy a perder mi 
posición en el teatro. Soy un hombre perdido. Me re- 
tengo con todas mis fuerzas. Pero hay algo que va a 
explotar dentro de mí. Telegrafíame y dime que me 
conservas toda tu alma y que te volveré a ver en cuan- 
to regrese. Seré un ángel de paciencia. Iré a verte sólo 
cuando tenga el ánimo 2 3 de un pájaro. Así no te que- 
jarás más de mí. Te envié un telegrama :{ , pero telegra- 
fíame tú también y escríbeme al recibir esta carta. 

No olvides poner Artaud HIJO. 

TODA mi vida depende de tu respuesta. 


1 Esta carta, sin firma, está dirigida a: 

Mademoiselle Génica Tanasescu 

( Atanasiou ) 

Hotel Garnier 
Place da Havre 
París. 

2 La grafía testimonia el desasosiego de A. A. En la tercera página de 
la carta sólo escribió tres líneas en el tercio superior: Iré a verte sola 
cuando tenga el ánimo. . . 

3 Este telegrama no fue conservado. 


142 



[Marsella, l 9 de febrero de 1924,] 11 


Recuerdos. 


A. A. 


[Marsella, 1 9 de febrero de 1924,] 


Recuerdos. 


A. A. 


[Marsella, l 9 de febrero de 1924,] 

Recuerdos. 


A. A. 


1 Las tres tarjetas postales fueron despachadas el mismo día que la 
carta precedente y a la misma hora: 14 h. Sin duda, A, A. las escribió y 
envió en cuanto bajó del tren. La elección de las vistas (Eglise Saint-Victor- 
Bassin de Carénage et Vieux Port-L’Esplanade de la Gare) es seguramente 
intencional: debe corresponder a los lugares que sin duda recordarían a 
G. A. momentos conmovedores de su viaje a Marsella el verano anterior, 
de allí que la única palabra sea Recuerdos . Están dirigidas a: Mlle. Génica 
Tanasescu / hotel Garnier / place du Havre / París. 


143 



[ Marsella , 1° de febrero de 1924.] 1 


Salva mi vida, 

Salva mi alma, Génica. 

Voy a abandonarme a la desesperación. 

Voy a gritar hasta que los demonios me escuchen, 
hasta que los muertos vengan a buscarme. 

Si no me escribes, estoy en el infierno para toda la. 
vida. 

Quieres tener una vida libre, la tendrás, pero no te 
traerá felicidad comenzarla con la vida de un hombre 
arruinado en el umbral, ése soy yo. 

Escríbeme una carta que sea un bálsamo como la 
que te escribí a Rumania 2 . Tú me lo dijiste. Yo, yo tam- 
bién había decidido no escribirte más, pero tuve piedad 
de tu miseria y de tu enfermedad, y también mi amor 
era demasiado fuerte, entonces me ocupé de ti. Te hice 
volver para que encontraras tu lugar en el teatro. 

Lloro, lloro. 

Vuelve a mí, y me las arreglaré para no estorbar tu 
vida. Pero no me desesperes definitivamente. 


1 Carta sin firma, despachada el mismo día que las precedentes, pero 
•a la noche. Está dirigida a: Mademoiselle Génica Atanasiou / théátre do 
VAtetier / Place Dancourt / París . 

2 Sin duda, la carta del 13 de diciembre de 1923, a causa de la frase: 
Aplastas y desde muy alto a cualquier mujer del Atelier. 



[ Marsella , 2 de febrero de 1924.] 1 


Lee hasta el fin, Génica, sólo cuando llegues al final 
podrás tener una opinión. 

No te impacientes antes de haberlo leído todo. 

Toda mi alma 2 . 


1 Carta sin firma dirigida a: Mademoiselle Génica Atanasiou f 3 rué 
Nouvelle 3 / París. Dirección rectificada por el servicio de correos. Carta 
dirigida: Hotel Garniel / Chambre 60 / ( Mlle . Stanacescu). 

2 Lo que precede está escrito en un cuarto de hoja color crema de 21 
por 27 cm. La carta está escrita en tres pliegos simples del mismo papel. 
Su disposición es curiosa. Cada hoja está sólo utilizada en el recto; ha 
sido doblada en cuatro, los trazos del pliegue forman así cuatro rectángulos. 
Cada uno de estos rectángulos está cuidadosamente numerado en la parte 
superior, en el centro, de la 12. La carta está escrita rectángulo por rec- 
tángulo de izquierda a derecha, primero los dos rectángulos superiores, luego 
los inferiores. 


145 



Estaba tan bien estos últimos tiempos. Mi espíritu se 
liberaba. Ahora se acabó. Estoy como paralizado. Fui 
golpeado por un cataclismo sin nombre y estoy estupe- 
facto. Mi tristeza me rodea físicamente . Siento la ca- 
beza embotada, como si la hubieran golpeado con una 
matraca. Lo que pasó entre nosotros agita mi cabeza 
sin cesar. En una enfermedad como la mía semejante 
pena resulta terrible. Siento que no la voy a soportar.. 
Oh Génica, no te asustes. No creas que voy a atentar 
contra mí mismo. Al contrario. 

¿Por qué nunca me creiste? ¿Por qué no crees que 
mi vieja enfermedad es la única capaz de ponerme en 
esas condiciones espirituales que tú tanto temes? Es- 
toy seguro de que si pudieras llegar a creer que esas ma- 
las disposiciones provienen únicamente de mi mal, las 
soportarías mejor. 

Te comprendo, te comprendo, Génica. Sé que tus in- 
quietudes y tu enojo provienen de la intensidad de tu 
amor. Comprendo que esa inquietud te paraliza, te im- 
pide pensar a causa de la inextrincabilidad del proble- 
ma. Pero créeme. No hay ninguna contradicción en lo 
que te digo. Deberías haberme conocido antes de todo 
esto. Habrías visto que ya tenía estos cambios en la 
cara, esta piel que de la mañana a la noche envejece. 
Si te convencieras bien de esta idea, te espantarías mu- 
cho menos de ciertos detalles que observas en mí, ve- 
rías las cosas de otro modo. 

Quédate tranquila por ahora, ando mejor, estoy en 
mi casa y descanso para habituarme a no hacer nada. 
Te darás cuenta a mi regreso. Consiente solamente en 
volver a verme. Resisto a pesar de mi inmensa pena. 
Desde hace tres días estoy como muerto, pero resisto. 


146 



Por favor, no me abandones, ese día mi muerte no estará 
lejana. 

Si te sientes verdaderamente más tranquila y pue- 
des reflexionar sobre lo que pasó entre nosotros, escu- 
cha todavía esto: 

yo también me digo: si ella me ama tan poco como 
para preferir la tranquilidad de su vida a nuestro amor, 
me interesa mucho menos, voy a separarme de ella. 

Y luego comprendo que es justamente la inmensi- 
dad de su amor lo que le vuelve ía vida conmigo tan 
amarga, si ella no me quisiera tanto se inquietaría mu- 
cho menos por mí, sufriría mucho menos: ves cómo te 
comprendo. Pero quisiera que comprendas que no tie- 
nes razón en inquietarte como 1 q haces. Olvidas que 
este verano tuve una recaída espantosa. Dame tiem- 
po para salir de esa recaída. Hasta entonces nos ve- 
remos mucho menos. No cerneremos más juntos. Te 
acompañaré al teatro sólo cuando esté libre. Veremos 
espectáculos juntos. Así no tendrás ocasión de hacer so- 
bre mí esas constataciones que te asustan. Te darás 
cuenta de que esos estados son pasajeros y juzgándome 
en el conjunto verás que mi salud, en general, está me- 
jor. Y entre tanto nos escribiremos. Me dijiste a tu vuel- 
ta de Rumania: sentí que no tenía motivos para estar 
inquieta. Génica, esta experiencia atroz me servirá. En 
estos tres días aprendí lo que se debe hacer. Nunca su- 
frí de este modo. Ten, de una buena vez, confianza. No 
quiero arruinar tu vida. Haré todo lo que quieras para 
tranquilizarte, todo, incluso aquello que no te atreve- 
rías a pedirme. 


147 



Domingo 3 a la mañana V 


Por fin una palabra tuya. Gracias por haberme es- 
crito sin esperar, por no haberme dejado solo con mi 
desesperación. Te abrumé con cartas y telegramas, tu- 
ve miedo de que ni siquiera abrieras mis cartas. Debo 
pedirte disculpas: Le escribí a Kouchita 1 2 . Imaginé 
que no me contestarías más, le pedí que te suplicara 
volver a verme. Perdóname por haberlo mezclado en 
nuestros asuntos, pero estaba enloquecido. Génica, voy 
a representar El que recibe las bofetadas en Bruselas, 
día 13, volveré a París alrededor del 10, para volver 
a partir dos días después. Necesitaré una habitación 
sólo para el 15. Si me encuentras una, 250 como má- 
ximo, CON baño, en el tercer o si no hay más remedio 
en el 4 9 piso, entre el Alma y Montmartre (tienes cam- 
po) estará muy bien. No quisiera alejarme más allá de 

1 Carta despachada en Marsella-Capucines el 4 de febrero de 1924. So- 
bre con membrete: Restaurant Francis / 7, place de VAlma , 7 / París. Está 
dirigida a: Mademoiselle Génica Atanasiou / 3 rué Nouvelle 3 / París. Carta 
escrita en dos hojas simples del mismo papel crema que la carta precedente 
y dispuesta exactamente de la misma manera. Los rectángulos están nu- 
merados del 2 al 8, el primero no lleva número. 

En el sobre se agregaron luego el catálogo de la Exposition Elie Lascaux 
en la Galerie Simón (del miércoles 22 de noviembre de 1922 al martes 5 
de diciembre de 1922) con una presentación de Max Jacob y tres recortes 
de la prensa del 16 de enero de 1925 relativos al film de Luitz Morat: 
Surcoui . 

2 Cf. nota 6, carta del 6 de mayo de 1923. 


148 



la Trinité. Si te gusta, la tomarás sin preguntármelo. 
Pero no te pongas en problemas, hazlo mientras paseas 
y si no encuentras nada volveré a mi Hotel. Hotel o 
casa privada, poco me importa si tengo mi libertad, el 
precio, el piso y que no esté muy lejos. 

Al pasar por París tomaré una pieza por un día. Pero 
si encuentras algo a partir del 10, resérvalo a partir de 
esa fecha. Así podré depositar mis cosas enseguida. ¿Tra- 
bajas el domingo 10 de febrero por la noche 3 ? 

Hazme saber cómo estás, mi pobre querida Génica. 
¿Recitaste versos en la matinée de poesía del Atelier? 
Probablemente llegaré el domingo 10, hazme saber qué 
haces ese día, si estás libre. Hasta pronto, Angel bien 
amado. 


Naky. 


3 Después de su larga ausencia, G. A. integraba nuevamente la compañía 
del Atelier. Retomó, el 29 de enero de 1924, su papel de doña Francisca 
en L’Occasion de Prosper Merimée y el 29 de febrero volvió a ser Estrelle 
en La vie est un songe, de Calderón. Jean Marchat sucedió a A. A. en 
el papel de Bazile. 


149 



[ Marsella , 5 de febrero de 1924.] 1 


Pobre Génica, no, no, era el momento de desgarrar- 
nos. El amor nos construye una nueva familia. Los pri- 
meros días, cuando creía haberte perdido, no sentía 
más la bondad de los míos. 

Génica querida, oh sí, siento esa desolación de ver 
disolverse, irse para siempre, una parte de su vida, que 
era en un momento la más importante. Amémonos más 
todavía. AMO A TU MADRE. 

Ahora estoy más calmo. Gracias por haberme tran- 
quilizado. Recibí tu telegrama y también tu tercera car- 
ta por expreso. 

Al recibir tu primera carta, que te agradezco eterna- 
mente haber escrito sin esperar, envié otra para tran- 
quilizarte al n^ 3 de la calle Nouvelle. Te envío esta 

1 Carta dirigida a: 

M ademo iselle Génica Tanasescu 

( Atanasiou) 

Hotel Garnier 
place du Havre 
París. 

Escrita en una hoja y media de papel crema y de la misma manera que 
las dos cartas precedentes comenzando en la media hoja. Ninguno de los 
seis rectángulos así constituidos está numerado. 

El contenido de la carta nos informa que la madre de G. A. acababa 
de morir. 


150 



noche un telegrama advirtiéndotelo 2 . No dejes de ir a 
buscarlo. 

Encontré muchas cosas para decirte. Te las diré de 
viva voz. Si puedes encontrarme una habitación (200- 
250), gracias. Ten la bondad de avisarme en seguida 
para no reservar una en la avenida Montaigne donde 
me encuentro muy mal. Preferentemente en un hotel, 
a menos que alquiles una pieza, alguna cosa verdade- 
ramente ventajosa, habitación clara, agradable, sobre to- 
do caliente . Volveré el domingo. Escríbeme si trabajas 
ese día. Hasta pronto. Te escribiré todavía, Génica, 
corderito. 


Tu Naky. 


2 Ese telegrama no se conservó. 



[Marsella, 26 de abril de 1924.] 1 


Génica bien amada, 

No te acuses demasiado. Sé bien que todas las cul- 
pas son mías. Estoy desesperado por la vida que te hago 
llevar. Merecías algo mejor, tienes todas las gracias, to- 
das las dulzuras, serías un tesoro para un hombre bue- 
no y bien equilibrado. Sé apreciarte, puedes estar se- 
gura, pero debo tener un hermoso veneno en el alma 
para atreverme a decir que no puedo soportarte. Es que 
la vida me resulta a ‘menudo muy amarga, muy enemi- 
ga. /Compréndelo un poco más, es todo lo que te pido. 
Quiero pasar mi vida contigo, hemos ido demasiado le- 
jos para pensar que lo que existe entre nosotros podría, 
con el tiempo, relajarse. Créeme, tenme un poco más 
de confianza. ^Puedo decirte, te juro sobre el amor que 

1 En el sello de correos se lee con bastante facilidad la procedencia, el 
día y el año, no así la cifra de‘i mes reducida a una especie de barra. Ahora 
bien, se excluye que sea 1, es decir, enero, ya que sabemos que A. A. dejó 
París el 31 de enero de 1924 (cf. carta del 31 de enero de 1924). Se puede 
suponer que se trata de un 4 algo borrado. Esto concuerda, por otra parte, 
con el último párrafo de la carta donde se nos indica que fue escrita 
justo antes de un regreso a París que debía efectuarse un lunes. En efecto, 
el 28 de abril de 1924 caía lunes. Además, es verosímil que A. A., casi 
seguro de no poder ir a Marsella durante el verano porque iba a filmar 
Surcoui, haya hecho un viaje rápido a Marsella para ver a su familia. La 
carta está dirigida a: Mlle. Génica Atanasiou / 3 rué Nouvelle 3 / París / 
Seine . 


152 



tengo por ti, que suprimí de nuevo lo que te preocupa, 
y esos tres días antes de mi partida a París, resistí du- 
rante el viaje e incluso hasta hoy. Pero confía, no pien- 
ses en una separación inútil, deja que el tiempo obre; 
¡ves bien que el tiempo te favorece! No quiero hacerte 
sufrir más. Ultimamente tuve una conducta horrible 
contigo, lo sé, lo reconozco, sufro por ello. Es más fuerte 
que yo. Pero no quiero imponerte más mi demonio./' 
Génica, no te volveré a ver hasta no estar seguro de mí 
mismo . Lo esencial es que yo sepa, aun durante la ausen- 
cia, que me conservas todo tu amor, toda tu alma. No 
sólo necesito tu afecto, tu ternura, necesito también tu 
corazón. No me lo quites. Tú no puedes, no debes. Se- 
guro de ti podré trabajar 2 más poderosamente para sen- 
tirme seguro de mí mismo. ¿Comprendes? 

Estaré en París el lunes a las 9 de la mañana. Impo- 
sible prolongar mi viaje aquí. Además del ensayo 3 que 
sería peligroso diferir,, debo, sobre todo, no interrumpir 
mis inyecciones. No había pensado en ello. Si no pue- 
des venir a la estación, envíame unas líneas al teatro, 
o bien, iré a almorzar a mediodía contigo. 

Sobre mi corazón, amiga. 


Nanaqui. 


2 A. A. cometió un lapsus y escribió: ...je potxrrái travaiHerai (...yo 
podría trabajaría). 

3 Sin duda se trata de un ensayo de Surcoui. 


153 



[Saint-Malo, 29 de julio de 1294.] 1 


Querida Génica, 

El traidor Morel soy yo, de qué otro podría hablar 
así 2 . Aludía a la mañana en que hice algunas de las 
esceñas más dramáticas de mi papel, ese día se afirmó 
mi reputación ante todo el elenco; según dijeron, estu- 
ve bárbaro. Corro como un loco por las ruinas y me 
tiro desde lo alto de una torre de donde caigo a orillas 
del mar. La escena se dividió en cinco o seis imágenes, 
con un gran plano .mío, desesperado y golpeándome la 
cabeza contra una pared, después gesticulando en lo 
alto de la torre y, por fin, cayendo al mar; se me ve caer 
en primer plano y de frente a la cima de la torre, des- 


1 Falta el sobre. Pero el contenido de la carta nos indica que A. A. 
se encontraba en Saint-Malo donde rodaba, bajo la dirección de Luítz- 
Morat, Surcoui , guión de Arthur Beméde. En este film, en episodios, fil- 
mado en parte en exteriores, producido por la Société de Cinéromans, una 
gran figura del cine de la época, Jean Angelo, interpretaba el papel de 
Surcouf; las actrices femeninas eran Marie Dalbai'cin y Jacqueline Blanc; 
A. A. encamaba al traidor Jacques Morel. Más adelante, en la carta en- 
contramos: el martes a Ja mañana. Debe tratarse del martes 29 de julio 
de 1924. En efecto, el 28 de julio, A. A. había enviado a su editor D.-H. 
Kahnweiler una tarjeta postal que representaba el castillo de Gilíes de 
Bretagne donde, escribe, desde hace tres días trabajo como un condenado. 
La carta a G. A. es una relación más detallada de la filmación en las 
ruinas del castillo. 

2 Esto significa que por lo menos había enviado una carta a G. A. an- 
terior a ésta, carta que debió perderse. 


154 



pués mi cuerpo se aplastará contra la arena, tengo al- 
gunos espasmos, se ve mi rostro magullado que se le- 
vanta y luego caigo definitivamente muerto; te contaré 
cómo se filmó todo esto, nunca hice tanto ejercicio en 
mi vida. Tuve algunas escenas poco logradas y acaso 
muchas rozaron el ridículo, forzadas y constipadas, pero 
también las tuve buenas, sobre todo los primeros planos 
de mi cara con la mirada mala y de soslayo, con malos 
deseos o retorcido de dolor. Hice estos dos últimos pri- 
meros planos el martes a la mañana, a algunos kilóme- 
tros de Saint-Malo, en una villa bretona a orillas del 
mar. Estoy todo el día AFUERA, me he broncea- 
do como nunca, el elenco es encantador y todos pare- 
cen quererme mucho, al menos por ahora; mi salud es 
buena en conjunto, engordo a ojos vistas, por lo que 
te equivocas al preocuparte, es una vieja obsesión que 
regresa y deberías matarla de una vez por todas. Ruega 
por mi éxito en este film porque en adelante mi posi- 
ción estará hecha, muchos actores de la compañía co- 
nocen a León Poirier 3 o a otros directores, uno de ellos 
es también director y me encontró varias veces colosal 
en las escenas que me vio representar. Hago todas mis 
comidas con el administrador Nalpas 4 , que también 
será director este invierno, creo que su mujer me es- 
tima mucho; vivo, entonces, en una atmósfera de per- 
fecta simpatía; ruega para que mi salud mejore aún 
más y para que pueda trabajar sin tormento, pienso 
mucho en ti; a pesar de todo, no me atrevo a escribir 
demasiado en esta carta, pero guárdala si puedes, co- 


3 A. A. filmará en 1930 bajo la dirección de León Poirier: Verdan, 
Vision d’Histoire, película en la que interpretará el papel de L’Intellectuel. 

4 Louis Nalpas, pariente de A. A. por línea materna, era en ese mo- 
mento director artístico de la Société de Cinéromans. 


155 



lócala a resguardo, te digo muchas cosas como para que 
todo esto se pierda. Tengo una idea, luego que la leas 
échala en el correo y envíamela . Será más seguro y 
menos duro para ti y para mí. Mis cartas con Jacques 
Riviére aparecerán muy pronto, tuve noticias a través 
de una carta colosal de Riviére 5 6 . Recibe largas cartas 
de Panthés 6 , vino a verme a la estación la noche de 
mi partida, es un alma muy curiosa y simple en el fon- 
do, pero libre de todo prejuicio. Tus cartas me conmue- 
ven mucho, ahora formas parte de mi vida. Perdóname 
si no te digo nada más, desconfío . ¿Comprendes?, vuelve 
a enviarme la carta . 


Naky. 


5 Aparecerán en el n*? 132 de La Nouvelle Revue Frangaise , el 1*? de 
setiembre de 1924, con el título Correspondance. 

6 Cf. nota 2, carta del 27 de agosto de 1924. 


156 



[Saint-Malo, principios de agosto de 1924.] 1 


Querida Génica, 

Si supieras qué grotesco y poco interesante me pa- 
rece ahora todo lo que viene del teatro o del cine en 
general y de Dullin en particular y, no obstante, to- 
davía te encuentro tan preocupada por ello, casi obse- 
sionada. No tengo ninguna gana de hacerte la carta que 
me pides. Voy a causarte una gran decepción, pues bien, 
tanto peor, ya no puedo ir contra mí mismo. Pasé mu- 
chos años renunciándome, abdicándome, consintiendo en 
ser otro del que soy. Te veo mal embarcada en un 
asunto dentro del cual me disgusta verte desde hace 
tiempo y que es la comidilla de toda la gente inteligente 
y verdaderamente sagaz. Creo que lo más simple es 
exponerle a Dullin tu alma como tú LA sientes, de 
hacer de ello una cuestión de conciencia. Pero, por mu- 
cho que hagas, nunca tendrás paz, volverá siempre a 
la carga 2 . Hay ciertas cosas que los hombres no entien- 
den y Dullin menos que cualquier otro; no todo el mun- 
do es capaz de ser profundamente, inicialmente verda- 

1 Falta el sobre. Esta carta es sin duda anterior a la que dice: Que- 
rida Génica, No comprendo nada. . . por dos razones: en esta carta 

A. A. se niega a redactar el borrador de la carta destinada a Dullin y en 
la otra ya ha enviado ese borrador; 2 9 aquí cuenta con volver a París 
en dos o tres días , en la otra sabe que le será imposible estar en París 
él 15 de agosto. En consecuencia se la puede fechar a principios de agosto. 

2 En el original se lee a charge . 


157 



dero y sincero como tú, es decir, verdadero al comienza 
de las cosas, verdadero antes del debate 3 . Busca seria- 
mente cualquier papel en un teatro de los Boulevards. 
Es más fácil de lo que crees. Deja esa pocilga, ese osa- 
rio, conoce gente que vive y se supera, no te quedes 
siempre con las mismas personas. En cuanto al cine, 
sería un error que te mostraras difícil, exigente y que 
buscaras elegir un director, siendo que nunca te han vis- 
to. Hazte VER en cualquier film que se difunda y el 
director te elegirá por sí mismo. Actúa, muévete, hazte 
fotos, esperas demasiado. Yo, yo sólo espero una ocasión 
para deslizar una palabra sobre ti y en este momento 
estoy muy bien ubicado para ello. Hubieras interpre- 
tado maravillosamente tanto la Hindú como la Gene- 
rala inglesa 4 protagonizada por esa infecta a la que le 
dan 3.000 francos por mes. Si hubieras enviado tu foto 
sólo 8 días antes de mi partida probablemente Nalpas 
te hubiera tomado, por ser más bella y más artista que 
todas las aspirantes. Para la Hindú escogieron a una 
Española bronceada que físicamente es el personaje. Tú, 
tú tienes, tal vez, demasiado carácter, pero lo hubieras 
hecho admirablemente. Paciencia. 

Vuelvo a París en dos o tres días. Regreso a la plaza 
del Odeón y tendré 15 días de descanso mientras fil- 
man en Lorient escenas de combate en las que yo no 
intervengo. 

Te beso. 

Antonin Artaud. 


3 Se lee débat y no debut . Para leer debut habría que admitir que la 
u deberia haber sido trazada de tal manera que sus ramas cerradas la 
hubieran hecho aparecer como una a pero las u de esta carta son, en ge- 
neral, muy abiertas. 

4 Dos de los roles femeninos de Surcouí. 


158 



[Saint-Malo, alrededor del 13 de agosto de 1924.] 1 


Querida Génica, 

No comprendo nada de tu telegrama. Me encuentro 
siempre en Saint-Malo, donde el tiempo nos retuvo quin- 
ce días. Salgo a las ocho de la mañana y regreso a las 
ocho de la noche, me es imposible enviarte un telegra- 
ma. Pensaba estar en París el 15 de agosto pero envia- 
ron a Paimpol una escena de mar y dos o tres escenas 
cortas que debo rodar aquí. Sin embargo, ya terminé 
las principales escenas de mi papel en exteriores, cu- 
bierto de elogios por los actores que me predicen un 
gran éxito. Te escribí una larga carta a Poste Restante 
con un borrador para Dullin. Lo arreglarás, no puedo 
escribir a tu manera. Te propongo simplemente los pen- 
samientos que podrás exponer. Reclama tu carta en la 
letra A. Puse Atanasiou en el sobre y debajo Tanasescu. 
Reclámala en las dos letras A y T 2 . 

1 Carta escrita en papel con membrete: / HOTEL DE FRANGE ET 
CHATEAUBRIAND / Téléphone 0-39 / GRAND CAFE CONTINEN- 
TAL / Téléphone 0-10 / F. T1BERGE, Propriétaire / SAINT-MALO. 
Falta el sobre, pero se puede fechar alrededor del 13 de agosto, ya que 
probablemente A. A. no haya sabido hasta último momento que no po- 
dría estar en París el 15 de agosto. 

2 O bien G. A. no recibió esa carta, o bien se extravió. 


159 



Esta es simplemente para tranquilizarte y retomar 
contacto contigo. Pero, si recibiste mi carta, no compren- 
do tu inquietud. Perdóname por escribirte tan secamen- 
te, empiezo a resfriarme y me siento muy cansado. 

Todas mis ternuras, amiga, Génica querida. 


Naky Artaud. 



[ Saint-Malo , alrededor del 24 de agosto de 1924.] 1 


Génica muy querida, 

Si comprendo bien, todas las razones de tu enojo pro- 
vienen de que piensas que te olvidé mientras colmaba 
de cartas a Panthés 2 ; eso es falso. Desde mi llegada aquí 
no escribí más que cuatro o cinco cartas a Panthés, y 
si te escribí cartas cortas fue porque estaba enojado, sa- 
bía que no podía escribirte con libertad porque no es- 
tabas sola. Ahora bien, estás sola desde hace diez o doce 
días aproximadamente y te escribí dos veces durante ese 
lapso sin haberle escrito, que yo recuerde, ninguna carta 
a ella. Todas las razones de tu disputa caen de un golpe. 
Anuncié mi partida a Panthés mientras estabas en Su- 
perbagnerés; en todo caso, no creí podértelo anunciar 
pensando que estabas siempre con X. Deberías haber 
pensado un poco más en ello antes de escribirme esa 
carta desconsolada. Tu carta me hizo mucho mal y me 
puso muy nervioso a causa de su injusticia, está fuera 
de lugar. Sólo le escribí a Panthés cartas cargadas de 
literatura y le dije, además, que me sentía feliz de en- 


1 Falta el sobre. Sin embargo esta carta debió haber sido escrita po- 
cos días antes de la del 27 de agosto. Se la puede fechar, entonces, alre- 
dedor del 24 de agosto de 1924. 

2 Cf. nota 2 de la carta siguiente. 


161 



contrar en ella una amistad sólida y un alma devota. No 
digo una amiga, digo un alma. Cuando me hayas dado 
tu dirección en Saint-Germain te enviaré una o dos de 
sus cartas, las menos voluminosas; recibí 3 en total seis 
o siete y rompí muchas. Quiero ser bueno contigo, en 
un momento me sentí excedido con tus recriminaciones, 
pero sé que sufres y no quiero agregar nada más a tu 
sufrimiento. Y, además, tu inquietud me conmueve pro- 
fundamente. Pero no me agobies con quejas, mi vida es 
todavía poco segura, demasiado poco feliz para afligir- 
la. Pienso que ahora te has tranquilizado, no discutiré 
todas tus otras objeciones. ¿De qué otras amigas me 
hablas? En cuanto a saber si te tengo por un [poco] 
pequeño burguesa 4 , sabes demasiado lo que pienso de 
ti y me encojo de hombros. Si no te hubiera tenido al 
tanto de las cartas de Panthés, nunca te hubieras in- 
quietado. Debí ser hipócrita y haberme callado. Duer- 
me y come en paz, estoy siempre contigo, pero no me 
hagas más historias. Te beso tiernamente. 

Nanaqui. 


3 Omisión. En el original: J*en [ai] requ. . . 

4 A. A., en su irritación, había escrito primero: . . .si je tiens pour un petit 
bourgeoise . . . (si tengo por un pequeño burguesa). En el espacio que separa- 
ba je de tiens agregó te, pero olvidó corregir el resto de la frase. Dos interpre- 
taciones son posibles: o se olvidó de poner el artículo y el adjetivo en 
femenino y habría que entender si je te tiens pour une petite bourgeoise 
(si »te tengo por una burguesita), o bien, así como olvidó el pronombre 
te, olvidó otra palabra y habría que entender je te tiens pour un petit 
peu bourgeoise (te tengo por un poco pequeño burguesa). La segunda in- 
terpretación parece más verosímil porque es la menos vejatoria para G. A. 


I 


162 



[ Saint-Malo , 27 de agosto de 1924.] 1 


Génica querida, 

Estas son las dos cartas de Panthés que pude en- 
contrar; a pesar de que me repugnan estas divulgacio- 
nes de correspondencia, te las envío porque quiero tu 
paz; rompí las demás inmediatamente después de ha- 
berlas leído, sin pensar que podías tener alguna sospe- 
cha al respecto, las encontraba demasiado llorosas y li- 
terarias. Verdaderamente, te creía más equilibrada. > * 

Ahora te diré que no me dejo engañar por tu deseo 
de conocer la sinceridad o falsedad de Panthés, quieres 
las cartas simplemente para tranquilizarte y un día le 
pedirás que te muestre las mías, si es que ya no lo has 
hecho. Esto significa que me tienes bastante poca con- 
fianza. Pero, si no te quisiera, ¿te escribiría como lo ha- 
go? ¿Leiste mi carta dirigida a Poste Restante, a nom- 
bre de Atanasiou, con un borrador para Dullin? Tengo 

1 Falta el sobre, pero A. A. dice haber recibido esa noche una carta 
de fecha 26 de agosto. En consecuencia esta carta puede ser fechada el 27. 

- En el interior de esta carta, escrita en un pliego doble de ese papel 
cuadriculado que tanto gustaba a A. A. (formato: 21 por 27 cm), se en- 
contraban dos cartas firmadas Aliñe, con fecha 6 y 15 de agosto de 1924, 
respectivamente. Aunque firmadas con ese nombre, es posible que se trate 
de la pianista María Panthés, relacionada con los Pítoeff y que A. A. 
pudo haber conocido por su intermedio. En efecto, en una de las cartas 
dice: Je fais seuJerr.ent beaucoup de musique. (Sólo hago mucha música). 


163 



otra carta de Panthés, acabo de recibirla esta noche al 
mismo tiempo que la tuya, tan terrorífica. Te hablaré 
de ella en París, tiene fecha del 26 de agosto y también 
me cuenta tus cartas. 

Déjame decirte esto: está mal que le hayas escrito, 
se ve bien que lo hiciste con el fin de hacerla hablar; 

. el silencio hubiera sido más digno, mucho más digno 
para Ti. ¿Comprendes? No es un sentimiento digno de 
ti y me apena que sientas esas preocupaciones. Sé que 
vienen de tu amor por mí, pero si me tienes confianza, 
qué te importan los sentimientos de los otros, o es men- 
tira que crees en mí. Escríbele poco y sobre todo no pro- 
voques un escándalo. Todo eso está muy lejos. Tam- 
bién me disgusta, Génica, ver cómo te rebajas delante 
mío pidiéndome disculpas por tu manera de escribir. 
Después de todo lo que te debo, sería un monstruo de 
crueldad si no te supiera juzgar por ti y al margen de 
una cuestión de estilo u ortografía. Sobre todo, no te 
enloquezcas porque ella me escribe amigo muy querido , 
no soy yo quien le dicta sus cartas. Léelas pensando en 
lo que sabes que soy para ti y te sentirás contenta. Pero 
no vuelvas sQbre ello, ahora soy yo el que te lo ruega. 
Estuve agobiado de cansancio, saliendo a las ocho de 
la mañana y volviendo a las ocho de la noche, por esta 
razón te escribí cartas breves, pero desde hace diez días 
no le escribo a Panthés. Sólo le escribí ayer a la noche 
para discutir sus formas de pensar. Y sobre todo, no 
vayas a escribirle lo que te digo ahora, ni siquiera para 
explicarte con ella. Compréndeme. Hay que terminar 
con todo esto o desapareceré y ni tú ni ella volverán a 
oír hablar de mí. Me has peleado mucho este año y es 


164 



necesario acabar con esto. Comprendo tu pena y te tran- 
quilizo. Estoy siempre contigo. A lo sumo dentro de 
quince días, acaso la semana que viene, volveremos a 
encontrarnos. Que ese encuentro no esté envenenado. 

Te beso con todo mi corazón. 


Nanaqui Artaud. 


165 



[París, 8 de octubre de 1924.] 1 


Mañana pasaré a buscarte alrededor de las 8 para 
cenar. 

Trata de estar libre. No me falles. 

Si no puedes verme, déjale a la portera ciento cin- 
cuenta francos en un sobre para mí. No llego hasta la 
próxima paga. Recién a las 8 y media llegué a París, 
reventado de cansancio 2 . Dormí nada más que 4 horas. 
Desconsolado por no verte. Escríbeme desde Alemania 3 . 

Antonin Artaud. 


1 Expreso escrito en una tarjeta con membrete: CAFE- DES 2 MAGOTS, 
recogido el 8 de octubre de 1924 en la calle Rennes a las 7 h 25, dirigido 
a Mlle. Génica Atanasiou / 3 rué Nouvelle 3 f en ville. 

2 Como el expreso fue recogido muy temprano, es posible que A. A. 
haya llegado el 7 de octubre por la mañana y luego de descansar un 
rato, haya escrito estas líneas el mismo día bastante más tarde. Segura- 
mente volvía de Marsella, su padre había muerto durante el mes de se- 
tiembre. 

3 G. A. debía viajar a Alemania para filmar algunas escenas del 
Comte Kostia. Jacques Robert llevó a la pantalla, para los films Phocéa, 
*a novela de Víctor Cherbuliez. Interpretaban los papeles principales Con- 
tad Veidt, Génica Athanasiou, André Nox, Gilbert Saville y Pouley. G. A. 
hacía el papel andrógino de Stéphane, la hija del Conde Kostia Leminof, 
condenada por su padre a renegar de su femineidad. 


166 



[París, 23 de octubre de 1924.] 1 


Querida Génica, 

En la víspera de tu partida te equivocabas al hablar- 
me de una separación o de un posible alejamiento. 

Tengo ahora el espíritu completamente desesperado. 
La confusión sin nombre que experimentaba pocos días 
antes de tu partida ha llegado al colmo. No quisiste en- 
tender razones. Estoy decidido a lanzarme a cuerpo des- 
cubierto en el absurdo y como no quiero imponerte mi 
vida como un fardo, te digo: si quieres, puedes reco- 
brar tu libertad, alejémonos uno del otro. Noto, por 
otra parte, un gran cansancio en ti; tu carta, bastante 
tardía, muestra, a pesar de todas las protestas que con- 
tiene, que estás cansada, si no de mí, de mi vida. Y bien, 
dispone de la tuya. No somos enemigos, ah mi dios, no, 
puedes creerlo, pero seamos simplemente amigos. Te di- 
go todo esto con el corazón tormentoso y lacerado de 
asombro y de pena. Pero yo, por mi parte, no puedo so- 
portar la constante incertidumbre en la que vivo con- 
tigo. Por esta razón, perdóname, te lo suplico, voy a 
cambiar completamente de vida, trataré de irme a otro 


1 Carta dirigida a: Mademoiselle Génica Athanasiou / Marksburg / rué 
Craubach Rhin AllemagAe (cf. nota 3 de la carta precedente). 


167 



país, celebraré una boda negra con las mujeres; cam- 
biaré, si puedo, mi espíritu. Cree que lo que me em- 
puja a estas decisiones extremas es, mucho más que tu 
actitud , mucho más que lo que me dijiste, la derrota de 
mi espíritu varios días antes de tu partida. Cásate si en- 
cuentras con quien hacerlo. Asegura tu vida. En el fon- 
do, yo era bastante poca cosa y hay muchas otras cosas 
en la vida. Pero dime siempre lo que haces y hazme 
saber cuándo volverás. 


Nanaqui Artaud. 


Si quieres que me ocupe de tus fotos en lo de Man 
Ray 2 envíame un centenar de francos en seguida . Las 
retiraré de inmediato. 

Somos siempre amigos, 
pero vamos a vivir separados, 
tú organizarás tu vida, serás libre de ti 
v nos veremos de vez en cuando. 


- Hay hermosos retratos de G. A. con firma de Man Ray. 


168 



[París, 6 de diciembre de 1924,] 1 


Cuando me ves completamente desesperado me ago- 
bias con tus quejas, con tus amenazas, siempre me aban- 
donas en los momentos más graves y peligrosos de mi 
vida; no eres digna de ser la esposa de un hombre por- 
que no sabes comprender mi espíritu. Te consta que 
si bastara suprimir algo para sentirme rgejor lo hubiera 
hecho desde hace mucho; lo que es terrible para mí es 
no tener el derecho de estar enfermo, no poder quejar- 
me de lo que sea sin que tu pensamiento vuelva estú- 
pidamente al mismo punto: pero, en nombre de qué, te . 
pregunto, puedes defender tu convicción, me conoces 
desde hace muy poco tiempo para poder juzgarme. Hace 
DIEZ años que sufro, yo conozco mis males, conozco 
todos sus síntomas y me quejo sólo de dolores que siem- 
pre he sufrido, dolores no sólo del cuerpo sino también 
del alma, los más graves e implacables, imposibles de 
suprimir y cuando veo que tú, que no sabes nada, tratas 
de explicarme mi enfermedad o atribuirle razones abso- 
lutamente secundarías, secundarias, entre otras cosas, 
porque vinieron mucho después que ella , no puedo ha- 
cer más que encogerme de hombros, renuncio a conven- 

1 Carta sin firma, dirigida por expreso a: Génica Athanasiou / 3 rué- 
Nouvelle 3. Es la primera vez que A. A. escribe el patronímico Athanasiou 
con A. Utilizará esta ortografía en las cartas enviadas a la misma dirección. 


169 



certe y me desespero aún más al ver que el ser que de- 
bería estar más cerca mío es el que más me mortifica. 
¿Crees que me habría enojado como hice anteayer si 
no hubiera habido en tu actitud hacia mí, desde el mo- 
mento en que entraste a mi habitación, algo confuso, 
algo equívoco, que percibí muy bien aunque tu carta 
me llegó más tarde? ¡Vamos, por favor! No tengo na- 
da más que decirte. Me siento espantosamente solo. Tu 
carta servirá para acabarme. 

Es todo. 


170 



[París, 2 de enero de 1925.] 1 


Está bien, soy un bruto grosero, pero tú eres irre- 
mediablemente cabeza dura; si creyeras un poco más en 
mis palabras, en lugar de querer verificarlo todo, se evi- 
tarían problemas. En cuanto a estar lleno 

EN ESTE MOMENTO MENOS QUE 
NUNCA . 

y si me creyeras serías más paciente. 

Esta noche te dejaré tranquila. 


Artaud. 


1 Expreso. Papel y sobre con membrete: CAFE DE LA REGENCE. 


171 



f París, 17 de enero de 1925.] 1 


No me disgusté porque llegaste tarde sino por tu in- 
tolerable coquetería cuando quedamos tres. Me parece 
que dirigirle la palabra con tanta libertad a un hom- 
bre a quien ves por segunda vez en tu vida, demuestra 
sentimientos peligrosos. Y te hablo muy SERIAMEN- 
TE. No transigiré en este punto. 


Artaud. 


1 Postal de P. T. T. 


172 



GÉNICA ATHANASIOU A ANTONIN ARTAUD 

V 

Martes 2 de febrero [de 1925,] 1 


Mi Nanaky querido, 

¿Cómo llegaste? ¿Y tu resfrío? ¡Cómo debes sufrir! 

Mi querido, quería escribirte ayer desde Lipp, donde 
cené. Lamento no haberlo hecho, hubieras recibido la 
carta antes. Tengo la sensación de que me faltas desde 
hace mucho tiempo. 

Es más bien el sentido de la vida estúpida y arruina- 
da que llevamos aquí, o más bien, que yo llevo. 

Por el momento no veo salida. Siempre confío en el 
año que viene, pero creo que recién podrá hacerse en 
el otoño, después de mis vacaciones. ¡En fin! 

Envíame noticias tuyas. Aprovecha bien tus vacacio- 
nes. En la primavera estarás trabajando y ¡adiós vaca- 
ciones! Cualquier cosa que quieras saber, estoy a tu dis- 
posición, no te preocupes por nada. 

Estoy más tranquila al saber que estás en tu casa y 
que, a pesar mío, no te hago sufrir aquí. 

Todo mi yo te ama, te beso locamente, Tuya. 

Génica. 


1 Fecha suministrada por el sello de correos. Carta dirigida a: Monsieur 
Antonin Artaud / Poste Restante / Bd. des Capucines / Marseille. 
Remitente: 3 me Nouvelle 9e / A. G. París . 


173 



[Marsella, 7 de febrero de 1925.] 


Al día siguiente de mi llegada tuve que correr en bus- 
ca de un doctor para recomenzar una serie de inyec- 
ciones, a tal punto mi estado había empeorado brusca- 
mente, alma querida , esto explica que no te haya escrito 
antes. Empiezo a mejorar muy de a poco. Es un mal 
que me llegó como el rayo y de un minuto a otro , por 
así decirlo: una mañana me desperté jadeando y con el 
cráneo horriblemente oprimido. Pero la conmoción se 
aleja. . . 

Recibí tus dos cartas y me enterneció que escribie- 
ras tan pronto. 

Volveré el jueves o viernes próximo. Es imposible pro- 
longar más tiempo mi viaje. Debo presentarme a Gance 
por lo menos el quince 1 ; Marsella me asfixia: encuen- 
tro aquí demasiados malos recuerdos. A pesar de la pre- 
sencia de mi madre, más buena que nunca conmigo, ten- 
go la impresión de no estar en ninguna parte. 

No, no me tengas al corriente de nada, no necesito sa- 
ber lo que hace la Vida en este momento. Volveré a en- 
contrar todo eso en pocos días. Si puedes enviarme en 
seguida cincuenta francos, te los devolveré apenas re- 
grese, debo pagar mis inyecciones con el dinero que traje 

1 Abel Gance había comenzado la filmación de Napoleón. A. A. estaba 
contratado para desempeñar el papel de Marat. 


174 


I 



de París, aquí no recibiré nada hasta el día de mi par- 
tida. 

. Pensaba que no podría asistir a la presentación de tu 
película 2 , pero ahora se hace más difícil que nunca. En- 
víame noticias inmediatamente. Por otra parte, las co- 
nozco : es la gran prueba, no ante un productor sino ante 
el público y los periódicos. 

Mis ternuras más queridas. 

Llegaré a París, salvo aviso contrario, el viernes pró- 
ximo a las ocho y media de la mañana. 

Desde el fondo del corazón. 


Artaud. 


2 Le Comte Kostia (cf. nota 3, carta del 8 de octubre de 1924). El 
estreno del film se menciona en el numero de Cinémagazine correspondiente 
al 20 de febrero de 1925. 


175 



[ Marsella , 9 de febrero de 1925.] 


Infórmate sin perder un minuto sobre el precio de 
venta de los departamentos de la casa que se está cons- 
truyendo en el Bd. Saint-Germain, en la plaza de la 
Chimére 1 y sobre las condiciones de pago, ya que si el 
precio no fuera, demasiado elevado y si los pagos fue- 
ran susceptibles de amortizarse en un año o dos, tal vez 
existiera la posibilidad de hacer negocio inmediatamen- 
te. Me darás la respuesta cuando llegue a París. Pero es 
necesario que la tengas para adelantar las cosas. Estado 
siempre muy malo, insoportable. 

Todas mis ternuras. 

Nanaqui. 


1 La Baraque de la Chimére, 143, boulevard Saint-Germain, fue una 
empresa comercial desastrosa y quebró en setiembre de 1923. Baty se vio 
obligado a vender. 


176 



[ Marsella , 9 ó 10 de febrero de 1925.] 1 


Génica, 

Te enviaré un telegrama si mi estado cambia. Si no 
recibes nada y quieres venir a esperarme a la estación, 
es decir, si no es demasiado temprano para ti, llegaré 
el viernes a las nueve menos cuarto (8.45) de la ma- 
ñana. Sé puntual, si no te veo pensaré que no viniste a 
esperarme. No te enojes por todas estas observaciones 
y hasta pronto, querida bien amada. 

Todas mis caricias. 


Antonin Artaud. 


1 Carta agregada al sobre despachado el 9 de febrero de Marsella, sobre 
forrado en papel ocre. Originalmente esta carta se encontraba en un so- 
b r e forrado de papel verde oliva: un pedazo del papel de forro quedó 
pegado en la última página. El 7 de febrero, A. A. anunciaba su regreso 
para el jueves 12 ó el viernes 13. Esta carta confirma su regreso el 13 
y no pudo haberse despachado después del 10 ó el 11. Sin embargo, pudo 
muy bien haber salido el mismo día que la carta precedente, algunas horas 
después. Las dos cartas le llegaron a G. A. por el mismo correo y debió 
haberlas colocado en el mismo sobre. 


177 



[París, 3 de marzo de 1925.] 1 


Vuelve, querida, has planteado un asunto muy deli- 
cado; en ese momento, debido a mi estado de ánimo 
miserable y doloroso , no estaba dispuesto a encararlo. 
No debes enojarte. Sabes bien que tiemblo ante la idea 
de perderte, temo que mi impaciencia te canse. Respón- 
deme con un expreso o ven a la Régence mañana a las 
3 ó a las cinco. Estaré allí durante esas dos horas. 

Tu 


Nanaky. 


1 Expreso: papel y sobre con membrete: LA REVOLÜTION SURREA- 
LJSTE f Organo mensuel du / BÜREAU DE RECHERCHES SURREA - 
LISTES / 15, rué de GreneUe, París (7e) / Directeurs: PIERRE NAVÍLLE 
/ et BENJAMIN PERET . 


178 



[París, alrededor del 20 de marzo de 1925 , ] 1 


Me quedé con Desnos hasta la 1 y quiso a toda costa 
acompañarme hasta mi casa; no creí poder decirle, por 
respeto a ti, ángel querido, que mi casa era esa noche 
la tuya. 

En cuanto al resto, te quise esta noche más que nun- 
ca y mi única pena es que hayas podido creer que es- 
taba disgustado contigo por algo. Es simple, cada día 

1 Esta carta fue agregada en el sobre de un expreso despachado el 3 
de marzo de 1925, pero la alusión a Les Fréres Karamazoff permite fecharla 
con más precisión. En su primer viaje a París, el Teatro Artístico de Moscú 
(director: Stanislavsky) presentó en el Théátre des Champs-Elysées, du- 
rante la velada del 24 de diciembre de 1922, tres escenas de Les Fréres 
Karamazoff : pero no puede tratarse de esa fecha; por un lado, porque 
A. A. no se había ligado todavía a los surrealistas y, en consecuencia, no 
conocía a Desnos; por otro, esa noche, él y G. A. desempeñaban en el 
Théátre Montmartre un papel en tres de las cuatro piezas en un acto que 
componían el programa del Atelier. Tampoco se trata de las tres represen- 
taciones de Les Fréres Karamazoff en el Théátre des Champs-Elysées, al 
año siguiente, el 15, 23 y 28 de octubre de 1923 por el Teatro Artístico 
de Moscú: G. A. se encontraba en ese momento en Rumania. También hubo 
representaciones de Les Fréres Karamazoff en la Comedie des Champs- 
Elysées el 8 y 23 de noviembre de 1926 por el Grupo de Praga del Teatro 
Artístico de Moscú (directora: Mme. Guermanova), pero el hecho de que 
esta carta haya sido colocada por G. A. en un sobre despachado el 3 de 
marzo de 1925 nos hace pensar que se trataría de las primeras proyecciones 
en París del film alemán realizado por Buchowetzky en 1921 sobre la obra 
de Dostoiewsky. Les Fréres Karamazoff, con Emil Jannings, Bernhardt 
Goetzke, Thiming y Wemer Krauss, se presentó por primera vez al pú- 
blico parisino en marzo de 1925 (cf. Cinémagazine, n 9 12, 20 de marzo 
de 1925). 


179 



me doy más cuenta de que la vida que llevo no tiene 
sentido. 

Nanaqui. 

Te esperaré en Lipp a las 7 y 1/2 para los hermanos 
Karamazov. 


180 



1 


[París, marzo de 1925.] 


de parte de 
Toda la banda 
de los sueños 

Revolución Surrealista 2 

Vuestro colchón no tiene resortes, por favor procu- 
rarlos. A medianoche o a la una pasará el inspector de 
resortes de hierro. 

Art. 

1 Carta escrita en un pliego doble de papel violeta y sobre haciendo 
juego. Parece lógico pensar que data de la época en que A. A. estaba total- 
mente impregnado por el espíritu surrealista, es decir, cuando fue desig- 
nado para dirigir la Céntrale du Bureau de Recherches Surréalistes del 26 
de enero al 20 de abril de 1925 y, más precisamente, en la época en que 
preparaba el tercer número de La Révolution Surréaliste. 

Esta nota de Louis Aragón, fechada el lunes 23 de marzo, en el Cahier 
de Permanence de la Céntrale, puede ayudar a fechar estas líneas a fines 
de marzo de 1925: 

Artaud pide que cada uno se aplique a aislar y observar en sus sueños 
todo lo que parezca estar sometido a un sistema, todo lo sistemático incons- 
ciente del sueño. 

Louis Aragón. 

Y, A. A., al pasar ese día por la Céntrale, anotó debajo: 
y también lo que se presenta como una sistematización cualquiera, de una 
realidad vista a través del sueño, todo sistema verdadero o falso, pero obe- 
deciendo a una cierta lógica del inconsciente o del sueño. 

Artaud 

En una palabra: observar un sistema aparecido y completo que algún 
día podrá ser llevado a través de vías poco habituales. 

2 Escrito al dorso del sobre en el lugar habitualmente reservado para 
la dirección del remitente. 


181 



[París, alrededor del 7 de mayo de 1925.] 1 


Querida, 

Esperaré a que me hayas dado tu dirección para es- 
cribirte convenientemente. Hazme saber en seguida si 
recibiste los 400 francos. 

Creo que voy a hacer negocio con Film d’Art, que 
respondió a mi carta; iré a Italia con ellos por algunos 
días 2 . 

Tu 

Nanaqui. 


1 Estas líneas, que se encontraban en el mismo sobre que la carta del 
9 de mayo de 1925, debieron haber sido escritas pocos días antes ya que re- 
cién el 9 de mayo A. A. puede anunciar que ha cerrado trato con Film d’Art. 

2 Graziella , film realizado por Marcel Vandal, fue rodado en los lugares 
descritos por Lamartine en su relato. Emile Dehelly interpretaba el panpl 
de Lamartine entrado en años y su hijo, Jean Dehelly, el del poeta en su 
juventud. Nina Vanna era Graziella y Antonin Artaud, Cerco. 


182 



9 de mayo de 1925 \ 


Génica, 

No te escribí porque esperaba todos los días recibir 
tu dirección; pero por qué cada vez que crees tener 
quejas de mí me sales con tus viejas llagas, como si 
estuviera en mi pensamiento despreciarte por algo. 
Eres, por el contrario, la única persona en el mundo en 
quien tengo una confianza absoluta y a quien estimo 
sin restricciones. Si alguna vez te sentiste humillada 
delante mío, es únicamente falta tuya, créelo, no recuer- 
do haberte dado demasiadas ocasiones para sentirte in- 
ferior delante de otras personas. Si haces alusión a nues- 
tra intimidad, deja eso, te lo ruego; todo lo que puedo 
decirte es que contigo me siento en una libertad tan ab- 
soluta que ni siquiera busco refrenar mi naturaleza, pero 
esto es culpa de nuestra costumbre y de nuestra gran 
intimidad. Por otra parte, no recuerdo haberte gritado 
sobre algo esencial, en estos casos le doy mucha impor- 
tancia a lo que me dices. Es propio de mi naturaleza, 
perpetuamente confusa por otras cosas, expresarme a 

1 Sobre con membrete: CAFE DE LA REGENCE. Carta despachada 
en París, Saint-Roch y dirigida, con la mención priére de iaire suivre, a: 
Mademoiselte Génica Athanasiou / 3 rué Nouvelle / en ville. Despachada 
por el servicio de correos Villa Constance, 29, avenida de Verdun, en 
Biarritz. 


183 



veces con brutalidad. Pero se trata de una simple cues- 
tión de modales. 

Pude cerrar el trato con Film d’Art, que me contrata 
para el mes de junio, época en la que Gance, al pare- 
cer, todavía no habrá vuelto 2 . Hago uno de los papeles 
principales de Graziella de Lamartine e iré a Italia por 
algunos días, más exactamente a Nápoles. Partiré alre- 
dedor del l 9 de junio. Si vienes para la obra de Ara- 
gón 3 , que tiene fecha para el 28 y 29 de mayo, tal vez 

2 La filmación de Napoleón de Abel Gance duró dos anos. 

3 Au pied da mur, de Louis Aragón, en Le Libertinage , que debió ser 
representada en el Théátre du Vieux-Colombier por G. A. y A. A. (según 
Robert Aron, se presentó, la víspera o la antevíspera, una premiére en Le 
Collége de France). Le Journal Littéraire (n^ 60, 13 de junio de 1925) 
relata la representación en el Vieux-Colombier: 

El francés medio y los surrealistas 

Esto ocurrió hace pocos días en la austera sala del Vieux-Colombier. El 
programa anunciaba una “ Conferencia sobre el Francés medio”, por M. 
Aron, seguida de una pieza surrealista — sin relación con ella — y allí está 
todo el mal — de M. Louis Aragón. 

A la hora establecida, M. Robert Aron entra en escena y se sienta en 
el estrado tradicional. Sentía curiosidad , lo confieso, por saber qué se en- 
tiende exactamente por un “Francés medio ” y si se lo debe considerar ho- 
norable o lamentable. En consecuencia, era todo o idos. Pero no llegué a 
escuchar veinte palabras — entre ellas navegación — cuando un buen mozo, 
sentado detrás mío, se puso a hablar en voz más alta que el conferencista . 
Este esperó pacientemente para concluir su frase, pero ocho filas más ade- 
lante, a la derecha de mi butaca, otro señor tomó la palabra. Se intercam- 
biaron respuestas. Y súbitamente se escuchó salir de diferentes puntos una 
palabra muy histórica, pero más digna de las armadas napoleónicas que de 
una honesta asamblea. 

¡Ay! ¡la palabra se amplificó hasta convertirse en un verbo! Alguien 
gritó : “Este es el Francés medio : es a él que mandamos a la mierda 

Después de lo cual, M. Aron, dando pruebas de un coraje verdadera- 
mente simpático, continuó hablando; pero haciendo uso de un prejuicio poco 
digno de jóvenes leales, surgieron gritos de todas partes. 

Una voz proclamó: “No lo dejaremos hablar. Firmado: los Surrealistas’*. 
Y las discusiones se hicieron más violentas. Como el conferencista aludiera 
al estilo perlado de Rimbaud, alguien respondió: “Perlado para los cerdos ”. 

Entonces intervino la policía. Los Surrealistas le declararon la guerra. 
Philippe Soupault dio un salto hasta el estrado y se instaló con los brazos 
cruzados sobre el pecho desafiando a que lo vinieran a sacar por la fuerza 


184 



puedas acompañarme allá. ¿Qué dices? Me dan 2.50D 
francos por un mes. 

Respóndeme lo más pronto que puedas. 

De todo corazón contigo. 

Tu 

Nanaqui. 


de las bayonetas. Indignado — pero , ¿de qué ? — M. Robert Desnos arengaba 
violentamente a la muchedumbre recorriendo el escenario a lo largo y a 
lo ancho. Fue muy hermoso, aunque lamentable en cuanto al motivo. “No, 
no será un reaccionario el que me haga callar*', rugía Desnos, “ni siquiera 
un radical socialista ni aun un comunista". 

Mientras tanto golpeaban en la mejilla al dulce poeta Eluard. Vitrac se 
precipitó a defenderlo, gimiendo ante un gesto tan poco meritorio : “¿Quién 
ha golpeado a Eluard? ¿Quién es el cobarde, el infame que osó semejante 
cosa?" 

Toda la sala estaba de pie y las injurias y las amenazas se entrecruzaban 
en el aire. Qué decirle, mi buena amiga, sino que cierta palabra breve y 
alusiva parecía el grito de guerra de los combatientes. ¡Y traté de entender ! 
Nadie estaba disgustado con Robert Aron a quien le. tendían la mano afec- 
tuosamente. Nadie podía censurar su conferencia que, por otra parte, ¡no 
había comenzado! Supongo que el motivo de la lucha era completamente 
ajeno a la persona del conferencista. ¿Pero es justo que haya sido la vícti- 
ma, no tenía derecho a recibir disculpas? 

¿Los Surrealistas se sintieron tocados porque la obra de Louis Aragón 
se representaba después de una charla sobre “el Francés medio" o bien qui- 
sieron, en realidad, protestar contra el Francés medio , en consecuencia me- 
diocre, y testimoniar violentamente que el Francés batallador, joven y va- 
liente existe todavía y niega al otro? Es verosímil, pero aún no he dicho 
lo más grave. Se dio la pieza de Aragón ; Au pied du mur. ¿Qué ocurrió? 
Vi primero a una mujer de gran belleza, casi escalofriante por su verismo 
y tragicidad. Esta dama se llama Génica Athanasiou. No trabajó imitando 
a nadie y sin embargo, qué hermoso era. 

Con respecto al texto, no sé, pero llegaba al corazón, formaba un nudo 
en la garganta, resumiendo, era toda la angustia de los hombres; todos los 
problemas y todas las cobardías, y todas las decepciones después de los 
impulsos sinceros y todas las vilezas y, sobre todo, todo el pobre amor del 
ideal herido, sucio, muriente. ¡Y entonces, la rebeldía! 

Mucha gente ha escrito libros y obras de cinco actos para decir bas- 
tante menos . 

Qué pensar si no que Louis Aragón es verdaderamente “ alguien entro 
nosotros", que el Surrealismo existe, y que . . . Pero ¿será posible. Dios mío , 
que yo me haya convertido en surrealista? 

R. Comminges. 


185 



[París, 14 de mayo de 1925.] 1 * * 


Génica, 

Ahora eres tú quien se enoja. Sin embargo, todavía 
no tengo tu dirección en Biarritz. Te ruego escribas lo 
antes posible para dármela. No debes buscar la razón 
de mi silencio en otra causa que no sea la incertidum- 
bre en que me dejaste, por una negligencia inconce- 
bible, acerca del lugar al que debía escribirte. Hay más : 
una crisis de absoluto asco, por otra parte irremediable, 
que atravieso luego de una serie de avatares y decep- 
ciones que me llegan de mis queridos surrealistas, que 
se revelan en conjunto, excepto Bretón y Aragón, como 
la peor banda de pelotudos que hay sobre la tierra. Si 
nada falla, iré a Nápoles el l 9 de junio. Prepárate para 
venir a París el 25 de mayo y aprende bien tu papel. 

Tuyo desde el fondo del corazón. 

Nanaqui. 


1 Sobre con membrete: Restaurant Frangís / 7, place de VAlma, 7 / 

París. Carta enviada a la calle Nouvelle, n 9 3 con la mención: priére de 

taire suivre. 


186 



[París, 14 de mayo de 1925.] 1 


Acabo de recibir tu telegrama pero no comprendo 
nada de la carta que llegó al mismo tiempo. No veo 
qué es lo que me reprochas, a qué haces alusión, por 
qué piensas que puedo estar interesado en injuriarte, 
de dónde te viene ese despecho por el que ríes, etc. 

Creo conveniente que no vengas a mi hotel donde 
siempre me vieron solo, pero bien puedes escribirme de 
aquí al 25 (dentro de quince 2 días) y anunciarme tu 
llegada con un telegrama. En cuanto a mí, estoy cada 
día más enfermo, más acosado y más desesperado. Por 
ello no te escribo más extensamente. 

Tu 


Artaud. 


1 Carta dirigida a: Mademoiselle Génica Athanasiou / 29 avenue Fer- 
dinand / (voir boulevard) / Biarritz. A. A. señaló como remitente: Artaud 
58 rué Labruyére j Parts, y la carta le fue devuelta con la mención: DES- 
TINATARIO DESCONÓCIDO. Mientras tanto, debió haber recibido la 
dirección exacta y volvió a despacharla nuevamente el 18 de mayo, a la 
misma dirección que la carta siguiente: 29 avenue de Verdun / Biarritz. 

2 En realidad, doce días como máximo, si admitimos que la carta pudo 
haber sido escrita el 13 a la noche. 


187 



[París, 19 de mayo de 1925.] 1 


Te espero para el 25. Si quieres que te reserve una 
habitación por dia en alguna parte, escríbeme. Te dije 
que sería preferible que no vinieras adonde vivo, pero 
si insistes y eso te parece más cómodo, puedo decir que 
te reserven una pieza para esa fecha. Son 14 francos 
por día más el laudo. Es el precio que yo pago. Con el 
riesgo de mis continuos viajes, no puedo alquilar una 
habitación por mes. Espero que mi carta dirigida a la 
avenida Ferdinand y en la que rectifiqué la dirección 
te haya llegado. Ahora espero una carta tuya. 

De todo corazón. 


A. Artaud. 


1 Papel y sobre con membrete: CAFE DE LA REGENCE. 


188 



Proyecto de carta a un médico 
redactado por Antonin Artaud 
para Génica Athanasiou . 

[Alrededor del 28 de mayo de 1925.] 1 


Mi intención era pagarle, por lo menos, la molestia 
de mi primera visita, pero ya que usted lo toma así, es- 
toy dispuesta a llevarlo ante los tribunales. No olvidaré 
el testimonio de los doctores que me comunicaron la 
inutilidad de la operación que usted me proponía con 
el único objeto de sacarme 800 francos. Ese día vere- 
mos qué quedará de sus pretensiones con respecto a mí. 

Génica Athanasiou 2 

Antonin Artaud. 

Por el mismo correo, los 150 francos que usted me 
reclama. No voy a molestarme por tan poco; por esta 
vez, no iré más lejos. 

Génica Athanasiou 2 . 


1 Este proyecto de carta, obra de A. A., fue agregado en el sobre de la 
carta precedente. Debió haber sido redactado cuando G. A. regresó a París 
para representar Au pied du mur , el 28 de mayo. Esa intervención quirúr- 
gica mutilante a la que no pudo escapar (será operada a fines de junio) 
no se resignó a llevarla a cabo y tenía, sin duda, tendencia a escuchar a 
quien le aconsejaba diferirla; de allí esta carta. 

2 La firma Génica Athanasiou es de la mano de A. A. 


189 



[ Turín , i? c/e junio de 1925.] 1 


Pensamientos. 

Turín. 


Nanaqui. 


1 Tarjeta postal (Torino-Castello Medioevale) despachada en la esta- 
ción de Turín y dirigida a: Mlle. Génica Athanasiou / 3 rué Nouveííe 3 / 
Paria / Franca. 


190 



[Prócida, 3 de junio de 1925.] 1 


Génica bien amada, 

Llegué a Prócida, después de un viaje agobiador, es 
un lugar maravilloso pero absolutamente infecto. Uno 
duerme devorado por las pulgas, come como los chan- 
chos, quince alrededor de la misma mesa. Las casas hie- 
den a paja, polvo y mierda. Apenas hay agua para la- 
varse. Una cama que es casi una hamaca. Pero el lugar 
es muy hermoso, verdaderamente encantador. Por otra 
parte, estaré aquí pocos días y con seguridad regresaré 
a París a comienzos de la semana próxima. Te escribo 
muy poco, estoy abrumado de calor. El sol hiere con 
saña. 

Desde el fondo del corazón. 


Artaud. 


1 Las cartas y tarjetas postales de Italia están dirigidas a la calle Nou- 
velle, pero despachadas por el servicio de correos a: Pabellón Louis XIV* 
Saint-Germain-en-Laye, Seine et Oise. 


191 



Génica, 

Puedes escribirme a 2 : 

hotel Miramare 
Procida 
via Napoli 

pero hazlo pronto porque es posible que regrese an- 
tes. En principio no tengo más que para cuatro días de 
trabajo. Discúlpame pero siento el espíritu más ausente, 
la cabeza más enferma que nunca. 

Te beso de todo corazón. 


Nanaqui. 


2 Estas lineas no se encontraban en ningún sobre, pero con seguridad 
A. A. las agregó a la carta precedente con el objeto de indicar su dirección: 
la misma tinta, el mismo papel de carta y, sobre todo, las mismas marcas 
características en los pliegues. 


192 



1 


* 

[Prócida, alrededor del 4 de junio de 1925. \ 


Soñé contigo algo bastante espantoso: mientras reco- 
rría todas las librerías de Marsella para recoger la ma- 
yor cantidad posible de pruebas de tu fidelidad, tú te ci- 
tabas con lesbianas de venas hinchadas, redondas como 
piojos. Tenía tus explicaciones sobre el corazón y cuan- 
do me encaminaba por última vez a mi casa, me en- 
contré con un autómata con la nariz aplastada y vestido 
a la última moda. Me dijo la buenaventura y la idea 
de tu traición se fundió en las líneas de mi mano. 

Piensa en mí y escríbeme si quieres que tu carta me 
llegue. 

Artaud. 

Miramare 
Procida 
via Napoli. 


1 Falta el sobre, pero el 3 de junio A. A. decía que se quedaría en Pró- 
cida sólo cuatro días. Esta carta, en la que también le pide a G. A. que 
le escriba, debe haber sido escrita al día siguiente, 4 de jimio. 


193 



[ Pompeya , 12 de junio de 1925.] 1 


De Pompeya. 


Nanaqui. 


[i?oma, 12 de junio de 1925.] 2 


De Roma.. 


Nanaqui. 


1 Tarjeta postal (Pompei - Teatro Trágico) despachada en Ñapóles. 

2 Tarjeta postal (Panorama visto dalla Cupola di S. Pietro) despa 
chada en la estación de Roma. 


194 



TELEGRAMA 

enviado desde Modane el 12 de junio de 1925 

ATHANASIOU PAVILLON LOUIS 14 SAINT-GERMAIN- 
EN LAYE. 

MODANE PLM 1738 15 12 17h55 

LLEGARÉ MAÑANA MUY TEMPRANO ESTARÉ EN LA- 
BROUE A LA UNA. 


TELEGRAMA 

enviado desde París el 13 de junio de 1925. 

ATHANASIOU PAVILLQN LOUIS 14 RUE ALSACE SAINT- 
GERMAIN-EN-LAYE 

PARIS 114498 25 13 21h40 

'* ' # 

NO ENCONTRÉ A STÉPHAN ESPERO RESPUESTA 1 
PERO MUY MAL FIEBRE TRATA DE VENIR A VERME MA- 
ÑANA A LA NOCHE CARIÑOS. 

1 Como testimonia el cable (conservado por Génica Athanasiou) en- 
viado el 15 de junio por Stéphan Hadji (cf. nota 4, carta del 2 de junio de 
1923) a: Monsieur Antonin Artaud / 58 rué Labruyére / (9e) y A. A. espe- 
raba la dirección de un especialista que G. A., al agravarse su enfermedad, 
quería consultar: 

Lunes 10 horas 

El doctor Le Loriet 74 Avda. Marceau — busque el teléfono y pida hora. 

Quisiera verlo esta noche , si es posible antes de las 10. 

Suyo. 

Stéphan. 


195 



[París, 1? de julio de 1925,] 1 
« 


Querida, 

Durante todos estos días pensé mucho en ti. Estaba 
decidido a escribirte desde ayer y lo hubiera hecho si 
no me hubieran citado para filmar Graciela desde las 
8 de la mañana hasta las 8 de la noche, y hoy es lo 
mismo. Así terminé con una buena parte de mi papel, 
que el director aumenta cada día. Tendré una buena 
cantidad de primeros planos en esta película. Perdón por 
hablarte de mí desde el principio, pero supe por Bianca 2 
que la operación se realizó en las mejores condiciones 
posibles y que no resultó tan grave como se creía, lo que 
me tranquilizó mucho. Ahora te pienso como una Santa. 
Pero, por favor, no creas que me he olvidado de ti en 
estos últimos días. Estabas siempre delante mío. Tu 
> amiga Bianca se asombró de que no le pidiera afiebra- 
damente noticias tuyas, pero sabes que no puedo so- 


1 Carta dirigida a: Mademoiseíle Génica Athanasiou / Cíinique / 134 
rué Blomet / en ville, (El doctor Le Loriet operaba en la clínica Blomet), 

2 Bianca Maklés, casada con el doctor Théodore Fraenkel, estaba muy 
unida a G. A. y era tan hermosa como ella. De origen rumano, formaba 
parte de la compañía del Atelier con el seudónimo de Lucienne Morand. 
Era hermana de la esposa del pintor Andró Masson, de la esposa de Jean 
Piel, director de la revista Critique, y de la actriz Sylvia Bataille, esposa 
del doctor Lacan. 


196 



portar que un extraño se interponga entre tú y yo y, 
además, te portaste tan valientemente en esta prueba 
que ni por un minuto tuve la impresión de peligro. Que- 
rida, no es necesario que insistas para que vaya a verte, 
iré cuando quieras. Sólo debes indicarme el día y la ho- 
ra. Muy probablemente estaré libre a partir del lunes 
o martes próximo. Pero iré antes si puedo y, previamen- 
te, te daré un golpe de teléfono para advertirte. 

Todo mi cariño. 


Nanaqui. 



[París, 8 de julio de 1925.] 1 


Discúlpame por no haber ido esta tarde, pero me sen- 
tía demasiado fatigado; y, además, tu carta, a pesar de 
todo, me sigue inquietando. Encuentro insuficientes tus 
explicaciones, pero, por favor, no quiero que también 
tú te inquietes. Trataré de ir mañana. Todavía no tuve 
respuesta de Gance, pero estoy cada vez más decidido 
a actuar. 


Antonin Artaud. 


1 Expreso enviado también a la clínica de la calle Blomet. 


198 



[París, 15 de jtzlio de 1925.] 1 


Querida, 

Ayer debí parecerte duro, pero bien sabes que en el 
fondo no soy duro contigo y que te amo. 

Volveré a verte pronto. 


Nanaqui. 


1 Líneas dirigidas a: MUe Génica Athanasiou / pavillon Loáis XIV f 
Saint~Germain~en-Laye; allí volvió para reponerse de la operación. 


199 



Arrulla, chiquita, 
sin 



2 


ArtaucL 


2 Estas líneas son difíciles de fechar, se encontraban en el mismo sobre 
que la carta precedente. Plegadas en un pequeño rectángulo, debieron haber 
sido deslizadas, a modo de broma, en la mano de G. A. en ocasión de una 
visita que A. A. le hiciera a Saint-Germain. 


200 



GÉNICA ATHANASIOU A ANTONIN ARTAUD 

( Borrador de una carta ) 1 


¿Crees que soy una ferviente de Dostoiewsky? 

Acabo de medir a lo largo y a lo ancho, a lo ancho y 
a lo largo y observar la profundidad. De esta álgebra 
surgió que Tual es un GENIO. Y tenía razón en lla- 
marme Magdalena. ¿Querrá él ser un Cristo? Lo ad- 
miro. Le dirás, esto me impedirá ciertamente evitar el 
trueno, está mal dicho ¿no es cierto?, si le gustaría cam- 
biar de naturaleza. Soy loca y cuerda, tú lo sabes. Y 
mucho más cuerda de lo que me alabo, así no te per- 
deré nunca. Tú, tú me eres querido. 

Si te hablo de Tual es porque encontré por mí mis- 
ma y de mí [palabra ilegible] la razón que acabo de 
darte y principalmente para convencerte de que esta 
vez comprendí muy bien a Eloísa y Abelardo 2 que me 
leiste en el café Terminus, en lo alto de la Estación de 
St-Lazare. Date por abofeteado. Y te amo y te compren- 
do más que nunca. 

Tuya para toda la vida. 


Génica. 


1 Este borrador se encontraba en el mismo sobre que la carta precedente. 

2 Heloise et Abélard se publicará en La Nouvelle ' Revue Franqaise (di- 
ciembre de 1925, n p 147). 


201 



Esto es lo que hago con las hermanas. Hasta pronto, 
cuando tengas tiempo. 

Acaban de sonar 3 campanadas. Las tres de la ma- 
ñana. 

Si encuentras algo que decir, dile que pecará y no lo 
querré más. 

Pero como un día te preguntó, hablando del amor, si 
eras feliz, podrás mostrarle a tu mejor amigo toda mi 
carta. 


( 


202 



[Carteret, 10 de agosto de 1925.] 1 


Génica querida, 

El viernes a la noche abandoné París con el famoso 
Vitrac, nos dirigimos a Trouville donde habíamos de- 
cidido ir a causa de su proximidad y de su carácter a 
distancia más atrayente que Dieppe. Nos quedamos allí 
veinticuatro horas. Imposible encontrar pensión por 
menos de cuarenta francos por día o una habitación por 
menos de veinte y esto como excepción, porque el pre- 
cio habitual es de cincuenta francos nada más que por 
una habitación. Las pensiones de cuarenta francos son 
bodegones infames. Además, un movimiento, un ruido lo- 
cos. Huimos y vinimos a refugiamos a Carteret en la 
Mancha, entre Cherburgo y St-Malo, donde pagamos 
veinticinco francos en un hotel en el que estamos ad- 
mirablemente bien servidos aunque, dejando de lado las 
comidas, bastante poco confortable. Llueve continua- 
mente desde hace dos días. Es grande como Guéthary, 
pero podrido de burgueses lamentables e infinitamente 
menos animado. Por otra parte, creo haberte dicho que 
Gance había dejado de pagarme 2 . 

1 Esta carta y las siguientes están dirigidas a: Mademoiselle Génica 
Athanasiou / 15 rué de la Raillére / Cauierets / Pyrénées. 

2 A. A. aludía a esto en la carta del 8 de julio de 1925. Debido a que 
la filmación se prolongaba y a las dificultades financieras contra las que 
chocaba Abel Gance, los actores que trabajaban en Napoleón pasaron meses 
esperando y sin recibir su paga. 


203 



Recibí una carta donde me anunciaban que no po- 
drían mandar nada durante un período más o menos 
prolongado, iré a encontrarme con mi primo Nalpas, pero 
tengo necesidad de reposo,’ estoy casi decidido a volver 
a Marsella, donde hace buen tiempo, donde la vida no 
me costará casi nada. Si te sientes bastante fuerte y 
cuentas con dinero deberías venir a buscarme a Mar- 
sella para que regresemos juntos a París. Todas mis ca- 
ricias. 

Tu 

Nanaqui. 


204 



[París, 21 de agosto de 1925 .] 


Querida, 

Llegué de Carteret con Vitrac, que es un alma bella, 
pero menos pura que tú, ayer a la mañana. 

Ayer te envié El Ombligo de los limbos 1 del que es- 
pero me des tu opinión, tus impresiones. 

Todavía no tengo noticias de Gance. Cuando sepa con 
precisión lo que piensa hacer, iré a Marsella a esperar 
su capricho. Por esta razón, no volveré a París a fines 
de agosto, iré a pasar casi todo el mes de setiembre a 
Marsella, y de regreso, buscaré trabajo. ¿Te agradecí tus 
cien francos? Dime si necesitas algo y discúlpame por 
no escribirte más extensamente, sabes que sigo sufriendo. 

Te beso muy tiernamente. 

Nanaqui. 


1 UOmbilie des Limbes (Editions de la Nouvelle Revue Frangaise), se 
terminó de imprimir el 23 de julio de 1925. 


205 



GÉNICA ATHANASIOU A ANTONIÑ ARTAUD 


[Alrededor del 22 de agosto de 1925 .] 1 


Mi amor querido, 

* 

¡Qué feliz soy por haber recibido noticias tuyas! Y 
qué feliz noticia esos libros, tu libro sobre todo. 

Tu casi primer libro en las condiciones necesarias y 
que yo* deseaba desde hace tanto tiempo, mi querido. Si 
supieras qué emocionada estoy. Emocionada también de 
sentir cuánto te quiero. Lo siento sobre todo cuando me 
quedo mucho tiempo sin recibir noticias tuyas. Sin to- 
mar contacto con esa alma querida que te pertenece y 
que me desesperaría no poder conservar. 

La dedicatoria que i*ie pusiste conmovió la esencia 
de mi corazón, la esencia del total de mi vida pasada 
cerca tuyo: de ti, mi vida en adelante. 

Ahora comprendo por qué no quisiste escribirme. 

La primera noticia debía ser tu libro. El primero pu- 
blicado. Era la mejor. 

1 Esta carta fue ulteriormente agregada en el sobre despachado en 
Marsella el 10 de setiembre de 1925, pero, como se ve, fue escrita cuando 
G. A. recibió L’Ombilic des Limbe s y A. A. acusa esa recepción el 27 de 
agosto. 


206 



Qué ser delicioso posees en tu persona y del cual me 
haces participar. Gracias por haberme dejado vivir siem- 
pre en ti, por haberme dejado beber allí mi esperanza 
y por haberme dejado gustar allí para luego hacer mi 
vida, haber orientado mi vida. 

Hoy mi inquietud me decidió a enviarte un telegra- 
ma. Temía por tu estado. No sabía qué te pasaba. Es- 
taba casi angustiada, 

¿Qué vas a hacer? ¿Irás a Marsella? ¿Recibiste lo que 
te envié, bombones y certificadas? 

Escríbeme en seguida. 

Con todo mi corazón y mi pensamiento todo tuyo te 
beso. 

Génica. 


Dije esos libros porque recibí, al mismo tiempo que 
el tuyo, otro que creí eras tú quien me lo enviaba. Te 
explicaré esta coincidencia. Viene de parte de Mme. Sab- 
sowich, la amiga de Louriez. Una persona muy simpática 
e inteligente con el gusto de una artista. Rusa también 
y mayor que yo. 


207 



[ París , 27 de agosto de 1925.] 


Lo que dices de mi libro me conmueve profundamen- 
te \ Sin embargo es falso. Ese libro está perdido como 
el resto. De todos modos me complace que me com- 
prendas así, absolutamente. Sí, dame todas tus impre- 
siones 2 , me interesan muchísimo. Si te quedas en Cau- 
terets hasta el 15 de setiembre te enviaré también El 
Pesa-Nervios, que tengo entre manos desde hace bas- 
tante tiempo 3 . Sigo siempre en París. Pienso ir a Mar- 
sella, si Gance no me necesita, a partir del 1 ó del 2 de se- 
tiembre, pero antes iremos con Vitrac a pasar algunos 
días a Carteret, a causa de la tranquilidad que se dis- 
fruta en ese lugar. Vitrac hizo un artículo sobre mi li- 
bro, que aparecerá en la N. R. F., de una comprensión 
inusitada. Yo, a mi vez, hice uno sobre sus Misterios 
del Amor que también aparecerá en la N. R. F. 4 . Ando 
muy bien con Jean Paulhan, el director. Te dejo por- 
que me duele mucho la cabeza. Todas mis caricias. 

Nanaqui. 


1 Seguramente se refiere a la carta del 22 de agosto de 1925. 

2 A. A. cometió aquí un error; en el original se lee: toutes mes impressions 
(todas mis impresiones). 

3 Le Pése-Nerís, tirada de sesenta y cinco ejemplares, apareció en la 
colección “Pour vos Beaux Yeux”, dirigida por Louis Aragón, Tapa de 
Andró Masson. Se acabó de imprimir el 1? de agosto de 1925. 

4 El artículo de Roger Vitrac: L’Ombilic des Limbes, par Antonin 
Artaud, aparecerá en el n 9 147, l 9 de diciembre de 1925, de La Nouvelle 
Revue Fran^aise; el de A. A.: Les Mysté res de l’Amour, pat Roger Vitrac, 
en el n 9 144, l 9 de septiembre de 1925. 


208 



[París, 29 de agosto de 1925 .] 


Génica, mi estudio sobre Yitrac aparece en la N. R. F. 
del mes de setiembre, justo un año después de mis car- 
tas a Riviére \ Vitrac no me deja ni a sol ni a sombra. 
Volvemos a Garteret por 5 días y de allí partiré otra vez 
a Marsella. Gasto tres veces menos en Carteret que aquí; 
además, en este momento, la vida en París me parece 
espantosa. Esta mañana volví al asilo Saínte-Anne y me 
di una inyección, después bismuto por vía bucal. Escrí- 
beme tus impresiones y haz todo lo posible por venir a 
reunirte conmigo a Marsella. 

Mi pensamiento contigo, querida, y de todo corazón. 

Nanaqui. 


1 Cf. nota 5, carta del 29 de julio de 1924 y nota 4 de la carta pre- 
cedente. 


209 



TELEGRAMA 

enviado desde Carteret el l y de setiembre de 1925. 

ATHANASIOU 15 R RAIELERE CAUTERETS 
CARTERET 456 14 14h50 

SIN NOTICIAS REGRESO JUEVES PARÍS MEJORES PEN- 
SAMIENTOS CARICIAS NANAQUI. 


210 



[Marsella, 10 de setiembre de 1925.] 1 


Recibí tu última carta; nunca apareció un guión en 
la Revolución Surrealista; por otra parte, el artículo de 
Vitrac sobre mí recién aparecerá en el n? de octubre de 
la N. R. F. 2 * * Además, entiende bien y de una vez por 
todas que por mí el cine puede irse al carajo y te ruego 
que no me hables más de eso. Todo lo qüe veo es que 
estoy obligado a hacer cine para poder comer y eso me 
exaspera; en lo de Gance no me han pagado el mes de 
agosto ni me han dicho si podrán pagarme setiembre y 
veo venir con asco el momento en que tendré que re- 
currir al Studio. Te ruego, además, que no me hables en 
tus cartas de bioxina, biozol o bismuto. Estoy harto 
¿comprendes? Sé bien lo que tengo que hacer y ya estoy 
cansado de esas alusiones constantes a necesidades que 
conozco demasiado. Te pido también esto: encuentres 
a quien encuentres no sabes nada de mí. Incluyo a todo 


1 Esta carta y las siguientes están dirigidas a: Mademoiselle / Génica 
Athanasiou / pavillon Louis XIV / 2 rué d'Alsace / Saint-Germain-en-Laye. 
Con respecto al día, sólo se distingue la cifra 1, pero, al dorso del sobre, 
el sello de llegada a Saint-Germain-Laye dice 12 de setiembre de 1925. 
La carta y el sobre están curiosamente escritos en líneas ascendentes, pa- 
ralelas a las diagonales de la página y del sobre. 

2 Recién aparecerá en diciembre (cf. nota 4, carta del 27 de agosto de 

1925). El primer guión de A. A. publicado en La Nouvelle Revue Fran- 

gaise es La CoquUle et le Clergyman ( l 9 de noviembre de 1927, n 9 170). 



el mundo : la familia Fraenkel a la cabeza. A mi regreso 
sabrás por qué. 

Me pregunto qué hago verdaderamente en tu vida y 
si tienes necesidad de un tipo de mi especie para vivir. 
Apunta un poco más alto. Más lo pienso y más me doy 
cuenta de que no soy el hombre que necesitas. 

Recibí una carta conminatoria de Bretón con respec- 
to a Vitrac, lo trata de canalla y me intima, poco más 
o menos, a romper con él f . Le contesté con una carta in- 
cendiaria que va hacer mucho ruido en la tribu surrea- 
lista, a la que decididamente mando a la mierda. 

Desde hace algún tiempo todas las noches tengo sue- 
ños horribles, desordenados, desesperados, en los que me 
siento atravesado por deseos contradictorios, en los que 
todas las mujeres toman tu forma y en los que tú tomas 
la forma de todas las mujeres. 

Ten la bondad de enviarme cien francos alrededor del 
15 de setiembre, te los devolveré en París. 

Recibe mis mejores caricias. 


Nanaqui. 


3 Aunque la crónica de Le Journal littéraire (cf. nota 3, carta del 9 
de mayo de 1925) haya mostrado a Vitrac defendiendo a Eluard en el 
transcurso de la conferencia de Robert Aron en mayo de 1925 (la periodista 
pudo, por otra parte, confundir a los surrealistas entre sí), Vitrac había 
sido expulsado de la Céntrale Surréaliste el 2 de diciembre de 1924, luego 
de un diferendo con Eluard. (Dato suministrado por el Cahier de Perma- 
nence ya citado, nota 1, carta de marro de 1925). 


212 



[Marsella, 21 de setiembre de 1925 .] 1 


Génica, pienso en ti más de lo que te imaginas, pero 
creo que mi vida va a cambiar. He vivido muchas cosas 
desde la última vez que te vi, y, sobre todo, he sufrido . 
En este momento lucho con unos y otros, estoy en pleno 
combate: Paulhan, Bretón, varios más. Y sin dinero. No 
se me paga lo que se me debe: ni Gance, ni la N. R. F. 
por el Ombligo de los Limbos. Por esta razón necesitaba 
mucho tus cien francos que ya llegaron. Mi madre no 
tiene un peso. Estoy en una situación muy penosa. Ni si- 
quiera sé cómo volveré. Dame noticias de Gance para 
saber qué hago. Si puedo regresaré el 29 de setiembre. 

De corazón contigo. 

Nanaqui. 


i Papel y sobre con membrete: GRAND CAFE GLACIER / MAR- 
SE1LLE / Ch. BORY , Propriétaire / MÉME MAISON / LE GRAND 
HÓTEL / Con/orí Moderne. 


213 



TELEGRAMA 

enviado desde Marsella el 25 de setiembre de 1925. 

0 

ATHANASIOU PAVILLON LOUIS XVI SAINT-GERMAIN- 
EN-LAYE 

marseille 4 1307 21 25 14h45 


RECIBIDO PERO NO ENVIAR NADA ENCONTRE FONDOS 
PARA REGRESAR AFECTUOSAMENTE NO COMUNIQUES 
A NADIE FECHA LLEGADA = NANAQUI. 


214 



[ Marsella , 28 de setiembre de 1925.] 1 


Génica, sin duda abandonaré Marsella el próximo do- 
mingo y estaré en París a las 8 y media de la mañana. 
Espero que puedas venir a la estación, pero sé puntual. 
Todo se arregló y muy bien con Paulhan y Bretón, pero 
soy yo el que no se arregla para nada. 


Nanaqui. 


1 Tarjeta postal de P. T. T. El sello de salida es ilegible, pero el de 
llegada a Saint-Germain-en-Laye tiene esta fecha: 30 de setiembre de 1925. 



[Marsella, 2 de octubre de 1925,] 1 


Que hayas experimentado ía necesidad de escribir sólo 
para decirme que comías dulces, me produce la misma 
impresión que si hubiera encontrado imprevistamente 
un bichito en mi cena. Te ruego, abandona esas infanti- 
lidades, desacostúmbrate a hablar de esas cosas, te arrui- 
na por completo. Todavía no es demasiado seguro que 
llegue el lunes. En cualquier caso te enviaré un tele- 
grama. 


Nanaqui. 


1 Tarjeta postal de P. T. T., dirigida como las cartas siguientes a: Ge- 
nica Athanasiou / 7 avenue da Président Wilson / Parts / Seine. 


216 



[Marsella, 3 de octubre de 1925,] 1 


No regresaré este lunes sino el lunes 12 de octubre o 
tal vez nunca. Ahora me entrego al diablo. No tengo el 
coraje de retomar mi vida donde la dejé, ni de volver 
a ponerme bajo el yugo. Cine, Revolución, me impor- 
tan un carajo, mi ser ante todo. Te escribiré más exten- 
samente. 

Te beso con ternura. 

Nanaqui. 


1 Tarjeta postal de P. T. T. 


217 



[ Marsella , 10 de octubre de 1925.] 1 


Cuento con estar en París el próximo viernes 16 de 
octubre. Llegaré a las 8 y 1/2 de la mañana. Estoy algo 
mejor y aprovecho para decidirme a partir, tengo miedo 
de embrutecerme aquí definitivamente. Estoy decidido 
a cambiar de vida, pero en forma más brillante y en 
todo caso nunca aquí. Te envío un pequeño retrato de 
Rimbaud 2 . Pienso que comprenderás la alusión. No ten- 
go noticias de Graciela 3 . Supe que el film ya fue pre- 
sentado y ni siquiera se han dignado enviarme una in- 
vitación. Tampoco por ese lado, del que por otra parte 
me importa un pito, se esconde nada bueno. Sólo me 
pregunto cómo voy a hacer para ganarme la vida. Ahora 
necesitaría encontrar el medio de vivirla lo mejor posi- 
ble y sin necesidad de ganármela. Ya he luchado bas- 
tante. Estoy seguro de conseguirlo. 

Tuyo de todo corazón y hasta pronto. 

Nanaqui. 

1 El sello de salida es ilegible, pero el de llegada a Paris XVIe, Plaza 
Chopin, tiene fecha del 12 de octubre de 1925 a las 12 horas. La grafía 
de esta carta, escrita con tinta violeta, es desusada: pequeña escritura de- 
recha, ligeramente temblona; las líneas son completamente horizontales. 

2 Antonin Artaud adjuntó a la carta la reproducción de un dibujo de 
Coussens: un retrato de Rimbaud, cortado de un diario. La alusión es clara: 
Rimbaud murió en Marsella. 

3 Cf. nota 2, carta del 7 de mayo. 


218 



Olvidaba decirte que Lugné-Poe me confía la puesta 
en escena de Los Misterios del Amor, de Vitrac, y que 
la pieza se presentaría en diciembre 4 . Trata de estar li- 
bre para esa época. Será entre el 10 y el 20. 


4 Proyecto que no se cumplió: Les Mystéres de VAtnour, de Roger Vi- 
trac, se representó en el cuadro de espectáculos del Théátre Alfred Jarry, 
el 1 y el 2 de junio de 1927 en el Théátre de Grenelle. 


219 



[Marsella, 14 de octubre de 1925.] 1 


Si vuelves al Atelier ^vitarás muy bien tener cual- 
quier clase de relación con un tal señor Amaud, aun- 
que 2 sean relaciones de simple cortesía. Debes prohibir- 
te incluso estrechar su mano. Sé que continúa calum- 
niándome y cubriéndome de insultos cada vez que se le 
presenta la ocasión. Sería demasiado irrisorio que dicién - 
dote mi mujer no le hicieras sentir, de una vez por todas, 
el peso de tu reprobación. No te digo nada más, pero 
debes comprender muy bien que se trata de algo con 
lo cual no transigiré nunca. 

Asimismo te ruego estés libre para representar Los 
Misterios del Amor eí 10 ó 20 de diciembre. Espero que 
no vacilarás entre Dullin y yo. 

Acabas de escribirme una carta singularmente suelta 
y alegre. Tomo nota. 

Tuyo. 

Antonin Artaud. 


1 En el sello de correos sólo se lee el día y el año, pero no hay duda 
de que la carta data del mes de octubre: la misma tinta violeta, la misma 
letra derecha y temblona en líneas remarcablemente horizontales; ade- 
más se menciona nuevamente el proyecto relativo a Les Mystéres de VAmour. 

. 2 Lucien Amaud era uno de los miembros fundadores del Atelier. 


220 



GÉNICA ATHANASIOU A ANTONIN ARTAUD 


Es duro, es cierto, pero es así \ 

Ya que no me tienes otra estima que el interés que 
aún te liga a mí, ¡pues bien! hasta aquí llegamos. 

Quiero considerarte tal como eres, pero no rebajar- 
me hasta tal punto a un hombre. No es mi género. Y a 
pesar de la vida no deseo volverme débil y una nada 
como tú haces el honor de considerarme hasta ahora y 
desde hace algún tiempo. Ya que no tienes suficiente di- 
nero para el día de hoy te envío 20 francos. 

No puedo poner más, yo también recibo ese dinero a 
un precio muy alto. 

De veras, no esperaba semejante desenlace. 

Tu conducta de hoy me ha hecho saber a qué atener- 
me en adelante y para siempre; te apoyas nada más que 
en una sospecha y me lo dices así, cara a cara, sin ningún 
pudor. 

En lo sucesivo sabré cómo proceder con los hombres. 
Gracias por esta última esperanza que me servirá de 
lección para toda la vida. Adiós. 

Athanasiu. 


No estoy en mi casa. 

Y no estaré NUNCA. 

Tengo BASTANTE. 

1 Esta carta está en el mismo sobre que la siguiente, que es eviden- 
temente la respuesta. 


221 



[París, noviembre de 1925,] 1 


Si . no hubieras actuado en un arrebato de furor ha- 
brías comprendido que los pocos pesos que me prestas 
de vez en cuando, y que, por otra parte, yo te devuelvo 
de inmediato, no tienen el suficiente interés como para 
retenerme cerca de una mujer; si te pedí dinero es por- 
que no podía hacer otra cosa, ya que me hubiera visto 
obligado a pasar un día sin comer, pero ya que es así 
y tú eres lo bastante loca como para creer . . . como pa- 

1 Carta y sobre con membrete del Café de la Régence. La carta fue 
depositada y la única indicación del sobre es: Génica Athanasiou. Por esta 
razón es difícil de fechar. 

Estamos obligados a examinar los distintos membretes del Café de la 
Régence, los cuales fueron modificados en varias oportunidades. 

Del 12 de octubre al 22 de noviembre de 1923, dice así: SOCIETE 
ANONYME / DU / CAFE DE LA REGENCE / (Place du Théátre-Fran- 
gais) / 161-163, Rué Saint-Honoré / TELEPHONE / PARIS PROVINCE 

ETRANGER / CENTRAL: 39-58. La mención: PARIS, LE 192 , 

en la parte superior de la hoja a la derecha, está impresa en mayúsculas. 

El 2 de enero de 1925. se modificó así: CAFE DE LA REGENCE / 
Société Anonyme au Capital de 1.600.000 / (Place du Théátre-Frangais) 
/ 161-163, Rué Saint-Honoré / TELEPHONE / PARIS PROVINCE 
ETRANGER / CENTRAL: 39-58 / R. C. SEINE 23.270. La mención: 
París, le 192 , está impresa en bastardillas a la inglesa. 

El 19 de junio de 1925, nueva modificación: CAFE DE LA REGENCE 
/ Société Anonyme au Capital de 1.600.000 Francs / R. C. SEINE 23.270 / 
161-163, Rué Saint - Honoré / (Place du Théátre-Frangais) / TELEPHO- 
NE: Central 39-58. La mención: París , le 192 siempre en bas- 

tardillas a la inglesa. 

El 12 de enero de 1926, el membrete lleva dos números de teléfono: 
CAFE DE LA REGENCE / Société Anonyme au Capital de 1.600.000 


222 



ra creer ¿qué? Después de todo toma tu di- 

nero, no lo necesito. Ahora, repítete bien que NADA 
terminó entre nosotros, me conoces lo suficiente como 
para comprender que si te quiero y persistes en estar 
lejos de mí no retrocederé ante ningún escándalo para 
alcanzarte y encontrarte, he llegado a tal punto que no 
arriesgo demasiado. Todo lo que quiero decirte es que 
te amo profundamente y que eres mi única y mi único 
amigo. Iré a verte mañana y te ruego no te niegues a 
recibirme porque estoy decidido a forzar la puerta aun- 
que tenga que matar al portero, las mucamas, etc. No 
me obligues a llegar a esos extremos. 

N. 


Francs / R. C. SEINE 23.270 / 161-163, Rué Saint-Honoré / (Place du 
Théátre-F rangais ) / TELEPHONE: Central 39-58 — Richelieu 99-94. 
La mención: PARIS, LE 192 está impresa en mayúsculas. 

El membrete de esta carta es idéntico en todo. 

Ahora bien, el 9 de agosto de 1926, el membrete fue modificado en 
dos puntos: no hay llave antes de los dos números de teléfono y la men- 
ción: París y le 192 , está impresa en bastardillas a la inglesa. 

Lógicamente se puede pensar que esta carta fue escrita entre el 19 de junio 
de 1925 y el 9 de agosto de 1926. Como se trata de una carta depositada, 
era preciso que G. A. y A. A. estuviesen ambos en París. Fecharíamos con 
gusto esta carta en la época posterior a su regreso de Marsella el 16 de 
octubre de 1925. Las cartas precedentes testimonian una extrema indigen- 
cia y gran agitación. Las cartas del 21 de agosto de 1925, del 10 y del 21 
de setiembre, contienen pedidos o acuses de recibo de cien francos. La 
carta del 14 de octubre revela también una crisis sentimental relativa a las 
relaciones de G. A. y de Lucien Arnaud. Por otra parte, cuando Artaud 
regrese el 7 de diciembre a Marsella, se disculpará por todo el mal que le 
causó a G. A. durante esos últimos tiempos. 

Por último, una carta dirigida a Andró Rolland de Renéville el 19 de 
noviembre de 1925 presenta la misma grafía desacostumbrada: escritura 
derecha, apretada; y esta carta presenta su habitual letra ancha e inclinada;, 
diñada; se la puede fechar, entonces, a fines de noviembre de 1925. 


223 



TELEGRAMA 

enviado desde Marsella el 7 de diciembre de 1925. 


ATHANASIOU 3 CALLE NOUVELLE PARIS 84 

Marsella 57707 19 7 15h15 

LLEGUÉ BIEN CARIÑOS ACONSEJA DAR ORDEN VEN 
DER ACCIONES TOKIO (MIL CIEN) VA CARTA — NA 
NAQUI 


224 



[Marsella, 7 de diciembre de 1925 .] 1 


No tardes demasiado en escribirme, te necesito mu- 
cho más de lo que imaginas. Tu vida forma parte de 
mi vida como mi cuerpo forma parte de mí mismo. Per- 
dón por el mal que te hice últimamente; sobre todo, 
no dudes de mi amor por ti. Mi pensamiento no te 
abandona y ya llevé a cabo una de tus predicciones. 
Hacia las 3 de la mañana rompí un segundo espejo 2 en 
el vagón. Perdí el equilibrio y al salir de mi comparti- 
miento lo hice volar en pedazos con un ruido espan- 
toso. 3 * 

El precio del ferrocarril para Mentón es de 223 fran- 
cos en 2 9 clase. Tus Tokio subieron a 1.200 francos. 
Fue un error, me equivoqué estúpidamente de colum- 
na. Ahora bajaron a 930 francos. Ordena que te los 
vendan a 1.100 francos. Te beso desde el fondo del 
alma. 

Nanaqui. 


1 £1 sello de correos no se lee bien: se distingue perfectamente el nom- 
bre del departamento; la fecha, apenas. Pero el telegrama del 7 de diciem- 
bre indica que le sigue una carta y encontramos el mismo consejo con 
referencia a las acciones Tokio. Como el telegrama, esta carta y las siguien- 
tes están dirigidas a: Mlle. Génica Athanasiou / 3 rae Notzvelle 3 / París / 
Seine. Al dorso del sobre una serie de operaciones hechas por A. A. corres- 
pondientes, sin duda, a entradas y salidas de dinero. 

2 Esto significa que habría roto un espejo en el momento de partir. 

3 Lo que precede cubre las páginas 1 y 3 de un pliego doble; el final 

de la carta está escrito en la página 2, en sentido transversal. 


225 



[Marsella, 11 de diciembre de 1925.] 1 


No sabes cómo me conmovió tu carta, mi querida, 
pero no necesitas recomendarme que debo ser dulce 
y bueno, sé de sobra lo que te debo para no lamentar 
amargamente todo lo que mi conducta pudo tener de 
cruel y grosera contigo; además, bien sabes que te amo 
como no amaré nunca más. Estás demasiado mezclada a 
mi ser como para no serme ahora más preciosa que ese 
ser. Si no estuviera como estoy, envenenado de sufri- 
miento, sabría hacerte ver mejor cuán cerca de mi vida 
está la tuya y con qyé preocupación profunda te rodeo 
sin que tal vez tú lo sospeches. Es por eso que ardo en 
deseos de estar contigo y te pido 2 que hagas lo impo- 
sible para acelerar tu partida a Mentón, quiero volver 
a verte. 

Tuyo. 


Nanaqui. 


1 Sobre con membrete: CAFE RICHE / Marseille. 

2 Un infinitivo en el original. Un lapsus, sin duda. 


226 



[Marsella, 15 de diciembre de 1925.] 1 


Querida, todo lo que puedo decirte en este momento 
es: apura tu partida a Mentón. Así me darás una ra- 
zón para permanecer en este Mediodía en el que me 
abraso. 

Ayer le escribí una canta al director de Film ci’Art, 
Vandal , 2 para decirle que me contratara o me recomen- 
dara a un director alemán; recalqué las ventajas que 
tendría un director si me utilizara en un personaje ade- 
cuado a mí (del género de C. Veidt) permitiéndome 
así demostrar mi capacidad y asegurándole que no se 
arrepentiría. Veremos qué me contesta. Empiezo a es- 
tar terriblemente angustiado por la idea de encontrar 
cualquier trabajo. En La Nouvelle Littéraire de esta se- 
mana apareció un artículo sobre El Ombligo de los Lim- 
bos de una imbecilidad negra . 3 Te beso desde el fondo 
del corazón. 

Nanaqui. 

1 Esta carta no estaba en ningún sobre, pero debía encontrarse original- 
mente en el sobre que contiene la carta siguiente. Por otra parte, las dos 
cartas están escritas con la misma tinta azul y en el mismo tipo de papel. 
La letra del sobre es ancha e inclinada, como la de esta carta, mien- 
tras que la de la carta siguiente es derecha, pequeña, apretada. Es muy 
posible que Antonin Artaud haya puesto ambas en el mismo sobre, la 
segunda después de haber obtenido la información referente a las acciones. 

2 El director de Graziella, Marcel Vandal (cf. nota 2, carta del 7 de 
mayo), era también el director de Film d’Art Vandal y De/ac. Estas pe- 
lículas eran producidas por los establecimientos Aubert. 

3 En el número correspondiente al sábado 12 de diciembre de 1925. El 
artículo estaba firmado por Paul Fierens: 

VOMBILIC DES LJMBES 
par Antonin Artaud 

Bajamente burlesco en ciertos aspectos , altamente trágico en otros — Lau- 


227 



tréamont por aquí, Jarry por allá — este librito, que si tiene pies y cabeza , 
carece de centro, de centro de gravedad, de centro psicológico. El autor, que 
“no concibe ninguna obra desligada de la vida”, y que, en consecuencia, 
no pretende escribir un libro, sino simplemente “ mostrar su espíritt /*, en 
una nota escrita en caracteres pequeños que nos da la clave de su obra y 
de su mente, declara: “Sí, mi pensamiento se conoce y desespera ahora por 
alcanzarse. Se conoce, quiero decir que sospecha de sí mismo ; en todo caso, 
no siente más”. 

Esto es lo que hay de dramático y momentáneamente insoluble en el 
caso de Antonin Artaud. Se complace en un estado patológico — queremos 
admitir por lo menos que no se trata simplemente de literatura — que él 
define como “ abatimiento de su estado mental”. No describe sueños, pero 
como no reconoce “ ningún plan en el espíritu”, el iíogismo de su pensa- 
miento se parece mucho a la incoherencia de los sueños. Puede ser que la 
poesía se encuentre en las fronteras de la locura. También es cierto que 
la revolución surrealista desplazó singularmente eses fronteras y alargó el 
campo de la conciencia confusa reduciendo el de la conciencia clara. An- 
tonin Artaud abre ventanas a lo desconocido, a ellas se asomarán un instante 
los que no tienen miedo del vértigo. 

Se parece a Pablo los Pájaros, su doble, “ debatiéndose en medio de un 
vasto tejido mental donde perdió todas las rutas de su alma y la forma y 
la suspensión de su realidad”. Por esta simple frase se ve — y por muchas 
otras que hay que aislar de UN TEJIDO VERBAL de buen corte, pero de 
resistencia bastante débil — que el autor es a veces capaz de exteriorizarse 
con una notable precisión. En otras partes divaga y dormita. Se despierta 
paña enseñarnos que André Masson es “el pintor más grande del mundo” 
o para proferir obscenidades que no tienen nada de misterioso o de em- 
brionario. 

Tal vez no comprendimos nada de este libro. Sin embargo, está lejos 
de dejarnos indiferentes. 


228 



[Marsella, 15 de diciembre de 1925.] 


Para las acciones te aconsejo: 

si tenías 5 acciones de Tokio 
puedes comprar 

5 Shell Transport a 750-780 francos 
(dado que hay que comprar 5 partes); 
si tenías menos de 5 acciones, por ejemplo 4 
compra : 

4 Chinas (oro) 1903 5 % a 750-800 francos, 
te quedará en líquido la diferencia entre los 750 
francos que pagaste cada Tokio y los 960 francos en 
que las vendiste, multiplicados por el número de Tokios 
que tenías. Con ese excedente compra dólares. 

Pienso que está claro y que has comprendido. Pero 
hazlo rápido. Si tenías 5 Tokio te hice ganar 1.000 
francos y las acciones que te aconsejo van a subir to- 
davía. 

Escríbeme pronto. 

Te beso de todo corazón. 


Nanaqui. 


229 



[ Marsella , 22 de diciembre de 1925,] 


Sin noticias tuyas. Te ruego me escribas cuanto antes. 

¿Recibiste la carta en que te aconsejaba comprar 5 
acciones Shell Transport? (no se pueden comprar más 
de cinco por vez). 

Si diste la orden a tiempo las habrás tenido a un 
precio muy bajo, pues bajaron. Con el dinero que que- 
da podrías comprar 500 francos en dólares y una ac- 
ción China 1904 a 480 francos. Dime si todas esas ope- 
raciones han sido ejecutadas y hazme saber la fecha y 
la hora de tu paso por Marsella para ir a besarte a la 
estación. Sabes, ¿no es cierto? cuán preciosa me eres, 
que eres mi único consuelo. 

Te beso tiernamente. 


Pero escríbeme. 


Nanaqui. 



TELEGRAMA 

enviado desde Marsella el 26 de diciembre de 1925- 
ATHANASIOU 3 CALLE NOUVELLE PARIS 84 

Marsella 67707 13 26 16h 

HABITACIÓN RESERVADA 30 ENVIAR TELEGRAMA CA- 
SA PONER ANTONIN 


TELEGRAMA 

enviado desde Marsella el 5 de enero de 1926. 

ATHANASIOU HOTEL RICHELIEU PARTOUNEAUX 
MENTON 

MARSELLA 2107 16 5 15h20 

RESERVAR HABITACIÓN LUNES CUENTO ME ESCRIBI- 
RÁS ANTES BUENOS PENSAMIENTOS = NANAQUI 


231 



[Marsella, 7 de enero de 1926 .] 1 


Querida, 

Tendrás que cancelar la reserva que debías hacerme 
para el lunes. No podré relxnirme contigo antes de quin- 
ce días, acabo de recibir una carta de Osmond 2 donde 
me dice que no necesitarán de mí antes de fines de 
abril y siempre para Marat. 

Eso te dará libertad para instalarte un poco mejor. 

Escríbeme lo más a menudo que puedas. 

Siempre hasta el extremo. 

Nanaqui. 

1 Como el telegrama del 5 de enero, esta carta y las siguientes están 
dirigidas a: Génica Athanasiou / Hotel Richelieu / 26 rae Partouneaux / 
Mentón . 

2 En realidad Osmont- Juan Arroy, que figuraba en el film, tenía al pú- 
blico al tanto de la marcha de su realización medíante una crónica Regular; 
Autour de “ Napoleón ”, Ella nos informa sobre el rol que representaba Louis 
Osmont: Entre los elementos de verosimilitud que Gance se impone está 
el lograr un parecido absoluto entre sus intérpretes y los personajes autén- 
ticos de la historia. Para conseguirlo toma a un especialista en repartos , un 
veterano del oficio que une a su información perfecta acerca de la época 
y del medio, un conocimiento preciso de todos los intérpretes del cine fran- 
cés y le procura, en un mínimo de tiempo, el actor física y moralmente más 
parecido a tal o cual personaje de la Revolución o del Imperio . Este hom- 
bre, este “ casting-diredor ** como se lo ¡lama en los estudios de Hollywood, 
es L. Osmont, que personalmente realizó muchos films en lo de Pathé, 
especialmente la serie de Bouif, con Tramel. En carpetas extremadamente 
voluminosas L. Osmont conserva todas las fotografías posibles e imaginables 
de los comediantes franceses de teatro y de cine. Cuando Gance le pide un 
Danton, o un Marat, o una Carlota Corday, Osmont selecciona una docena 
de cabezas entre las que recuerdan al personaje pedido . (Cinémagazine, n 9 24, 
11 de junio de 1926.) 


232 



[ Marsella , 9 de enero de 1926 .] 


Muchachita hermosa, 

Aprovecha el tiempo que tienes por delante para ins- 
talarte con comodidad. Encuentra una pensión a orillas 
del mar. No vale la pena ir a Mentón para encerrarse 
en el centro de la ciudad. Por mi parté, no quiero co- 
mer una comida que me envenena. Prefiero dejarte tiem- 
po para que hagas los preparativos necesarios y luego 
iré yo, tengo tiempo por delante. Ando tan mal como 
resulta posible, y te beso desde el fondo del corazón. 

Nanaqui. 


233 



[Marsella, 19 de enero de 1926,] 


Querida bien amada, 

t 

Cuento con terminar mis inyecciones aquí. Y además 
quisiera que te instales un poco mejor. Sabes lo que me 
cuesta vivir, materialmente quisiera encontrar por ocho 
días el máximo bienestar. Porque esos ocho días me se- 
rán preciosos. Yo, yo también te amo y estoy lleno de 
tí. No puedo ser perfectamente feliz si no estás allí. Es- 
pero volver a París ni bien regrese de Mentón para en- 
contrar algo antes que el trabajo de Gance, tengo mie- 
do de que me hagan esperar hasta actubre. 

Tuyo de todo corazón *. 

Nanaqui. 


1 La fórmula final fue agregada después en el margen, frente a la firma, 
oblicuamente, hacia abajo. 


234 



t Marsella , 20 de enero de 1926.] 1 * 


Muchachita, ángel. Espero estar contigo hacia el l 9 
de febrero con la condición de que estés sola. Puedes 
reservar una habitación para esa fecha. Pero es necesa- 
rio que seas dulce y gentil, sin tu ironía de algunas ve- 
ces. Sólo cerca tuyo tengo algo de paz. Te beso pro- 
fundamente. 

Nanaqui. 


1 Escrito en el dorso de una tarjeta postal de Cinémagazine Edition: 

una fotografía de Lilian Gish. 


235 



Linda querida 2 , 

Por el mismo correo te envío un libro muy fácil de 
leer y que te intrigará mucho, pero no es literatura ba- 
rata como podrías pensar viendo la edición 3 . Estoy le- 
yendo todas las obras de ese autor que me apasiona y 
quiero hacerte compartir mi placer. Seguramente via- 
jaré el lunes l 9 de febrero. Búscame una pensión donde 
se esté agradablemente alojado (tipo Guéthary), si es 
para caer en una casa como la de Cauterets no vale la 
pena que vaya. Paso mi tiempo recordando tu ternura 
y todas tus bondades para conmigo. Todavía no hice la 
carta para Gance 4 . No puedo hacer absolutamente nada 
en este momento. 

Te amo. 


Nanaqui. 


2 Esta carta se encontraba en el mismo sobre que la tarjeta postal, pero 
fue escrita algunas horas después. En efecto: Espero estar contigo hacia el 
1 v de febrero. . . es aquí: Seguramente viajaré el lunes 1 9 de febrero. 

3 Podría tratarse de Le Crépuscule des Dieux, de Elémir Bourges, pu- 
blicado en la Biblicthéque Pión (abril de 1923), colección en rústica muy 
barata cuyos volúmenes, en efecto, tenían tapas ilustradas con un gusto 
bastante dudoso. A. A. apreciaba las obras de Elémir Bourges, sobre todo 
Les oiseaux s’envolent et les ileurs tombent. 

4 Como se verá se trata de una carta de G. A. a Abel Gance. 


236 



[ Marsella , 21 de enero de 1926.] 


No, no esperaré hasta el 15 de febrero porque aquí 
me muero y además, como no estarás libre a partir del 
l 9 , terminaré allí las inyecciones que me quedan. En- 
cuéntrame un doctor para que me atienda apenas lle- 
gue. Lo necesito nada más que para dos inyecciones. 
Llegaré, entonces, el próximo lunes 25 de enero. Espero 
que habrá alguna habitación libre. Escríbeme o telegra- 
fíame para saber si puedo ir o fuerza las cosas para que 
te dejen tranquila ocho días. Preferiría viajar el l 9 , eso 
no me traería trastornos en el tratamiento. Espero que 
no hayas hecho demasiadas relaciones nuevas y que no 
seamos molestados. Sabes que siento horror por las ca- 
ras nuevas. En todo caso, es absolutamente necesario 
que podamos comer tranquilos. Tendré algunas noticias 
que comunicarte. Y haremos juntos la carta a Gance \ 
Sobre mi corazón, tuyo. 

Nanaqui. 


1 En el mismo sobre se encontraba un borrador escrito por G. A. cuyo 
destinatario era seguramente Abel Gance. Le solicita un contrato para su 
próximo film. Debió redactar ella misma ese borrador (tiene giros que Je 
son propios) después de la llegada de A. A. a Mentón, ya que se encuentra 
de su mano ' en el margen superior: Excellence. Sin duda a partir de ese 
borrador le dictó la carta que ella remitió. 



TELEGRAMA 

enviado desde Marsella el 23 de enero de 1926. 


ATHANASIOU HOTEL RICHELIEU 26 PARTOUNEAUX 
MENTON 

marseille 54807 16 23 15h35 

PREFERIBLE HABITACIÓN l*? FEBRERO A CONDICIÓN 
DE ESTAR SOLO CARIÑOS = NANAQUI 


238 



[ Marsella , 25 de enero de 1926.] 1 


Como te lo hice saber por un telegrama, prefiero que- 
darme una semana más aquí y terminar mis inyecciones. 
Sin embargo, por razones que ya te diré y que hacen im- 
posible quedarme más tiempo con mi familia, estoy de- 
cidido a apurar la partida. Mi última inyección es el 
viernes, el sábado a la mañana tomaré el tren de las 10 
y 38 y es absolutamente necesario que me consigas una 
habitación para la noche. Absolutamente. Estoy deci- 
dido a vivir en el mismo hotel que tú. Pero, te lo repito, 
tengo lo justo para tomar el tren de ida y vuelta. Gé- 
nica, necesito más que nunca socorro y piedad. Tuve una 
escena terrible en mi casa después de lo cual entré 'en 
una especie de convulsión con sollozos que me obliga- 
ban a cortarme ^en dos. Estoy muerto, muerto, no puedo 
más. Imposible esta vez suprimir el L. 2 del que he ter- 
minado por tomar dosis enormes. Si voy a Mentón es 
para intentar un esfuerzo en ese sentido. Pero es de- 
masiado duro ya que mi enfermedad 3 no quiere aban- 
donarme. Noche y día sufro un martirio, es un estado 
de sofocación moral que no cesa nunca, Y todo eso acom- 

1 Papel y sobre con membrete: CAFE RICHE / MARSEILLE.. 

2 El láudano. 

3 Lo que precede ocupa las páginas 4 y 3 del pliego doble. El final de 
la carta está escrito en sentido transversal sobre la «página 2 del pliego. 


239 



Proyecto de carta a un director 
redactado por Antonia Artaud 
para Génica Athanasiou 

[Principios de febrero de 1926.] 1 


Señor, 

¿Consentiría usted en dirigir un film del cual yo se- 
ría la intérprete principal y siguiendo un guión que po- 
dríamos hacer juntos? Desde ya le garantizo para ese 
film un aporte de doscientos cincuenta mil francos. 

Si el negocio le interesa habría que convenir una en- 
trevista para discutir el asunto y creo que podríamos 
llegar a un acuerdo sobre la base que le propongo, i 

Atentamente. 

G. A. 

P.-S. — Quizá recuerde la Antígona de Jean Cocteau 
que representé en el Atelier, en diciembre del 22. Así 
como el Conde Kostia, film de Jacques Robert, que rodé 
con C. V., interpretando el rol de Stéphane 2 . 

1 Integramente escrita por A. A. incluyendo las iniciales de la firma. 
Escrita en la mitad superior de una hoja con membrete: Granó CAFE 
GLACIER / BRASSERIE / LOUIS’ AMERICAN BAR / 5, Averme de 
Verdurn / MENTON. El destinatario puede haber sido el director Rous- 
sell al que A. A. alude en su carta del 12 de febrero. 

2 Cf. nota 3, carta del 8 de octubre de 1924. 


242 



[Marsella, 10 de febrero de 1926.] 1 


Mi linda nena, 

Llegué bien y puntualmente. Discúlpame por no ha- 
berte escrito enseguida, pero estaba tan cansado que dor- 
mí buena parte del día. Asegúrate con respecto a tus 
acciones. Parece que van a subir y de todos modos sólo 
debes tener un poquito de paciencia, Gance me contestó 
que no podía darme ninguna respuesta precisa, no me 
necesitará hasta el de abril ¡lo que me compromete 
á buscar otra cosa hasta esa fecha! Ya ves. Por esta ra- 
zón voy a salir para París inmediatamente. No tengo 
intenciones de enclaustrarme aquí. Si hubiera podido 
contar con mi salud ya habría encontrado trabajo. Con 
respecto a ti, te comprometo a no abandonarte si tienes 
intenciones de llegar a algo. En cuanto a mí, es nece- 
sario que gane mi pan. Hace 5 años que estoy en la mi- 
seria y el futuro no se aclara. No es posible que mi si- 
tuación siga así, tan triste y en suspenso. Tu amor es 
mi único consuelo. Eres mi equilibrio y mi refugio en 
este mundo. Cuenta conmigo como yo cuento contigo. 

1 En uno de los sellos del sobre figura la fecha 11 de febrero de 1926. 
Esta carta y las siguientes están dirigidas a: Mlle. Génica Athanasiou / 
Hotel Rives d’Azur / Mentón / Alpes-Maritimes. 


243 



Te amo con toda mi vida. También será necesario que 
te decidas 2 , sin tardanza, a organizar tus asuntos. No 
dejes que la gente te olvide, 

Te beso desde el fondo del corazón. 


Nanaqui. 


2 A partir de aquí el final de la carta está escrito transversalmente en el 
margen de la última página. 


244 



[París, 12 de febrero de 1926.] 1 


Muchachita hermosa, ya estoy nuevamente en París. 
Quería preguntarte si es posible hablar con Vitrac so- 
bre ese asunto del cine del que tanto conversamos jun- 
tos 2 , creo que Vitrac es el hombre justo para el guión 
que sueñas. Sin precisar demasiado, le pregunté si con- 
sentiría en escribir un guión para ti de forma que en- 
cuentres en él a un personaje que te exalte y se adapte 
a ti como nunca nada se adaptó a nadie. Los principios 
que formuló me demostraron enseguida que era el hom- 
bre para eso. Piensa que debes hacer no un personaje 
que puedas representar, debes ejecutar desde ti un ser 
en el que tus más secretas facultades sean puestas en 
marcha, un ser lanzado en circunstancias tales que esas 
facultades se desarrollen en un paroxismo constante, un 
ser que seas tú en la vida y en el cual entres como dentro 
de tu habitación pero donde lo que tú eres, sea lanzado, 
al mismo tiempo, sobre un plano de humanidad general. 
En una palabra, que tu tipo de mujer sea exaltado y 
magnificado. Me dijo todo esto mucho mejor de lo que 

1 Papel y sobre con membrete: CAFE DE LA REGENCE. Como la 
carta del 10 de setiembre de 1925, las tres páginas de ésta están curiosa- 
mente escritas en líneas ascendentes, paralelas a las diagonales. 

2 Cf. el proyecto de carta a un director, principios de febrero de 1925. 


245 



yo te lo transmito, pero es exactamente lo que yo pen- 
saba. 

Por otra parte, desconfía de un director demasiado 
popular; para comprenderte y extraer de ti el máximo 
creo que se necesita un gran artista, un Griffith; un Rous- 
sell o cualquier otro trabajan nada más que con guio- 
nes banales. De todos modos, es el único que lanzó en 
Francia a una gran figura 3 . En todo caso, lo mejor se- 
ría imponerle tu guión en detalle. Tal vez me equivo- 
que al buscar tanto para ti, lo esencial es que seas lan- 
zada, pero debes poner en juego todos los factores. ¿Qué 
dirías de un guión extraído de los cuentos de Hoffmann 
o de Edgar Poe? Necesitarías algo al estilo del Fantas- 
ma de la Opera que vi en Marsella y que es una mara- 
villa inusitada y de mucho éxito 4 . Además Lon Chaney 
es todo un hombre, en el sentido en que un hombre se 
supera y alcanza su representación ideal. 

Tuyo, 

Nanaqui. 

La primera cosa que vi en París fue el fuego de una 
casa. La segunda, Granet, ese actor que hacía Anselme 
en El Avaro. Y mientras te escribo, llega Dalloin. Luego 
Benjamín Perét. 

3 Henry-Roussell, que comenzó su carrera como actor, intérprete de 
Bemstein, realizó varios films sobre guiones que tenía la coquetería de 
escribir él mismo: Les Opprimés, Violettes impértales. Aquél a quien lla- 
maban director “con monóculo” acababa de filmar una película de gran 
espectáculo rodada en los Balcanes, La Terre promise, cuyo tema era un 
conflicto religioso entre un cristiano y una judía, asunto que le permitió el 
estudio de las costumbres judías. En este film reaparecía la estrella que 
había lanzado en Violettes imperiales: Raquel Meller, con Maxudian, Pierre 
Blanchar, André Roanne, etc. 

4 A fines del mes de enero de 1926 se presentó al público parisino un 
film americano basado en la novela de Gastón Leroux: Le F antóme de 
l’Opéra, realizado por Rupert Julián, con Lon Chaney, Mary Philbin y 
Norman Kerry. Se trataba de un film que también tenía decorados fastuosos. 


246 



[París, 17 de lebrero de 1926.] 


Mi muchachita, hace diee días que no tengo ningu- 
na noticia tuya. Debes escribirme, comienzo a estar es- 
pantosamente inquieto. ¿Estás enferma? Rápido, tran- 
quilízame. Me puse a buscar algo seriamente y creo que 
lo encontré. Te lo suplico, no prolongues demasiado tu 
viaje, estoy tan solo. 

Tuyo, tu 

Nanaqui. 


247 



[París, 19 de febrero de 1926.] 


Mi muchachita, mi nena, 

Quince días de más o de menos no significan ya na- 
da para mí. Me conozco bastante. Si algo debía ocurrir, 
habría ocurrido en los dos meses anteriores y no ahora. 
Por otra parte, hice bien en regresar. Ayer recibí una 
carta de Gance en la que me dice que filmaré dentro 
de quince días. ¡Si fuera cierto! Estaría salvado. ¿Sabes 
lo que me ocurrió? Imagínate que ayer a la noche en un 
cine nuevo, de vanguardia, me encontré ¿adiviíia con 
quién? ¡Con Dullinü! En seguida me tendió la mano y 
nos quedamos uno frente al otro como postes. El, espe- 
rando que yo le dijera algo. Yo, sin encontrar absolu- 
tamente nada que decir. Finalmente se retiró confuso y 
decepcionado, se fue. No quise dejarlo con esa mala im- 
presión y decidí abordarlo a la salida. En efecto, al ter- 
minar el espectáculo me acerqué a él, le dije adiós y le 
pregunté si podía pasar a saludarlo. Aceptó calurosa- 
mente y eso es todo. 

No te inquietes, pasaré por la pensión que está en- 
frente de Henriett’s mañana o pasado mañana. 

Además debo decirte que me fui de casa porque no 
quería ser una carga para mi madre que ya no puede 
más. De todos modos debía volver ayer, ya ves. Den- 


248 



tro de lo posible no me escribas cartas domésticas. Bas- 
tantes cosas escucho en mi vida. Y tal vez si pensaras 
un pogo menos en tu salud hoy habrías llegado a otra 
cosa. Escríbeme como una mujer, no como una nodriza. 

Te beso de todo corazón. 


Nanaqui. 


249 



París , 21 de febrero de 1926. 


Mi querida. Acabo de pasar por la pensión de la calle 
Léopold Robert. Ocupa el n 9 4. Hay habitaciones desde 
300 francos pero nada libre por el momento. Por otra 
parte, la casa está en completa refacción y los precios 
aumentárán próximamente. En tu lugar, yo me conten- 
taría con una habitación de 300 francos. Tal vez haya 
algo desde aquí al 15 de marzo. Le dejé mi dirección 
a la portera y una buena propina para que me escriba 
en cuanto haya alguna novedad. Querida, estoy encan- 
tado de que vuelvas. Mientras tanto, yo envío una car- 
ta tras otra a todos los directores franceses y extranje- 
ros de los que puedo conseguir la dirección. Pero hasta 
el presente no he tenido demasiado éxito. Te beso, Gé- 
nica, con toda mi alma. 

Tuyo, 

Tu 

Nanaqui 

de siempre. 


250 



Carta al señor Tranche De La Hausse 
Recomendando a Génica Athanasiou 


[ 1926 .] 1 


Estimado señor y amigo, 

No quisiera parecerle ‘indiscreto, pero nuestra con- 
versación telefónica de esta mañana me dio la idea de 
enviarle a la persona que le llevará estas líneas. Usted 
me hace en este momento un servicio inapreciable: me 
pregunto, de acuerdo al tipo de mujer que usted nece- 
sita, si esta persona no sería en ciertos aspectos un des- 
cubrimiento. Sé que es muy apreciada por los directo- 
res que la ven; además, Gance le confió el papel de Thé- 
roigne de Méricourt en su primer guión de Napoleón. 
Supe que en este momento se encontraba libre y me 
pareció que podría interesarle. Disculpe la libertad que 
me tomo, pero no creo hacer ningún mal tomando esa 
libertad. 

Hasta el jueves próximo, espero y perdón una vez 
más. Suyo. 

Antonin Artaud. 


1 En el sobre dice: Monsieur Tranche de la Hausse / Société Générale 
de Films / 36 avenue Hoche / en vi.Ue. Se trata de la Société Générale de 
Films que iba a producir La Passion de Jeanne d’Arc, realizada en París 
por Cari Dreyer. Esta carta data con seguridad de 1926, después del re- 
greso de G. A. de Mentón, época en la que buscaba trabajar en una película. 
Napoleón debió haber sido muy comentada para que A. A. la utilice como 
referencia. 


251 



[París, 8 de mayo de 1926.] 1 
Sábado a la noche. 


Génica, 

Te escribo porque no podrá verte hasta mañana. Es- 
pero que esta carta llegue antes de que nos volvamos a 
ver. Quiero llamar muy seriamente tu atención sobre 
las dificultades incesantes que interpones en nuestras 
relaciones. Sin, embargo, no veo en qué yo doy lugar 
para que te quejes de mí y te confieso que mi pacien- 
cia se cansa. No mi paciencia en relación a ti, en rela- 
ción a nuestra vida en común, sino mi paciencia en sí. 
Siento que choco con dificultades que sobrepasan la ra- 
zón. LosT hechos que no existen, tú íos inventas. Cuanto 
más dulce, sumiso, paciente soy, más me reduzco , me 
restrinjo , se diría que me aplastas. Porque ahora te toca 
a ti hundirme, perseguirme en mis recovecos y hasta en 
esas partes de mí mismo a las que mi conciencia de to- 
dos los días no llega. Te aseguro que me vuelves difícil 
la vida. Esta persecución, te lo digo con toda franqueza, 
te lo digo estrepitosamente, es propia de espíritus afec- 
tados. Lo que habías aceptado y juzgado con pondera- 

1 Expreso dirigido a: Mlle. Génica Athanasiou / 3 rué Nouvelle 3 f 
París. 


252 



ción la víspera, al día siguiente lo das vuelta y lo re- 
chazas. Y no hay nada, incluso el pasado, que tu espí- 
ritu jadeante no evoque; lanzas ultimátums que com- 
prometen toda mi vida pasada. No puedes dudar de que 
te quiero, de que toda mi vida está enlazada a tu res- 
piración, de que hay una elección de mi persona, una 
elección orgánica hacia ti. Y es cierto, soy para ti lo que 
no seré nunca para nadie, no porque me empujen a ello 
costumbres comunes sino porque me has despojado pa- 
ra siempre y me has hecho llegar a ti con todos mis an- 
tepasados, como con toda tu vida viniste a mí. No es 
sólo la confianza, es la comunidad, la respiración del es- 
píritu y del corazón. Lo ves, lo compruebas y a pesar 
de todo, exiges. A mí, reducido y confuso, sufriente, inex- 
tricablemente duro, desconsolado, me penetras y sa- 
cudes. Agotas mi paciencia. Te aseguro que esto no es 
vida. Si le escribo a una mujer que no me interesa, por 
cortesía, por respeto y con una emoción que te confun- 
de ya que no sobrepasa las palabras, prejuzgas a pro- 
pósito de ella, de mi emoción, de mi pensamiento. Em- 
piezo a creer que haciendo eso no estás a la altura de 
mi espíritu; deberías haber comprendido desde hace 
tiempo que salvé mi vida, que la arranqué a todas las 
circunstancias, mi espíritu participa de horrores que son 
lo contrario del mundo, que son exactamente lo opuesto . 
Me juzgas desde muy cerca y como si al pie del muro 
estuvieran todas mis raíces, me juzgas minuto a minuto 
y es necesario verme desde más arriba, y, sobre todo, 
desde más lejos. Déjame vivir. Déjame liberarme. Ten- 
go debilidades que me encubren, pero todavía puedo 
herir . No me induzcas a desear algo que vaya más allá 
Te beso profundamente. 


253 


Nanaqui. 



[París, 27 de julio de 1926.] 1 


Génica, la forma en que me dejaste me causó una pe- 
na profunda. Es una noche que pasará en mi vida. Te 
aseguro que no merezco ni tu indiferencia ni tu des- 
precio presentes. Estoy ligado a ti más que nunca, pero 
mucho me temo que sea sólo en las estrellas. No puedo 
hacerme a la idea de que todo haya terminado entre 
nosotros, y, sobre todo, que me puedas ver* diferente 
de lo que soy en realidad, de lo que siempre le parecí 
ser. ¿Quieres decirme en qué he desmerecido a tus ojos? 
Al fin de cuentas y haciendo un análisis, lo único que 
tienes que reprocharme es un exceso de franqueza res- 
pecto a ti. Pero considera que es tu espíritu apasionado 
el que metamorfosea esa franqueza y le da el aspecto 
de una condenación. Eres injusta, Génica, incomprensi- 
blemente injusta, de una injusticia que excede a los cu- 
chillos. Toda mi vida, todos mis aspectos presentes y 
pasados y sobre todo ciertos actos recientes, deberían ha- 
berte tranquilizado respecto a mí. En esos actos, mi es- 
píritu, mi corazón, mi carne, mi alimento, la fidelidad 
* 

1 Expreso con la mención: Extréme urgence , dirigido a: Mlle. Génica 
Athanasiou / Florida Hotel / Rué de P arme / E. V. Al dorso del sobre: 
Expéditeur : Artaud 58 rué Labruyére. 

2 Por descuido A. A , repitió el pronombre reflexivo; en el original dice: 
. . .'que tu me puisses me voir. . . 



254 



profunda de mi ser, todo aparece claro. No puedo ha- 
cer ni pensar realmente el mal, mis actos liberan mi co- 
razón. Génica, yo pongo y pondré siempre, por encima 
de todo, lo que ha existido y existe entre nosotros y que 
durará. Mi debilidad, una debilidad que no es del es- 
píritu, que proviene exclusivamente del estrangulamien- 
to de mi vida, me lleva a acciones fáciles, pero el cora- 
zón de mi corazón es tuyo. Ese corazón, arrancado de 
mí, lo llevas contigo y quedo con mi vida débil — -ad- 
miro tu espíritu y tu alma, Génica, lo juro sobre toda 
la realidad de la mía. Si te reprocho algunas cosas es 
porque te quiero perfecta y porque preveo y trato de ma- 
tar la opinión que los otros tienen sobre ti en los re- 
pliegues de sus infames cerebros. Estoy agobiado por 
la vida, devorado por un plan que no es el mío, en el 
que me maldigo y me insulto yo mismo, en el que de- 
sespero de mí. ¿Sabes lo que es una desesperación li- 
gada a la Personalidad como la piel lo está a los múscu- 
los? Esa desesperación es igual a la tuya, de la misma 
naturaleza, induce a desesperar de la vida, del derecho 
que se tiene a existir, de los méritos de la propia vida. 
Sé que te destierra de la humanidad y que toca hasta 
los ligamentos vitales del ser, lo sé y te comprendo me- 
jor. No tengo tacto, lo sé. Soy indigno de ti. Tus lágri- 
mas, mi bello ángel, eran para mí como vitriolo, un vi- 
triolo tanto más horrible cuanto que mi espíritu sólo 
me demostraba su fuerza. Estaba demasiado despojado 
de sensibilidad espontánea, natural, para sentirlo física- 
mente. Pero esas lágrimas, si no las niegas, si persistes 
en tu resentimiento, envenenarán mi vida. Te pido per- 
dón de rodillas, sin esperanzas de curarte ya que tu de- 
sesperación es demasiado metafísica, mi bella filósofa. 
¡Y con un alma como la tuya osas desesperarte!! ¡Qué 


255 



aberración! Eres superior a los que te juzgan. No per- 
mito que dudes de que yo lo pienso profundamente. Sé 
bien que me equivoqué al hacerte esas observaciones, 
pero no comprendes que, si bien lo presiento vivamente, 
no tengo el hábito de lo absoluto . Estoy despojado de 
carne, de actualidad en este mundo. ¿No lo compren- 
des? Esa es mi enfermedad. Es mi debilidad. Soy un 
hombre débil y tú eres completa y grande. Mi espíritu 
te dice, y hablo en este momento con toda la grandeza 
de mí mismo , que es únicamente por mezquindad que 
repruebo haberte hecho ésas observaciones que te han 
herido tan horriblemente. Es porque, literalmente en 
un minuto , olvido lo grande que eres y entonces me afe- 
rró a partes humanas accesorias, menudas de ti misma, 
como yo también las tengo y en mayor número que 
tú. ¿Crees que si no sintiera que estás afectada por el 
mismo mal que yo, podría sentir tan intensamente esas 
pequeñas tonterías que me equivoco al reprocharte? 
Sólo son pecaditos frente a tu espíritu. Eso no te roza, 
no te mancha. Tranquilízate, Génica, eres un alma pro- 
funda, un espíritu superior y fuerte. Y yo, yo estoy per- 
dido en las nubes, la realidad no me atormenta ya lo 
suficiente, por esta razón te pierdo de vista, te olvido , 
me dejo llevar por críticas más estúpidas que yo. Me 
hablaste de una forma que me llegó al corazón, viste 
bien lo que yo era diciéndome que era un hombre , más 
que eso, me iluminaste sobre mí mismo, diste calor a 
mi corazón. Gracias. ¡Ah tú! tú sabes comprenderme. Sí, 
estuve odioso. Pero comprende que, contra lo que tú 
piensas, sólo quise hacerte un reproche físico . Eso no 
toca tu vida. Tu espíritu está a salvo. No fue alcanzado 
por mi estúpida crítica. Tu espíritu es como una piedra 
pesada, su peso es su esencia, su profundidad, cuando 


256 



es lanzada por una pendiente pequeñas ramas la detie- 
nen, la desvían un milímetro, un átomo. ¿Es por eso me- 
nos pesada, cambió su naturaleza? No, lo que acaba 
de rozarla, de hacerla desviar un poco, de manera insen- 
sible, es exterior, no cuenta. Está intacta, está virgen. 
Lo mismo ocurre contigo. Eres virgen y nunca se lle- 
gará a ti. La imbecilidad de los otros te ignora. ¿Qué 
te importa? Y yo, si observo tus ramas ¿no es una prue- 
ba de que soy cobarde, timorato, débil, digno de que 
me escupas? me equivoqué. Esencialmente. ¿Compren- 
des mi confesión, mis remordimientos? ¿Me sigues con- 
denando? Tengo excusas graves. Soy tan desdichado. 
Escríbeme en seguida. No me arranques de tu alma. Te 
beso profundamente. Beso en su fuente tus lágrimas 
amargas, horribles, con el espíritu envenenado, tuyo, 
ángel 3 . 

Nanaqui. 


3 i* última frase fue agregada sobre la firma y a su derecha. 


257 



[París,] 9 de agosto de 1926 \ 


Génica, 

¿Cómo es que no me escribes? Sabes bien que no me 
queda nada. Que estoy solo sin ver un rostro amable. 
Solo todos los días, todo el día. Siempre con problemas 
económicos, turbado mentalmente , turbado moralmente. 
Sin una alegría, sin una distracción. ¿Qué te ocurre? 
¿Quieres romper definitiva, completamente? Di meló. 
Pero será muy penoso para mí. ¿Rehiciste tu vida? ¿En- 
contraste a alguien? 

Tuyo. 

Artaud. 


1 Papel y sobre con membrete: CAFE DE LA REGENCE. Esta cartR 
y la siguiente están dirigidas a: Mlle. Génica Athanasiu f 15 rué de /? 
Raiílére / Cauterets. 


258 



París, 15 de agosto de 1926 \ 


Génica querida, tu carta me ha hecho reflexionar. No 
puedo hacerme a la idea de que estemos separados eter- 
namente. Eres mi compañera. Lazos muy profundos me 
unen a ti. No es sólo la costumbre de tenerte conmigo 
todos los días de la vida; esta larga relación, además 
de haber creado en mí la necesidad de ti, produjo entre 
nosotros relaciones nuevas, ahora existe una identidad 
que sólo puede saciarse con la presencia de ambos. Pro- 
bablemente me explico muy mal, pero trato de decirte 
que me eres indispensable y que te amo, o bien que nun- 
ca te amé. Además, me siento en deuda. Mi conducta 
hacia ti me da remordimientos: ese abandono, esa pro- 
funda miseria en la que te sientes, quiero reducirlos en 
la medida de mis posibilidades. En la medida en que ello 
dependa de mí no estarás más abandonada. Consuélate. 
Si te comprendo bien, no has dejado dé amarme, a pe- 
sar de lo que dices. Ahora, cuando crees que te aban- 
dono, sientes tu vida profundamente perdida. Pero yo 
no tengo en el mundo nada más querido que tú. ¿Qué 
quieres que haga sin ti? No imaginas en qué soledad he 
caído. No siento nada que me ligue profundamente a esa 

1 Papel y sobre con membrete: CAFE TERMINUS / Gare St-Lazare / 
PARIS / Sté. Ame. de VHótel Terminus / au Capital de 7.000.000 fr. 


259 



dama rumana que es, por otra parte, incapaz de una pa- 
sión; y además de ella, sólo tengo a la hermana de la 
señora Bretón 2 3 , a quien vi algunas veces y que me de- 
mostró mucha amistad e interés, pero no amor. Bien veo 
lo que falta a toda esa gente en potencia de entrega co- 
mo para llegar hasta ti. Las sobrepasas, pienso, de le- 
jos. ¿Te tranquilizas, ahora? Siempre seré para ti el mis- 
mo Nanaqui. Y soy verdaderamente desdichado. No 
tengo ningún tipo de satisfacción. Las cosas andan muy 
mal en El Judío Errante 43 . Estoy tan descorazonado 
que ya no intento nada. Actúo con una ausencia pro- 
funda. Por primera vez se me reprocha estar flojo. No 
lo hago con intención. Mi poder expansivo se ha rela- 
jado violentamente. Y además está el director, insopor- 
tablemente grosero : hemos llegado al extremo de ame- 
nazarnos a golpes. Qué vida. Qué vida. Escríbeme. 

Te beso. 


Nanaqui. 


2 La hermana de Simone Bretón, que luego será la esposa de Raymond 
Queneau. 

3 En el mes de mayo de 1926, Luitz-Morat emprendió, siempre para 
la Société des Cinéromans, la realización de Le Jtiií Errant, según la novela 
de Eugéne Sue. Interpretaban los papeles principales Gabriel Gabrio, Mau- 
rice Schutz, Fournez-Gaffart, Sylvio de Pedrelli, Fernand Mailly, Jeanne 
Helbling, Claude Mérelle, Suzanne Delmas, etc. Antonin Artaud desem- 
peñaba el papel de Gringalet, lo que nos induce a pensar que Luitz-Morat 
debió tomarse algunas libertades con la obra de Eugene Sue a dado que Grin- 
galet no es un personaje de Le Juit Errant sino de Les Mystéres de París . 


260 



[París,] 22 de agosto de 1926 \ 


Génica, tu carta me descorazona, me cansa y me cae 
muy mal. Por más que hurgo en mí, por más que busco 
en todas las acciones de mi vida pasada o presente no 
veo qué quejas puedes tener de mí. El sentimiento de 
la fuerza de inercia que opones a las explicaciones más 
sinceras, a los juramentos más vehementes, desanima 
para siempre toda tentativa de acercamiento. Por más 
que hurgo en mi espíritu, por más que releo tu carta, 
no veo qué quejas puedes tener de mi actitud respecto 
a ti, quejas a las que mi carta no hubiera respondido por 
anticipado. Contigo es como clamar al viento, como de- 
sesperarse en el desierto. Tienes razón en decir que tú 
eres tú. Sí, en adelante, tú eres tú y no otra cosa. Te 
has cerrado al mundo. We comprendes, pero se diría que 
me comprendes en la noche y en un sueño y como si se 
tratara de un doble mío^ Qué más decirte, sobre qué 
volver a conversar. Estoy cansado, horriblemente can- 
sado. Estoy torturado, molesto por esta enfermedad más 
fuerte que yo, más fuerte que toda la vida; en esa en- 
fermedad se disuelve todo lo que hay de vivo, de con - 
movedor, de personal en mí. E incluso por ese lado tu 

1 Papel eo"i membrete: “GAVARNIE” / 49, Rué P i galle - 1, Chaptol / 
PARIS Relé GARRE, Fropriétaire / DEJEUNERS / DINERS / 
SOUPERS. 


261 



carta me cae muy mal. Creía poder quedarme tranquilo 
respecto de ti, pero veo que es necesario volver a luchar, 
a explicarte, a disculparse. No puedo más. Ya es dema- 
siado tarde. Si no quieres comprender, renuncio. Peor 
para nosotros. Te grité con todo mi cuerpo 2 que no 
quería perderte, que no quería que entre nosotros cam- 
biase nada. Tuve una debilidad, pero ya es hora de co- 
menzar a ser débil, a mi edad, después de haber vivido 
en una castidad casi completa. Sí, te creía más fuerte 
y más flexible. ¿Qué debo decirte para que comprendas 
que no te reprocho nada , que esa noche no te hice nin- 
guna observación, que lo que dije sobre ti sólo tenía el 
carácter de una apreciación banal? Me preguntaste có- 
mo te habías comportado la víspera, y te dije una pa- 
labra,* una sola palabra, que te habías mostrado un poco 
tonta; después pensé en otra cosa 3 . ¿Cómo puede ser 
que esa simple palabra haya tomado proporciones tan 
fabulosas? Sin embargo, sabes bien que te juzgo en pro- 
fundidad. Esa apreciación sólo valía para ese momento. 
Yo también soy tonto, confuso, torpe, enfermo y sobre 
todo impotente ante el inundo. Nunca a la moda, nunca 
enterado de lo que se dice. El plan de mi espíritu es 
otro. Me consuelo con falsos parecidos y esperanzas 
aleatorias. Sé muy bien que toda mi vida está arruinada 
y que no hay esperanzas para mí. Me siento despiada- 
damente atacado. Tú, tú no sientes semejantes razones 
para desesperar. Entonces, ¿por qué esas lágrimas? Uti- 
licé ocho hojas de papel para decirte que no te conde- 

2 El original dice á corps et á cris , expresión que aquí parece mucho 
más justa, más concreta, más llena de carne que á cor et a cri. ¿Con qué 
otra cosa que con su cuerpo A. A. puede gritar? 

3 A. A. cometió un lapsus; el original dice: . . .J*ai pensé á étre chose. 


262 



naba 4 , que ese pequeño juicio estaba circunscripto a 
un minuto y a ciertas circunstancias y vuelves obstina- 
damente sobre él. Qué más decirte. Renuncio. Es todo. 
En cuanto a que me encarnizo en destruirte. . . ¡¡Pura 
locura!! Te quiero. Tal vez se me escapen algunos jui- 
cios. Pero soy un maníaco. Sólo que tú, tú sí que eres 
peor maníaca. Si no me puedes soportar no me veas 
más. No tengo otra cosa que decirte. Pero si me ves, 
apaga un poco el ardor y el hervidero de tu cerebro. No 
encontraré ninguna mujer que te llege al tobillo. Despre- 
cio profundamente a aquellas con quienes tuve relacio- 
nes después de ti. Nunca soñé en compararte con ellas 
y cuando lo hice, siempre ganaste. Pregúntale a Fabert 5 , 
pregunta a los demás lo bien que hablo de ti. Pero no 
volveré sobre este asunto. He decidido dejar que pien- 
ses, en el futuro, como mejor te parezca. Sin protestar. 
Este tipo de justificaciones me agota. Sé que en este 
mundo nunca estaré tan unido a una mujer como lo es- 
tuve contigo. Te pido que conserves no tu amistad ha- 
cia mí sino tu amor. Soy digno de él. Lo afirmo. Nadie 
ha tomado tu lugar en mi corazón, pero debo decirte 
que es un lugar de rango, un lugar poco común. Quiero 
que mi vida siga mezclada con la tuya. Ves cuán ino- 
portuna resulta tu carta. Justamente hace ocho días le 
escribí a mi madre para contarle cuáles habían sido nues- 


4 La carta del 27 de julio, escrita en dos pliegos dobles de papel carta 
blanco cuadriculado, 13,5 por 2 1 cm. 

5 En el Théátre des Champs-Elysées A. A. conoció a Máxime Fabert. 
Al igual que A. A., participó en la reposición de Androclés et le Lion, de 
Bernard Shaw, Liliom, de Francois Molnar, La Petite Baraque, de Alexan- 
dre Block, Celui qui regoit les gilíes de Léonid Andreieff, Le Club des 
Canards Mandarías, de Henri Duvernois y Pascal Forthuny, y R.U.R. de 
Karel Tchapek. En el último espectáculo del Théátre Alfred Jarry, Le» 
Songe, de Strindberg, A. A. lo contratará para el papel del Abogado. 


263 



tras relaciones durante cuatro años y para decirle que 
no me casaba contigo sólo por el hecho de no contar con 
una situación lo suficientemente holgada. Eres la única 
mujer en quien podré tener siempre confianza. Sobre la 
totalidad de tu amor sabía que podía descansar en paz. 
Fuera de ti no habrá totalidad para mí en esta vida, 
que diariamente se me aleja con la fuerza de un ra- 
yo y los dolores de un alumbramiento abstracto. Abo- 
minable parto de fantasmas. Sí. Siento la vida que su- 
be de mí y me abandona como columnas de aire só- 
lido. Por momentos sufro atrozmente. Mis nervios son 
de mármol. Mi sensibilidad petrificada no encuentra el 
aire ambiente, mi alma también es una materia solidi- 
ficada a la que nada agita; tengo el cerebro en una tram- 
pa, una gran trampa, una trampa casi universal. No pue- 
do más. El solo pensamiento de sacudir mis barrotes es 
una tierra prometida, un estado demasiado hermoso pa- 
ra mí. Dios no es justo al encarcelar así a una concien- 
cia. Hoy no pude salir. Dónde está mi confidente, dón- 
de estás, Génica, mi amiga, mi hermana, tú que eras 

mi mujer, ni siquiera en la calle me movía, 

Yo no era más que mi cuerpo. Sentía que el mundo ha- 
bía detenido sus imágenes. Todo eso sin metafísica. Des- 
cribo pura y simplemente una sensación abominable fi . 
Y no quisiera describirla, quisiera fotografiar esa árida 
impotencia que se inclina en mí como la curva de la 
vida. Por momentos siento que no soy más que una ma- 
sa de vida que va a triturarse la cabeza contra murallas 

inesperadas. ¡Ah, es demasiado! En esos momentos es- 

♦ 

toy harto de vivir. Estoy agarrado, pero agarrado sin 

** A. A. arrastra un error causado por los dos adverbios precedentes; el 
original dice: ...une abominablement sensation . 



esperanzas. Agarrado en todas mis reservas. No hay se- 
gundo plano, no hay refugio para mi pensamiento. El 
mundo no tiene más comunicaciones. Imagina el estado 
del ahogado, para quien vivir es respirar. Así, para mí, 
vivir es pensar, y todo movimiento del pensamiento me 
resulta imposible; mis nervios son de plomo. No hay 
palabras para este horror y todas las imágenes son gro- 
seras. Soy impotente pero de una impotencia que com- 
promete lo más claro, lo más libre de mí, lo más sutil 
y volátil por esencia. Esto mismo que por algún milagro 
satánico me atacó siempre a mí, está atrapado, perdido 
y convulso en la materia, sin recurso, sin escape. Si te 
escribo tan larga y libremente como ves, como parece, 
es porque después de haberme revuelto durante todo 
el día, después de haber sido devorado por la impacien- 
cia, por la melancolía, por tormentos y por esta árida, 
por esta abstracta desesperación que tal vez tú seas la 
única en comprender, esta noche me decidí, esperando 
el momento propicio, a tomar una dosis desacostumbra- 
da de opio. Sin eso nupca soy libre. No puedo usar libre- 
mente de mí. Por otra parte, incluso con el opio no soy 
libre, no lo soy completamente. Sólo reconquisto una 
cierta estabilidad en el juego de mi pensamiento, esta- 
bilidad sin la cual todo no es más que un derrumba- 
miento de apariencias, pero esa estabilidad, lo sé, sólo 
afecta a una parte bastante poco considerable de mi pen- 
samiento. Y en ese pensamiento hay mucho por reha- 
cer, hay demasiadas pérdidas, y todo un trabajo sobre 
el pasado que la memoria no reemplazará jamás. Tengo 
muchas pérdidas y pocas ganancias. El tiempo que otros 
pasan viviendo yo lo paso desesperando. Y lo que mi 


265 



cerebro ha perdido ninguna meditación nueva 7 lo reem- 
plaza. Necesitaría una vida para reparar mi desdicha. 
— No sé si me hago entender. Pero si me comprendes, 
debes ver cuán profundamente resignado estoy. Sé que 
no pensaré más, que mi espíritu sólo alcanzará una par- 
te muy reducida de las cosas, que no tendré más la im- 
presión de reflexionar sobre la realidad, que me sen- 
tiré sin fin debajo de mí mismo, pero por encima de 
todo sentiré siempre ese vacío fisiológico y nervioso de 
mi alma, de mi inteligencia. Y sé que ni un milenario 
tesoro de experiencia logrará reemplazar esa constante 
desmineralización del espíritu. Hablo como la medici- 
na. Pero desespero de hacerte sentir cuán apremiante, 
cuán inmediato es mi mal, que desgraciadamente no 
pertenece al dominio de los puros espíritus; sufro cada 
minuto que respiro, asombrado de esa atroz presión de 
mi cabeza, asombrado de poder respirar libremente to- 
davía. j Ah, tú me hablas de desdicha! ¿Pero qué desgra- 
cia es comparable a esta pena sin esperanzas? Esta pena 
en la que se siente que no hay otra esperanza que es- 
perar y en la que todos los proyectos se disuelven ante 
esta impotencia de fondo. ¿Insistiré todavía en mi ma- 
lentendido con los hombres? No. No me comprenden, 
es todo. ¿Comprenderían que mi sufrimiento no tiene 
con qué detenerlos? Incluso los más desligados están de- 
masiado apremiados por vivir. Si sólo pudieran enviar- 
me sus cuentos, sus miserables justificaciones. Atrás to- 
dos los derivativos del olvido, los sistemas de juego de 
cartas, todos esos entusiasmos a ras del suelo. Polvo, no 
conocéis más que el polvo estúpido de los mitos que os 

7 Otro lapsus, el original dice: Et ce que morí cerveau a perdu auquej 
méditation nouvelle. . . 


266 



aplastan y de los que vuestros corazones están muy le- 
jos. Idos. Estos son mis razonamientos, esto es lo que 
mascullo, esta es mi única meditación. Estos los fantas- 
mas con los que combato. Combato con los fantasmas de 
mis abortos en todos los sentidos del mundo y de la histo- 
ria. De la historia, digo bien, y no lanzo está palabra al 
aire 8 . Veo a mi espíritu perdido en una ruta inmensa 
donde convergen las encrucijadas de los problemas más 
vastos, de todos los problemas verdaderamente univer- 
sales. Estos inmensos problemas son otro tormento más 
en el linde de mis caídas cotidianas, en mi vertiginoso 
hundimiento de cada instante. ¿Conoces el inmenso su- 
frimiento que hay en percibir qué sería si uno pudiera 
pensar, si uno pudiera solamente abrazar la extensión 
de algunos problemas misteriosos, condesas luces que 
sentí moverse en mí? ¿Conoces esa carrera sutil, en me- 
dio de un pensamiento en retirada, donde la sutileza del 
problema buscado se confunde con la huida sutil de ese 
mismo pensamiento? Te hablé de esto sólo para darte 
una imagen de mi miserable estado de ánimo. Estado de 
nervios, estado de ánimo, estado del mundo. Hay mo- 
mentos en los que el universo me parece semejante a una 
cabellera nerviosa con sobresaltos eléctricos. 

Te estrecho profundamente entre mis brazos. 

Nanaqui. 

Te ruego me devuelvas esta carta después de haber- 
la leído y de haberte tomado todo tu tiempo para leerla. 

8 El original dice á Vair. 


267 



Luego te la devolveré. Quiero volver a verla después 
de cierto tiempo. 

Ruega por mi espontaneidad 
profunda, 
original. 


258 



[París,] 29 de agosto de 1926 \ 


Génica. Hazme saber la hora de tu llegada para po- 
der ir a buscarte a la estación. Te espero en París el 
viernes. Trata de que sea ese día. Tuyo. 


Nanaqui. 


1 Papel con membrete: WEPLER / CAFE-RESTAURANT / 14, place 
Clichy / PARIS / GRILL-ROOM: SOUPERS / Spécíalités : HUITRES 
FINES - PATISSERIES - GLACES. 


269 



[París,] 5 de octubre de 1926 7 


Génica, mi gran amor, 

La visión de cómo soy .contigo, de mi actitud verda- 
deramente abominable, me asaltó de golpe como un des- 
garramiento de horror. Sí, mi ángel querido, tú tienes 
razón. Me basta volver un poco sobre mí mismo y con- 
siderar toda nuestra vida para comprender tu rebeldía.' 
No hay excesos que puedan excusar los sufrimientos que 
mis costumbres y mi carácter, a falta de mi amor, te 
hacen sufrir. No sólo eres un ángel de dulzura y pacien- 
cia, esa dulzura y esa paciencia las prolongas más allá 
de la furia a que mi conducta te induce. Génica, reco- 
nozco mi infamia y la lamento, la lloro, pero sobre todo 
te amo. Es necesario que te convenzas de ello, mi amor 
por ti se ha convertido en algo tan profundo, tan espan- 
tosamente enraizado, que es peor que un vicio. No de- 
bes creer que no te admiro, que no sé apreciarte. Por el 
contrario, me pongo de rodillas ante ti. Y te adoro. Ten- 
go tu rostro marcado en mi cerebro más profundamente 
que el tajo de un cuchillo. La mirada con que me atra- 
viesas y me conmueves desde hace dos días, bebí tu 
alma en esa mirada, Génica. Comprendo, aun después 

1 Papel y , sobre con membrete: “GAVARNIE”. Expreso dirigido a:. 
Mlle. Génica Athanasiú / 3 rué Nouvelle / E. V. 


270 



de las tormentas de ayer, el tono con el que me éscri- 
biste esa carta. Fue por amor ¿verdad, Génica? No fue 
para aplastarme y dominarme, fue porque me quieres 
con una violencia eterna y porque no puedes soportar 
todos esos compromisos, porque los has soportado de- 
masiado hasta ahora, porque en verdad abusé de tu pa- 
ciencia y de tu lealtad. Quieres que en mi alma todo sea 
puro como en la tuya, y tu exasperación te hizo escri- 
birme con ese tono de mando. ;Ah, esa carta, aparecien- 
do después de la masacre de ayer, era horrible! ;Mi es- 
píritu, que volvía a su paz, sentí que latía como un co- 
razón! Me puse a temblar, pero con un temblor sin fuer- 
za, porque verdaderamente estoy vacío. Sí, tú tienes pie- 
dad, lo sé. Sé bien que mi grosería y mi violencia, in- 
cluso mi maldad hacia ti, son incalificables. Si por lo me- 
nos me arrancara esta lengua de una vez. No puedo con- 
tenerme. Mi lengua va más rápido que mi pensamiento. 
La grosería parte de mí como una piedra de la fronda 
porque, — lo sabes, pero no lo sientes lo suficien- 
te — , estoy todo, y siempre, petrificado. Poco importa, 
esa carta me hizo mal porque me sentí irremediablemen- 
te atacado en mi amor. Porque te amo más que a nada. 
Y esa carta lo destruía todo. No escribas más. Pero lue- 
go te vi. Escuché tu dulce voz. Vi tus ojos y hubiera 
querido caer a tus pies. En lugar de eso creo que volví a 
insultarte. Perdona, mi gran esperanza, mi profunda dul- 
zura. 


Nanaqui. 



[Marsella, 26 de marzo de 1927.] 1 

\ 

Discúlpame por no haberte escrito todavía. Te en- 
viaré una carta mañana. Pensé^mucho en ti y tengo al- 
gunas novedades. No dejes de Escribirme en cuanto re- 
cibas mi carta. 


Nanaqui. 


[ Marsella , 26 de marzo de 1927.] 


Cariños y recuerdos. 


A. Artaud. 


[ Marsella , 26 de marzo de 1927.] 
/ Mejores pensamientos profundos. 


A. Artaud. 


1 El mismo procedimiento utilizado el 1^ de febrero de 1924 (cf. nota 
1). Las tres tarjetas postales (Escalier Monumental de la Gare St-Charles 
- Vue Genérale du Vieux Port - Entrée du port de la Joliette) fueron 
despachadas en Marsella-Capucines el mismo día, a la misma hora. Están 
dirigidas, como la carta siguiente, a: MUe. Gértica Athanasiú ¡ 42 rué La- 
bruyére ¡ París / Seine. 



Marsella, 27 de marzo de 1927 b 


Mi bella mucha chita. 


Te pido que no te enojes si te escribo cartas breves 
durante algún tiempo. Pero debes comprender que este 
es el período más duro, más difícil para mí 2 , y puede 
ocurrir que hasta el fin de mi viaje no te escriba una 
carta larga. 

En el tren me ocurrió una aventura bastante curiosa 
con una inglesa de cierta edad, aproximadamente la de 
Mme. Dullin, ya te contaré. No dejes de pasar por mi 
hotel y de enviarme en un paquete bien envuelto y ata- 
do los objetos, cajas, etc., que depositen a mi nombre. 
¿Cuándo dan El Jugador de Ajedrez 3 ? ¿Eres feliz? Es- 

1 A. A. adjunta un dibujo en tinta en una hoja con membrete: “GA- 
VARNIE’. 

2 Esto significa posiblemente que A. A. quería aprovechar su viaje a 
Marsella para intentar una desintoxicación. 

2 Le Joueur d’échecs, me 1 odrama en tres actos y seis cuadros de Marcel 
Achard, según la novela de H. Dupuy-Mazuel, representado por la compañía 
del Atelier el 6 de abril de 1927. Música de Georges Auric. Decorados y 
' estuario de Jean-Victor Hugo. Dirección de Charles Dullin. G. A. inter- 
pretaba el rol de Wanda Zalewska. Una película basada en la misma no- 
vela acababa de ser realizada por Raymond Bernard; sus intérpretes prin- 
f ioales eran Charles Dul’in, madame Dullin, Edith Jehanne, Pierre Blan- 
•rúar, Pierre Batcheff y Armand Bernard. 


273 



críbeme si no te escribo. Sabes que no puedo hacerlo. 
Espero darte muy buenas noticias dentro de pocos 
días. 

Te beso de corazón. 

Nanaqui. 


274 



[París, 2 de julio de 1927,] 1 


Lo que me dice que deberías haber hecho con Dul- 
lin, exigir tu libertad por un cierto número de días 
bien determinados 2 , es lo que había quedado estable- 
cido que harías. Una vez más fuiste sorprendida por tu 
falta de previsión, por tu debilidad para definirte. Pero 
como es necesario decidimos de una vez, éstas son nues- 
tras últimas condiciones. 

0 a partir del 20 de julio y hasta el 10 de agosto 
podrás consagramos alrededor de quince días EN- 
TEROS, comprometiéndote por escrito a estar libre 
durante esQs 15 días 

SIN INTERRUPCIÓN/ 

O, si no te comprometes a consagrarnos esos 15 días 
que se te piden, con la posibilidad de poder escaparte 
uno o dos días a tu elección — abandonarás tu papel. 

Pero queremos tener una respuesta neta y precisa 
desde ahora, se la enviarás a Germaine Dulac, 42 calle 
del General Foy en París. 

1 Papel y sobre con membrete: CAFE DE LA REGEN CE. Carta diri- 
gida a: Mademoiselle Génica Athanasiu / chez M. Dullin / Néronville / 
par Cháteau-Landon. 

2 Es decir el número de días necesarios para el rodaje- de La CoqurHe 
et le Clergyman, guión de A. A., realizada por Germaine Dulac, y de la 
que G. A. era la primera figura femenina. 


275 



Me asombra que me hayas dejado quince días sin 
noticias. Yo también tengo problemas en lo que concier- 
ne a Dreyer sobre mi película \ Y estoy muy nervioso. 
Afectuosamente tuyo. 

Nanaqui. 


3 A. A. rodaba en ese momento bajo la dirección de Cari Dreyer el papel 
del monje Massieu en La Fassioo de Jeanne d’Arc, con Falconetti, Eugene 
Sylvain, Maurice Chutz, Michel Simón, Andró Berley, Jean d’Yd, etc. 
Muchos años después, A. A. se lamentaba de la minuciosidad de Dreyer. 
Por ejemplo, para lograr una mayor verosimilitud, obligó a los actores a 
tonsurarse el cabello. 


276 



[ Marsella , 16 de setiembre de 1927.] 1 

■4 

Génica, hagas lo que hagas siempre serás para mí la 
Vida y la Muerte 

sufrí al encontrar semejantes disposiciones en el ser 
al que consideraba como mi mujer y a quien veneraba 
profundamente 

si tenías algún reproche deberías habérmelo explica- 
do francamente en lugar de lanzarme esas penosas in- 
sinuaciones 

ésa es la causa 

no deseo romper ni abandonarte 
definitivamente te creía por encima de esas infames 
preocupaciones que despreciaba en los otros 

de ahí mi cólera 

¡cuando pienso en lo que eras 
y en lo que de golpe te has convertido!!! 


1 Expreso. Sobre amarillo muy ordinario. La letra de esta carta sin fir- 
ma está disimulada, mucho más que íá del sobre que quiere aparecer gro- 
sera. Como A. A. vivía también en la calle La Bruyére, redactó la direc* 
ción así: M ademoi selle Génica Athanasioti / 42 rué de la Bruyerre f Pe. 
G. A. nos dijo que se trataba de una astucia inventada por A. A. para que 
nadie sospechara que la carta le pertenecía en caso de* que cayera en manos 
indiscretas. Extremó la malicia al punto de dudar de la ortografía del 
nombre, en el cual una letra está corregida, como si no supiera si debía 
escribir Génica o Génika. Otra característica: la carta no tiene puntuación 
a excepción de una coma y algunos signos de exclamación. 


277 



no puedo creer que sea culpa mía 
en todo caso puedes estar segura de que lo lamento 
profundamente 

¡me harás lamentar también el haber creído en ti r el 
haber tenido una confianza que creía eterna!!!! 


278 



[Setiembre de 1927 ] 1 


Muy querida Génica. Hay una novela que me gus- 
taría 2 que leas. Uno vive, muere, resucita, leyéndola. Es 
la más hermosa expresión de amor que conozco 3 . Y no 
he dejado de pensar en ti, en lo que nos une, en lo que 
nos separa. Na puedo pensar en el amor sin pensar en 
ti. Nuestra vidar común, el recuerdo de tus gestos, de tu 
manera de ser, encierran toda mi experiencia del amor. 

1 Esta carta fue depositada en el domicilio de G. A.; en el sobre dice: 
Mademoiselle Génica Athanasiou. Papel con membrete: CAFE DE LA 
REGENCE (idéntico al de la carta del 2 de julio de 1927). La carta del 
2 de julio tiene un tono tal que sólo una reciente ruptura puede explicar: 
si A. A. tenía sus compromisos y hacía obtener a G. A. el papel principal 
en La Coquille et le Clcrgyman, esto significaba limitar sus relaciones. En- 
tre la ruptura y esta carta debió haber transcurrido bastante tiempo, A. A. 
dice desde nuestra ruptura y evoca el recuerdo de [sus] gestos . Además, esta 
carta está escrita con la misma tinta azul que la carta del 16 de setiembre 
y en ambas se encuentra el tema de la Vida y la Muérte , palabras emplea- 
das con mayúsculas inhabituales y tomadas en un sentido metafisico. Tal 
vez la carta del 16 de setiembre haya sido consecuencia de los propósitos 
de G. A. hacia A. A., propósitos que lo habrían herido y a lo que ella con- 
testó con esa carta tan seca a la que se hace alusión al final de ésta, la 
cual debió ser escrita para salvaguardar lo esencial de sus relaciones, poco 
tiempo después de la carta del 16 de setiembre. 

2 En el original A. A. utilizó deliberadamente el futuro, más afirma- 
tivo. Sin embargo, primero escribió el condicional que luego transformó 
en futuro corrigiendo la última sílaba. 

3 Es difícil saber a qué novela hacía alusión A. A. A lo sumo se puede 
señalar que sentía una gran admiración por La Lettre écarlate, de Nathanael 
Hawthome. 


279 



Escucha y comprende biei. lo que quiero decirte. No 
sobrepaso el derecho que me has acordado de hablarte 
con el corazón en la mano. Insisto en que no puedo pen- 
sar en el amor sin pensar en ti 

Nuestra vida común, nuestros mutuos impulsos, aún 
nuestros conflictos son una representación perfecta del 
amor tal como yo lo imagino. Sé que no encontraré 
en ningún otro ser lo que tenía cerca tuyo. El amor es 
la transfusión, por medio del pensamiento, de las for- 
mas, de los gustos, de las rabias, de los odios. Cuando 
uno há llegado a penetrarle de una cierta clase de odio, 
entonces ama verdaderamente. Pues bien, experimenté 
eso contigo. 

El amor no es una similitud de gustos, de fobias, de 
alma. En amor la similitud no es el fin sino el medio. 
Poco importa el desacuerdo final si en el camino de ese 
desacuerdo, en un momento dado, vibró una unión, si 
las superficies de dos almas se rozaron y reconocieron, 
si en un momento dado, y principalmente en su com- 
portamiento, una identidad fue percibida en la sustancia 
misma del ser. Comportarse , tener actitudes de espíritu 
idénticas, una cierta cualidad de vibración, un recono- 
cimiento de instinto a instinto, eso es el Amor. Ahora 
bien, esa similitud en la conducta del pensamiento se 
volvió poco a poco indispensable como el hambre, como 
la rabia. Uno necesita, y necesita ahebradamente esa 
especie de confidente hecho del mismo paño que uno 
mismo, de las mismas crepitaciones. Génica, me faltan 
tus confidencias, a pesar de todo eres el único ser con 
quien me da placer hablar de ciertas cosas, la mayor can- 
tidad de placer posible. Eres la única a quien me gus- 
taría confiar mis problemas, mis alegrías, mis esperar 
zas, mis penas. Sólo tú introduces cerca mío una atmós- 


280 



T 

íera idéntica a mi propia vida. Y por ser así jamás pue- 
des molestarme. Confiarte, por ejemplo, esperanzas, pe- 
nas de amor, ambiciones espirituales, etc., etc. 

Te he confesado el trasfondo de mi pensamiento res- 
pecto a ti. Espero que me reserves lo mejor de tu alma 
y que continúes cufnpliendo cerca mío el papel de con- 
fidente elegida, lo que supone una confianza a toda 
prueba, y de tu parte, el interés y yo diría, la atracción 
de un afecto absoluto. ¿Es pedir demasiado? ¿Es indis- 
creto? ¿Es cobarde? Compréndeme bien: no tomo la 
actitud de un hombre que -ha perdido una mujer y que 
viene a arrastrarse a sus pies para que ella vuelva a su 
lado. Hay toda una parte de tu vida, la menos pura, la 
menos interesante, a la que he renunciado definitivamen- 
te. Pero estimo que en cierto dominio has quedado tan 
sola como yo y que SOLO YO puedo llenar esa so- 
ledad, como sólo tú puedes llenar la mía; necesito de 
tu fuerza frente a cierto desecamiento moral como tú 
necesitas de la mía. ¿Quieres ser otra vez para mi esa 
amiga tierna, de una ternura infinita, siempre dispuesta 
a acudir a un llamado, y a quien se puede recurrir en 
cualquier momento sin que ello implique que nuestras 
vidas puedan, en adelante, aparecer mezcladas?, ¿o 
quieres continuar viéndome de tanto en tanto y más 
en calidad de camarada extraña que en calidad de con- 
fidente interesada? Te aseguro que, desde nuestra rup- 
tura, pensóla menudo en la Muerte, o en la Vida (es 
lo mismo), y el solo hecho de pensar que en el infinito, 
en lo absoluto, estaré solo, sin mi alma que era tuya, 
sin el contrapeso y la compensación de tu presencia, me 

resultaba perfectamente desesperante. ¿Qué quieres ser 

/ * 

para mí en función y frente a la Muerte? ¿Me perte- 
neces o perteneces a otro? ¿Lo mejor de ti y lo mejor 


281 



de mí no merecen una Eternidad? ¿Mi compañía no te 
será necesaria en esa especie de desierto? ¿No eres más 
mía? 

Quiero saber qué piensas de este plan pero no quiero 
volver a recibir una carta tan seca como la última. 

NanaquL 


¿Querrás conversar y enviarme esta carta después de 
haberla leído? No quiero que caiga en manos extrañas 4 . 


4 Este párrafo fue agregado transversalmente en el margen (mitad in- 
ferior) de la segunda página de la carta, que tiene cuatro. 


282 



1 


[París, 19 de enero de 1928.] 

% 

/ 


Génica, 

Tenías la ocasión de conseguir un éxito magnífico con 
un papel entre los más bellos que hayas podido repre- 
sentar 2 . No quisiste aprovechar esa ocasión. Probable- 
mente con el pretexto de que no estamos más juntos, 
preferiste escuchar los consejos de Berley 3 , esencial- 
mente incapaz, por naturaleza, de comprender un texto 
tan elevado y tan suelto como éste. Pero por su misma 
naturaleza, ese texto y esa pieza, casi nada más que tex- 

1 Papel y sobre con membretfe: CAFE DE LA REGEN CE. Esta carta 
y las siguientes están dirigidas a: Mademoiselle Génica Athanasiu / 42 rué 
Labruyére 42 / (9e) / E. V. 

2 El 14 de enero de 1928 se llevó a cabo el segundo espectáculo del 
Théátre- Alfred Jarry; en el programa para protestar contra la censura, la 
proyección integral del film de Poudovkine, La Mere , precedido de un acto 
de Partage de Midi, de Paul Claudel. Jean Puyaubert reveló que se tra- 
taba del acto III (tesis de M. Henri Béhar sobre Roger Vitrac, un re- 
protxvé du surréalisme, Nizet, 1966). La dirección era de A. A. El papel 
de Yzé era interpretado por G. A. 

3 Las tarjetas de invitación decían simplemente: Avec le concours de: 
/ Mme. Génica Athanasiou, M. M. André Berley, Henri Crémieux, etc. Esta 
carta y la siguiente nos hacen sospechar que André Berley, a quien A. A. 
conoció durante la realización de La Passion de Jeanne d’Arc de Cari Dre- 
yer, desempeñaba el rol de Mesa, más capaz de condicionar la interpreta- 
ción de su compañera que el de Almaric. En 1928, André Berley fue con- 
tratado por el Théátre des Mathurins para representar el papel principal 
en Harmetons, de Brieux. En el transcurso de la temporada debía cantar en 
una opereta de Mouezy-Eon y Alfred Machard, música de Tiarko Richepin. 


283 



to, sólo podía ser lo que los actores hicieran de él. Ese 
texto valía por el acento que los actores debían poner 
en él. Pero había que respetar ese acento. Y yo no te- 
nía que hacer más que lo que hice. Sin embargo, a los 
ojos de un cierto número de personas mal intenciona- 
das e infectadas por el espíritu de los llamados teatros 
de arte, aparezco como un torpe y un pelotudo. ¿Cómo 
no comprendieron que el éxito de esta pieza dependía 
más de ustedes que de mí? Si hubieran respetado los 
tiempos y la distribución de los sentimientos en la ac- 
ción, le habrían dado; a esta pieza el valor que tenía. 
Pero ustedes no creyeron que estaban frente a una de 
las rpás grandes obras contemporáneas. Sin duda, esta 
pieza no es escénica eh el sentido común de la palabra, 
pero es un error creer que sólo las llamadas obras escé- 
nicas pueden ocupar un lugar en la escena. Una obra 
como ésta, interpretada en las condiciones requeridas, 
era no sólo soportable sino revulsiva para el público. 
Como prueba basta la actitud de los Surrealistas, que 
nos sostuvieron a lo largo de toda la representación y 
con quienes al final de la misma me reconcilié 4 Ellos, 
en contra de la opinióp' de Gide y otros compinches y 
despreciadores de los teatros de vanguardia, encontra- 
ron que esta interpretación, esta traducción de una obra 

4 Según Robert Aron, Jos espectadores, desde las primeras escenas, co- 
menzaron a reirse y a burlarse. Entonces André Bretón, que reconoció la 
obra (el nombre del a/tor se revelaría al final de la representación), se 
levantó y ordenó al publico con vigor que se callara (Robert Aron: Les 
Francs-T ireurs du SiJrréalisme, en Les Nouvelles littéraires del 28 de fe- 
brero de 1963). El ^rupo de la N. R. F. manifestó su hostilidad en la cró- 
nica de Jean Prév^st: Spectacles ( La Nouvelle Revue Frangaise , 19 de fe- 
brero de 1928, n^ 173). Luego se produjo la reconciliación con el grupo 
surrealista y la pelea con Jean Paulhan. Volvió a verse el nombre de A. A. 
en el sumario de La Révolution Surréaliste (n9 11, 15 de marzo de 1928) 
donde se publicó una Correspondance a través de la cual A. A. marcaba su 
ruptura con Jean Paulhan y La Nouvelle Revue Frangaise. 


284 



de arte conocida, agregaba a la simple lectura de esa 
obra de arte, lo que para mí es el más hermoso resultado 
qíie yo podía esperar. Pero si “Partición de Mediodía” 
hubiera sido representada con el movimiento y el tono 
necesarios, habrían visto no digo el entusiasmo de una 
sala completa, pero sí al menos el entusiasmo de un 
grupo. Sé que hiciste lo que pudiste y que todas tus acti- 
tudes fueron magníficas y muy observadas , pero te de- 
jaste influir por el espíritu denigrante de Berley, indig- 
no de una obra semejante, y así pareció que yo había 
llevado a cabo un trabajo mal hecho. 

Recibe mi afecto. 


Antonin Artaud. 



[París, 23 de enero de 1928.] 1 


Génica. No digo que me traicionaste a sabiendas. Digo 
que al no estar más conmigo necesitas encontrarme en 
un estado de inferioridad, y, en consecuencia, estás dis- 
puesta a seguir los consejos de cualquier otro en detri- 
mento de los míos. Digas lo que digas, Berley tuvo una 
inmensa y desastrosa influencia sobre ti en la puesta 
en escena de esta obra y tanto uno como el otro se las 
arreglaron para hacer abortar mis esfuerzos. Sin embar- 
go, creo que se vio perfectamente qué venía de los acto- 
res y qué de mí mismo — y todavía hay gente que me 
hace justicia a pesar de todo. 

Sin embargo, yo te conocí distinta, un alma más ele- 
vada, más suelta. No* pensé que en cinco meses 2 hubie- 
ras cambiado tanto, a tal punto que todo el mundo 
observó ese cambio y todo lo que perdiste de convicción, 
de fineza y de fe. Te digo esto porque deploro que al- 
guien como tú, que tienes o tenías la pasta de una gran 
artista, se haya dejado conquistar así. 

En cuanto a mí, a menos que haya un cambio funda- 
mental en tu actitud y en tu vida, no te llamaré más. 
Quiero tener frente a mí a alguien en quien confiar y a 

1 Sobre con membrete: “GAVARNIE”. 

2 La ruptura se produjo entre junio- julio de 1927. 


286 



quien no sentir como posible enemigo. No olvidaré nun- 
ca la manera incalificable y aún bastante infame en que 
me abandonaste y traicionaste, Dios sabe por qué y so- 
bre todo por quién. Todo el mal que pude haberte he- 
cho se desmorona frente a semejante acto de deslealtad, 
porque si alguna vez ocurrió que te engañara, eso nun- 
ca contó para mí y nunca te hubiera desamparado. No 
creas que busco despertar viejas historias ni que trato 
de componerme contigo para reanudar relaciones que 
me parecen imposibles. Quiero decirte que ya no hay 
entre nosotros ni siquiera una posible amistad común. 
Ni siquiera podría ser tu camarada. Lo que hiciste es im- 
borrable y, justamente, estos ensayos me permitieron ver 
claro. Vi la fosa que la vida había 3 cavado entre nos- 
otros. Nunca lo hubiese creído. También vi cuánto te 
habías alejado de mí y puedo decir sin maldad que no 
has salido ganando. En suma, si no te vuelvo a llamar 
no es por un bajo deseo de venganza, es porque siento 
o ue en adelante toda relación entre nosotros es irnoo- 

i 

sible, a menos que ocurra un milagro con el cual no me 
atrevo a contar y que la vida no implica. 

Cordialmente. 


Antonin Artaud. 


3 Aquí termina la segunda página de la carta que prosigue transversal- 
mente en el margen de esa misma página. La fórmula de cortesía y ln 
firma están escritas oblicuamente en el reverso (esquina superior dí^*; 
margen ) . 


287 



[Secunda quincena de febrero de 1928,] 1 


Mi querida Génica, 

¿Puedes darme más datos sobre el compromiso que 
firmaste con L. Ronjat 2 ? ¿Conservaste ese contrato? 

1 Papel con membrete: WEPLER. Sin sobre. 

2 Louis Ronjat, productor de La Coquille et le Clergyman. G. A. con- 
servó el contrato: 

22 bis, avetiue des Sycomores, 

Villa Montmorency, 16e. 

25 de junio de 1927, 

Señorita. 

Queda convenido que la contrato para la interpretación del primer rol 
femenino del film La Coquille et le Clergyman con un sueldo de 1.200 
francos por semana. 

Queda convenido que estará enteramente a nuestra disposición durante 
toda la realización del film y libre para rodar en cualquier momento en 
■que podamos necesitarla . 

La saludo con la expresión de mi consideración más distinguida. 

Loáis Ronjat. 

Estas líneas acompañando el contrato tienen la misma fecha: es deci’- 
la misma época de la ruptura Con A. A.; precisa que cualquiera sea la 
duración de la filmación, la suma a percibir por G. A. no sobrepasará los 
5.000 francos y que el rodaje comenzará hacia el 15 de julio de 1927. 

Ahora bien, entre este contrato y esta carta pasó bastante tiempo como 
para que A. A. diga: Es una vieja historia. . . Al estrenarse el film, el 9 
de febrero de 1928, la situación se volvió tan tensa que A, A. fue con algu- 
nos de sus amigos a abuchear al director Germaine Dulac, el día de la 
primera proyección en el Studio des Ursulines. Sin duda, pienso que estás 
al corriente, és una alusión a ese hecho. En consecuencia, se puede fechar 
«sta carta en la segunda quincena de febrero. 


288 



¿Podrías mostrármelo? ¿Puedes fijarme una cita para 
una de estas noches, después de cenar, a la hora que 
quieras? Es una vieja historia pero [es] 3 bastante im- 
portante que sepa a qué atenerme al respecto. Podría 
servirme muy bien en mis discusiones con esa gente. 
Pienso que estás al corriente. 

No me negarás las explicaciones que te pido. 

Sé lo suficientemente amable como para traer ese 
contrato si lo tienes. Gracias. 

Cordialmente. 

Antonin Artaud. 


P.-S. — Escríbeme ai 58 de la calle Labruyére. 


3 Omisión. 


289 



[ París y 6 de marzo de 1928.] 1 


Génica. Todavía no tengo respuesta respecto a lo que 
te había pedido 2 . Sin embargo, es bastante urgente. 

Por otra parte, en el caso de que todavía busques de- 
partamento, tengo uno para cederte de inmediato, 3 
piezas a la calle, una muy grande con baño. El precio 
no es muy elevado y el depósito no sería excesivo. 

Antonin Artaud. 



1 Papel y sobre con membrete: CAFE DE LA REGENCE. 

2 Sin duda se refiere al contrato de La Coquilte et le CleTgyman (cf. 
carta precedente). 


290 



[París, 7 de marzo de 1928.] 1 * * * * * 


Mi querida Génica. Puedes venir mañana a la tarde 
entre las 5 y 1 / 2 y las 6 a tratar con mi madre por el 
departamento. Si después quieres pasar por Les Deux 
Magots, a las 6 y 1/2, 7 menos 1/4, me encontrarás 
allí y podremos conversar, un rato. 

No te invito a cenar porque en este momento no pue- 
do, pero pienso que será para la semana próxima. En 
todo caso, hasta mañana a la tarde. 

Muy sinceramente tuyo. 

Nanaqui. 


1 G. A. agregó esta carta al sobre despachado el 7 de abril de 1928, 

pero debió ser escrita el día siguiente al 6 de marzo, día en que se le pro- 

puso el departamento. El hecho de que ambos vivieran en la calle La Bru- 

yére, G. A. en el n*? 42 y A. A. en el n 9 58, facilitaba las comunicaciones*, 

no necesitaban utilizar los servicios del correo, les bastaba depositar las 

cartas. 


291 



[París, 8 de marzo de 1928.] 1 


Mi querida Génica, 

El propietario puede Tecibirlas recién mañana viernes 
a la tarde a partir de las 7 horas (siete horas); si te 
conviene, mi madre te esperará en su casa a partir de 
las 6 y 1/2. No tendrás más que venir a buscarla e irán 
a verlo juntas. Si estás de acuerdo es inútil que me con- 
testes. Si tuviera la seguridad de‘ que tú sola vas a leer 
esta carta, te diría unas cuantas cosas muy graves e 
importantes para mí. 

Espero que nos veamos pronto. 

Te beso de todo corazón. 


Nanaqui. 


1 Sin sobre. Sigue con el asunto del departamento. La visita al propie- 
tario debía tener lugar mañana viernes a la tarde, probablemente el viernes 
9 de marzo de 1928. En consecuencia esta carta puede fecharse el 8 de 
marzo. 


292 



[París, 9 de marzo de 1928.] 1 


Imposible mañana sábado a las 6 de la tarde. Tengo 
un compromiso. No sé si podrás ver al propietario en- 
seguida. 

Hubiera sido mejor que postergaras tu cita con el 
dentista. 

Te escribiré pronto. 

Buenos Pensamientos. 


A. Artaud. 


1 Esta carta también se agregó al sobre del 7 de abril , de 1928, pero 
seguramente es posterior a las dos cartas precedentes. La cita del viernes 
propuesta en la carta anterior debió postergarse. Como el sábado siguiente 
era el 10 de marzo de 1928, la carta debe datar del 9 de ese mes. 


293 



París, 11 de marzo de 1928 \ 


Génica, necesitaría verte en relación con mis proyec- 
tos teatrales 1 2 , pero antes debo tener una explicación ne- 
ta contigo, sincera y definitiva, después de la cual veré 
si es posible colaborar contigo y verte o debo renunciar 
definitivamente a la idea de una relación cualquiera, in- 
cluso esa tan helada, tan seca y lejana como la de ayer 
o anteayer 3 . 

Cordialmente. 

Antonin Artaud. 

P.-S. — Si consientes* en esa explicación, ten la bon- 
dad de fijarme una entrevista lo más pronto posible. 


1 Papel con membrete: Brasserie-Restaurant ¡ Bar Américain / “LA 
COUPOLE” / 102 , Boulevard du Montparnasse. 

2 El tercer espectáculo del Théátre Alfred Jarry . que debía tener lugar 
el 2 y el 9 de junio de 1928 en el Théátre de l’Avenue. A. A. puso en escena 
Le Songe ou Jeu de reve , de Arthur Strindberg. La misma cuestión se vol- 
verá a plantear en el post-scriptum de la carta del 7 de abril de 1928, pero 
G. A. no participará de ese espectáculo. 

3 Se refiere a las entrevistas precedentes por el asunto del departamen- 
to. Esto prueba la continuidad de estas cartas. 


294 



[París, 13 de marzo de 1928.] 1 


Te hablaré de esos contratos 2 cuando te vea, espero 
que pronto. 

Antonin Artaud. 


1 Papel con membrete (tachado por A. A.)' 3, RUE SAINT-DOMINL 
CUE / LUNDI, MARDI, MERCREDI / MARSEILLE, LE . . . 

2 Sin duda se refiere a los contratos relativos al alquiler del departamento. 


295 



GÉNICA ATHANASIOU A ANTONIN ARTAUD 

( Borrador de una carta 1 ) 


Querido Nanaqui, 

Sí, yo también deseo que hablemos de esta corriente 
nueva que trata de establecerse entre nosotros a pesar 
de nuestra recíproca frialdad exterior. 

Pero se trata de saber si los pensamientos de dos se- 
res son iguales o más bien los mismos y si cuando nos 
veamos podremos ser, tanto uno como el otro, directos. 

Nada de falsas actitudes tratando de especular sobre 
la sensibilidad del otro, uno siempre equivoca el cami- 
no en casos como el que nos concierne, bastante espe- 
cial y muy sensible de manejar. 

El jueves hacia las 6h donde quieras o a las 11 y 1/2 
en Wepler. 


1 Proyecto de respuesta a la carta del 11 de marzo. 



[París, 15 de marzo de 1928.] 1 


Jueves. 

Génica. Convenido, esta tarde a las 6 en Wepler. Si 
estas líneas no te llegan a tiempo trata de ir a Wepler a 
las 11 y 1/2 (once y media) esta noche. Si no, mañana,, 
preferentemente a las 11 u 11 y 1/2. 

Trata de venir esta noche a las 6 ó a las 11. 

Amistosamente tuyo. 

Antonin Artaud. 

P.-S . — Telefonée 2 veces. ¿Y la portera? No contes- 
taban. Nunca. De todos modos es un poco demasiado. 


1 La carta fue depositada en el domicilio de G. A. pero seguramente* 
se trata del jueves 15 de marzo de 1928. 


297 



[Abril de 1928.] 1 


No quiero que conserves de mí el recuerdo de un gra- 
nuja y un cochino, pero si en el momento en que mi 
vida era totalmente libre, en lugar de decirme que que- 
rías vivir la tuya y abandonarte a todos los desbordes 
de tu instinto, me hubieras propuesto retomar lealmente 
la vida en común (la noche que nos encontramos en 
Wepler) todavía hubiera aceptado, porque no tenía una 
amante como tú tenías un amante en la persona de M. 
Grémillon, tu director 2 . Y te habría vuelto a ver al día 
siguiente al que nos encontramos en el ómnibus, si al 
mencionar un negocio de teatro, hubieras vuelto, no para 
tener noticias de ese teatro sino para verme. Esto es lo 
que me impidió escribirte y verte. Pero desde entonces 
mi vida cambió y de todos modos es demasiado tarde. 
En una palabra, no soy un jetón y tengo DEMASIA- 
DO corazón. 

Artaud. 


1 G. A. colocó esta carta en el mismo sobre que la siguiente, despa- 
chada el 7 de abril de 1928. El recuerdo de la cita en Wepler nos hace pen- 
sar que es la primera de esas dos cartas. 

2 En 1927, G. A. fue la primera figura femenina de Maldonne , film 
realizado por Jean Grémillon, según guión de Alexandre Amoux con deco- 
rados de Andrés Barsacq. Los otros intérpretes eran Charles Dullin, Roger 
Karl y Annabella. La película fue producida por los Films de Charles Dullin. 
En 1928, siempre bajo la dirección de Jean Grémillon, fue la primera fi- 
gura femenina de Gardiena de Phare, realizada para la Société des films 
<lu Grand-GuignoL 


298 



[París, 7 de abril de 1928.] 1 


Génica, sigo esperando mi carta y te juro que ahora 
no tengo más tiempo para esperar. 

Porque 

por muy PERDIDA que te considere, esperaba 
de ti otra respuesta, que tu carta no fuera una aproba- 
ción continua sino, y sobre todo, que esa aprobación no 
resultara sin consecuencias. No puedo impedirme pensar 
que tienes una vida abominable y repítete bien una co- 
sa, que no eres ni puedes ser una amiga para mí. Una 
persona que fue mi mujer y que vive y se acuesta con 
otro hombre, indigno de ella, ha dejado de existir para 
mí. Además, me doy cuenta de que no fui comprendi- 
do. Tu respuesta me lo prueba. Creía verte retornar a 
sentimientos mejores pero tu obstinación me prueba que 
ño eres lo que yo creía. 

Nunca fuiste mi mujer ante el espíritu o ante Dios, 
como lo creí 2 en determinado momento, porque si hu- 
bieras sido esa mujer nunca me habrías dejado o ya ha- 
brías vuelto a mí. Mi soledad no tiene nombre ni límite 
y se dobla en este horror de pensar que siempre estuve 

1 Papel y sobre con membrete: u chez irancis / Grill room” / 7 , place 
de VAlma. 

2 A. A. corrigió un lapsus bastante curioso; primero había escrito: 

. . . comme je Vécris ... ( . . . como lo escribo . . . ) . 


299 



en realidad solo, que mi vida no se completó durante 
los cinco años de la vida de un ser hecho para mí y que 
me había penetrado. Ahora considero que siempre me 
fuiste extraña . Tú no tenías nada que temer mientras 
yo pudiera creer que me comprendías. Nunca compren- 
diste ni lo que yo era, ni lo que podía buscar en el mun- 
do y te ruego que pienses que te disminuiste y te reba- 
jaste al dejarme. No eres nada. Nunca lograste conmo- 
ver con un acuerdo inteligente, melodioso, el monstruo- 
so silencio que me rodea, que los dioses lanzaron sobre 
mí como una venganza por haberme hecho nacer con 
esta implacable lucidez. 

Dices que sufres, pero ni siquiera sabes por qué. No 
sabes orientarte hacia el remedio. Más vale para ti que 
no lo encuentres nunca. Vale más que no estés conmi- 
go. Permitiste que comprendiese la ilusión en que vivía 
dentro de tu ambiente. La mujer es un ser inferior que 
frustró su destino desde los primeros días dél mundo. 
Si conociera su deber yo debería estar diez veces y sus 
múltiplos acompañado, en lugar de estar múltiplemen- 
te solo 3 , 

Te dije más o menos todo lo que tenía que decirte. 
Si quieres volver a verme nunca me negaré a encontrar- 
me contigo, pero será para desarrollarte teorías cada vez 
más desesperadas que son, por otra parte, según mi opi- 
nión, el único remedio para los estados cada vez más 
desesperados. 

Te beso a pesar de todo 

y DE CORAZÓN. 

Antonin Artaud. 

3 seul es la primera palabra de una línea. El lazo de la l se alarga en 
un trazo horizontal que ocupa la línea entera. 

300 



P.-S. i — Fija tú misma la cita. Estoy en general 

p P 
• * 

LIBRE 4 . 

Por otra parte tenemos que hablar del “Sueño”, cuan- 
to antes mejor. 


4 Esta palabra, con dos signos de interrogación encima, fue subrayada 
dos veces y encerrada con un trazo de pluma. 


301 



[París, 9 de abril de 1928.] 1 


Génica, tomes o no ese departamento te absuelvo, en 
el futuro, de cualquier apreciación sobre el modo de tra- 
tar mis asuntos 2 . Eso nos concierne a mi madre y a mí 
En todo caso, ese contrato no es ni mejor ni peor de lo 
que te pareció al principio. Sólo tu espíritu, esclavo de 
las palabrasj te hace encontrar dificultades en cláusu-' 
las la mayor parte de los casos formales y de las que 
uno sabe muy bien cuál es su valor exacto . De todos 
modos, tu opinión actual no proviene de ti, y es lamen- 
table, verdaderamente lamentable ver cómo una volun- 
tad extraña sopla sobre la pobre marioneta que nunca 
dejaste de ser. Debes saber, por otra parte, que dos ho- 
ras antes de tu llegada, se ofrecía por ese mismo de- 
partamento el doble de lo que tú habías ofrecido y que 
mi madre rechazó por pura honestidad y porque había 
comprometido su palabra. Algo que tú no tienes. En 
todo caso, en el futuro, guárdate tus juicios sobre mí. 
No los admitiré y no continuaré ninguna relación con 
una mujer de tan mala fe como tú. 


1 Expreso. 

2 Sin duda, después de la carta del 7 de abril, G. A. y A. A. se encon- 
traron el 8 y el negocio del departamento que no pudo concluirse dio lugar 
a reproches por parte de G. A. 


302 



19 como ya te lo pedí, mé enviarás mis dos últimas 
cartas 3 , 

29 en el futuro te ignoraré totalmente para lo que 
sea. Ni encuentros, ni trabaio, ni contactos de ninguna 
especie. 

No agregaré nada más. 


Antonin Artaud. 


3 Probablemente las dos cartas precedentes, que G. A. colocó en e! 
mismo sobre y cuya devolución A. A. debió haberle pedido en el transcurso 1 
de la entrevista. 


303 



[París, 21 de junio de 1928.] 1 

\ 

Jueves a la noche. 


Génica, 

Quería agradecerte la hermosa actitud que tuviste el 
día de la representación del “Sueño” 2 . Las circuns- 
tancias me lo impidieron. Pero sé que ahora puedo ha- 
cerlo. Te veré con placer cuando quieras. Bastará darme 
un golpe de teléfono a mi casa o dejar unas líneas en 
mi hotel fijándome la cita para una de estas noches. 

Afectuosamente tuyo. 

Antonin Artaud. 


1 Sobre con membrete: HOTEL L1ZEUX / Dernier confort / BRASSE- 
RIE-RESTA URANT f 24, Rué Fontaine / París (9e) Téléphone : TRU- 
DAJNE 66-30 . 

2 Los surrealistas sospechaban que los organizadores del Théátre Alfred 
Jarry, entre quienes se encontraban el doctor y madame Allendy, habían 
aceptado capitales de la Legación de Suecia; para la financiación del es- 
pectáculo. En el transcurso de la primera representación del Son¿e, el 2 
de junio, los surrealistas, ubicados en el m^dio de la sala, se pusieron a 
protestar violentamente. Entonces A. A., que debía aparecer en el décimo 
quinto cuadro, salió de bambalinas a escena e hizo una declaración de pro- 
testa con la cual adhería a André Bretón y a los manifestantes, declaración 
en la que también asociaba a Strindberg, diciendo que había montado la 
obra como vómito contra su patria y la sociedad. 


304 



[París, 27 de enero de 1931 .] 1 


No veo ningún inconveniente en- que nos veamos de 
vez en cuando. Pero pienso que es inútil voiver sobre el 
pasado. Esto no impide en absoluto que usted me diga 
todo lo que le parezca necesario para que nuestras rela- 
ciones vayan lo mejor posible. Pero quiero decirle en 
seguida, a priori e incluso sin ninguna explicación de su 
parte, que nuestras relaciones sólo pueden ser cordiales. 
Envíeme unas líneas fijando la entrevista a su gusto. 

Antonin Artaud. 


1 A. A. 
dirigida a: 
París . 


no escribió con exactitud la dirección de G. A.; sü carta está 
Mademoiselle Génica Athanasiou / rué Antoine-Chantrier / 


305 



Berlín, 20 de mayo de 1932 \ 


Le envío desde Berlín mi mejor recuerdo. ¿Cuándo 
vuelve a París? Pienso estar allí dentro de ocho días. 
Amistosamente. 

A. Artaud. 


1 Tarjeta postal (Kaiserin Auguste Victoria), dirigida fi: Mademoivelle 
Génica Athanasiu / 7 rué Antoine Chantin 7 / París / Trance. 


306 



[París, 16 de agosto de 1934 .] 1 


* 


Mi querida Génica, 

No se puede responder por carta a una carta como 
la que usted me escribe. Veo perfectamente las dispo- 
siciones de ánimo en las que se encuentra. 

Me verá a mi regreso, es decir, a fines de setiembre. 
Envíeme unas líneas ni bien llegue a París; probable- 
mente yo también estaré allí. 

Pienso más que nunca en montar Atreo & Thyeste 
de Séneca, pero en París, ya que en Marsella se revela 
decididamente imposible 2 ; no comprendí bien si usted 
me quiso decir que Madame Dullin estaba al tanto de 
mis proyectos; o si Charles Dulliii había tomado una 
decisión favorable y afirmativa en lo que concierne a la 
proposición que le hice de montar Atreo & Thyeste en 
el Atelier; quisiera saber a qué atenerme con respecto a 
ese punto. ¿Qué hay exactamente? 

Pienso en usted para el rol de Mégére. Si la pieza se 
monta no veo absolutamente a nadie más que a usted 


1 Carta dirigida a: Míle. Génica Athanasiu / Chez Madame Dullin / 
' Ferme Duguey / Le Plessis Dampierre / par Saint-Lubin-des-Joncherets 

/ Eure & Loire . 

2 A. A. soñaba con montar Airée et Thyeste , de Séneca (el texto de su 
adaptación desapareció) en Marsella (cf. Oeuvres completes, tomo II, p. 185). 


307 



para las cosas únicas que quiero exigir a una actriz: lo 
que quiero pedir es excepcional y sólo una naturaleza 
de un orden aparte puede realizarlo. No se trata de cua- 
lidades de actriz sino de algo más, me atrevería a decir 
algo más que humano y que usted incontestablemente 
posee, pero que hay que extraerle y hacérselo cons- 
ciente. Y pienso que para usted será algo de un interés 
único y que la colocará de golpe en un lugar único entre 
todas las mujeres que actúan. 

Ahora pienso que los tiempos han cambiado y que 
debo hacer algo. No es posible que un director de tea- 
tro no perciba la importancia excepcional de lo que in- 
tento, y que es extra-teatro por completo. Y que ade- 
más no se encuentre el hombre capaz de sacrificar algu- 
nos millares de francos en una realización de un orden 
aparte en una época y en un momento en que el mundo 
está a la expectativa de una especie de milagro. No pue- 
do decir más, bajo pena de pasar por un loco preten- 
cioso. ¡Y sin embargo!!! 

Antonin Artaud. 


308 



30 DE OCTUBRE DE 1940 
Ville-Evrard 


GÉNICA ATHANASIOU. 

Desde que estoy internado aquí nunca le he escrito, 
mi querida Génica, pero la he visto muchas veces en las 
batallas que encabezó por mi liberación y en las cuales 
sufrió conmigo. Hace unos quince días la vislumbré cer- 
ca del Bd. de Clichy. Y aunque sólo la vi con los ojos 
del espíritu sentí pasar el soplo de su fe en las tantas 
y tantas circunstancias en las que usted combatía con- 
tra el Mal y especialmente los 2 días de batallas de las 
cruces y ayer a la noche en que combatió con el soplo 
PRANA 1 . Aquí no puedo más de dolores y de ofen- 
sas llegados de todas partes a la Raza de los Abomina- 
dores del Mal. Este suplicio impío debe cesar ya que 
lesiona a la totalidad de los seres e insulta la obra de 
Dios. Hasta ahora luché con todas mis fuerzas pero te- 
mo que ellas me traicionen. Y yo también necesito con- 
suelo y reposo. 

— Véngame a ver aquí lo antes posible y a partir del 
jueves si puede. — Usted sabe ahora cómo la veo y có^ 
mo la amo. 

La beso con todo mi corazón. 

Antonin Artaud. 


1 Praná , la energía cósmica, el soplo vital. 


309 



Ville-Evrard, 

10 de noviembre de 1940 \ 


No hay que esperar hasta la semana próxima, Cóni- 
ca, para buscar y encontrar: no creo que los gitanos es- 
peren hasta la otra semana para venir a buscarme. Y 
se plantea en forma urgente el problema de partir, 
de dejar este lado del mundo y la invito a partir con- 
migo. — Este mundo ya no es viable y está íntegramen- 
te contaminado. Con maleficios y otras maniobras ocul- 
tas se les roba a todos la percepción de la obscenidad 
espantosa del mal que está sobre mí para impedirles sal- 
tar en mi socorro pero está alrededor de todos ustedes. 
Será vencido pero a condición de que. yo no sea débil; 
hay que ayudarme. El suplicio que soporto aquí, Gé- 
nica, es impío. 

En su interés y en el interés de la pureza inalienable 
del Bien le suplico que permanezca íntegramente pura 
y casta para siempre. 

Y créame si le digo que la situación es muy grave. Des- 
de el comienzo del mundo y desde el momento de la 
caída original en el Pecado nunca lo fue tanto. — Y el 

1 Carta dirigida a: Mlle . Génica Athanasiou / THEATRE DE L’ATE- 
LIER / PLACE DANCOURT / PARIS /. Despachada por el servicio de 
correos 6, calle Saint-Simon, Paris, VIe. 


310 



A 

Mal no espera para estrangulamos más que un momen- 
to de desfallecimiento o incluso un simple defecto de vi- 
gilancia de los Puros que me han defendido en medio 
de esta terrible historia de magia y maleficio que son 
la magia y los maleficios de Satán. 

Usted nació, Génica, del lado de Dios y está cerca el 
momento en que usted deberá levantarse en armas con- 
tra el Mal. 

La beso afectuosamente. 


Antonin Artaud. 



Ville-Evrard 

20 de noviembre de 1940 


Mi muy querida Génica, 

Hay que encontrar heroína a cualquier precio y de- 
jarse matar para traérmela aquí. — Hasta ese punto 
llegaron las cosas. — Los Iniciados tienen instrumentos 
de tortura reales, ya se lo dije, y se sirven de ellos a 
distancia para mutilarme un poco más cada noche mien- 
tras duermo. Si es difícil procurarse heroína u opio es 
únicamente por mi causa y porque saben que es la úni-. 
ca cosa que me devolvería mis fuerzas y me dejaría en 
estado de volver a luchar contra el Mal. Lo grave del 
asunto es que todos mis amigos se han rebelado, y usted 
también, han tomado las armas en París, han consegui- 
do por la fuerza heroína para traérmela y luego se la 
robaron a todos ustedes por magia, y luego se les ha he- 
cho perder conciencia de vuestra rebelión y os han pres- 
cintado las espaldas, 
cabeza 

y la nuca 1 de maleficios para esclavizaros porque es así 
como la plebe se venga, y la plebe está actualmente en 

1 En el original tete está escrito arriba de nuque ; ninguna de las dow 
palabras está tachada. 


312 



el poder y vive de mi dolor aquí. Haga memoria y verá 
que una parte del uso de su tiempo se le escapa. — Gé- 
nica, hay que abandonar este mundo, pero para ello es 
necesario que el Reino del Otro Mundo llegue, y se ne- 
cesitan gran cantidad de tropas armadas. Para que los 
Gitanos entren en cantidad en este mundo como se salta 
del barco al muelle, necesito heroína para abrirles todas 
las puertas ocultas y hacer saltar los maleficios de Sa- 
tán que los retienen afuera y me retienen aquí prisio- 
nero. 

Cuento con usted y la beso. 


Antonin Artaud. 


Usted creyó hace dos horas soñar que estaba en Mar- 
sella, Bd. Perrier, pero en realidad había visto desde Pa- 
rís una escena real que ocurría en Marsella y donde uno 
de los dioses del Mal salió con sus armadas. Fueron de- 
rrotados por 2 los Gitanos que salen por la noche pero 
algunos de sus soldados se rezagaron en Saumur, Tou- 
lon, y en París por el lado deh Vieux-Colombier. 


2 El comienzo de este párrafo fue agregado transversalmente en el 
margen de la segunda página de la carta, el final transversalmente en el 
margen de la primera página. 


313 



Ville-Evrard, 

21 DE DICIEMBRE DE 1940 


Mi querida Génica, 

Sé que sufrió horriblemente por causa mía y por los 
Iniciados y por el hecho de que después de la última 
vez que usted vino a verme no pudo volver hasta mí a 
pesar de sus esfuerzos. No necesito decirle que sé lo que 
hizo usted esta mañana por mí, usted y Jean Grémillon 
que se sacrificó y usted hizo lo mismo, puesto que lu- 
chamos juntos contra el Mal. Venga a verme sin falta 
mañana domingo, usted y Jean Grémillon. 

La beso con todo mi corazón. 


Antonin Artaud. 
VILLE-EVRARD 
5e. QUARTIER 


314 



Este libro se terminó de imprimir 
en e> mes - de octubre de 1989 en 
los talleres de El Archlbrazo Editor 
Mario Bravo 441, Buenos Aires